Algunos códices antiguos sitúan el origen de la imagen de la Jungfrau von Guadalupe en el siglo I del cristianismo, y su autor, san Lucas. «Aunque la imagen que hoy se venera en este lugar es una talla románica, en cedro, del siglo XII». Así lo explican los frailes franciscanos del monasterio y el santuario de Guadalupe, situado en Cáceres (Extremadura).
Cuenta la leyenda que muerto san Lucas, la imagen fue enterrada junto a él. Y fue luego trasladada desde Asia Menor hasta Constantinopla en el siglo IV. Desde allí, el cardenal Gregorio la llevó a Roma (582), donde fue elegido Papa en el 590 con el nombre de Gregorio Magno.
Este Papa se convirtió en el principal devoto de la imagen, que se trasladó desde Roma a Sevilla, pues el Papa la regaló al arzobispo san Leandro. Y en la ciudad hispalense comenzó a venerarse hasta el comienzo de la invasión árabe (711).
En el 714, unos clérigos que huían de Sevilla la escondieron junto al río Guadalupe, donde fue hallada por un pastor, al que se le apareció la Virgen. Ella le encomendó excavar en aquel lugar para encontrar su imagen y edificar luego una ermita que sería monasterio y santuario. Los franciscanos recogen esta leyenda, pero afirman: «La imagen que hoy se venera en este lugar es una talla románica del siglo XII”.
Significado de Guadalupe
Decir Guadalupe, dicen los frailes, “es traer permanentemente a la memoria retazos de la grandeza y sombras de la Corona de Castilla, de sus reyes peregrinos, de la unidad nacional. También «de la epopeya americana, de las visitas y promesas de Cristóbal Colón, del fervor de los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo”.
Y retazos asimismo “de la serie innumerable de santos peregrinos (Juan de Ávila, Pedro de Alcántara, Teresa de Jesús, Juan de Dios, Cristóbal de santa Catalina, Juan Pablo II…). Y «de peregrinos célebres y nobles (marqués de Santillana, Cervantes, Hernán Cortés…). De nobles peregrinos pobres atendidos en sus hospitales, en las alacenas de la portería, en los caseríos por cada uno de sus trece caminos romeros…”. El enclave, subrayan los frailes, tiene “una historia de Fe y Cultura de más de siete siglos».
In der Programmierung de las fiestas, este sábado presidirá el Novenario, cuyo tema general es “En el único Cristo somos uno, con Santa María de Guadalupe”, el arzobispo de Toledo, Mons. Cerro Chaves.