Ressourcen

Georges Lemaître: cuando el universo nace entre la ciencia y la fe

Georges Lemaître, sacerdote y físico belga, revolucionó la cosmología al proponer que el universo está en expansión y que tuvo un origen en el “átomo primitivo”, hoy conocido como Big Bang.

Eduardo Riaza-28 de September de 2025-Lesezeit: 3 Minuten
Lemaître

¿Puede un sacerdote ser también un gran científico? La historia de Georges Lemaître demuestra que sí. Este físico belga, que también era sacerdote católico, no solo combinó con naturalidad la ciencia y la fe, sino que revolucionó nuestra comprensión del universo. De hecho, fue el primero en proponer lo que hoy conocemos como la teoría del Big Bang.

Un sacerdote con vocación científica

Desde joven, Lemaître soñaba con dos cosas: ser científico y ser sacerdote. Estudió ingeniería, filosofía, física y matemáticas, y sirvió como voluntario en la Primera Guerra Mundial. Luego ingresó al seminario y fue ordenado sacerdote. Pero su pasión por el conocimiento no se detuvo ahí.

Descubrió la teoría de la relatividad general de Einstein a través de los textos del astrónomo Arthur Eddington, con quien más tarde estudiaría en Cambridge. Fascinado por las nuevas ideas sobre el espacio y el tiempo, Lemaître empezó a explorar cómo estas podían aplicarse al universo entero.

Un universo que se expande

Hasta entonces, la mayoría de los científicos creían en un universo estático. Lemaître pensó lo contrario: si el universo estaba lleno de galaxias que se alejaban unas de otras —como indicaban algunas observaciones—, entonces debía estar en expansión.

Con esa idea en mente, en 1927 propuso un modelo matemático en el que el universo se expandía con el tiempo. Esta expansión explicaba un fenómeno conocido como “corrimiento al rojo”: las galaxias más lejanas se alejan más rápidamente. Años después, Edwin Hubble observó exactamente eso, dando un fuerte respaldo empírico a la hipótesis de Lemaître.

El origen: el “átomo primitivo”

Pero Lemaître fue más allá. En 1931 presentó una idea aún más audaz: el universo había comenzado a partir de un punto extremadamente denso y caliente que llamó “átomo primitivo”. Esa fue la primera formulación científica del origen del universo, hoy conocida como la teoría del Big Bang.

En lugar de imaginar un universo eterno, propuso uno con un comienzo, donde el espacio y el tiempo surgieron a partir de una explosión cósmica inicial. Aunque al principio la comunidad científica recibió esta idea con escepticismo —y algunos incluso pensaron que Lemaître buscaba introducir la creación bíblica en la ciencia—, él siempre fue claro: su modelo era una propuesta científica, no religiosa.

Fe y ciencia: dos caminos hacia la verdad

Lejos de usar la ciencia para “probar” la existencia de Dios, Lemaître insistía en mantener una separación saludable entre fe y ciencia. Para él, ambas buscaban la verdad, pero desde planos distintos: la ciencia explica el “cómo” del universo; la fe, el “por qué” último de la existencia.

Lemaître creía que Dios no sustituye las leyes naturales, sino que es el fundamento de todo lo que existe. En sus propias palabras, “no se debe reducir a Dios a una hipótesis científica”. Afirmaba que la Revelación no pretendía enseñar ciencia, y que un científico creyente podía investigar con la misma libertad que cualquier otro.

El legado del “padre del Big Bang”

A lo largo de su vida, Lemaître fue reconocido tanto por su brillantez científica como por su profunda humildad. Sus ideas fueron la base de la cosmología moderna. Poco antes de su muerte, se enteró del descubrimiento de la radiación cósmica de fondo, un “eco” del Big Bang que confirmaba su teoría. Fue un momento simbólico: la ciencia terminaba por confirmar lo que él había vislumbrado décadas antes.

Hoy, su figura inspira a muchos como ejemplo de que ciencia y fe no tienen por qué estar enfrentadas. Georges Lemaître vivió convencido de que el universo es racional, bello y accesible a la inteligencia humana, precisamente porque es obra de un Creador.

Y tal vez por eso, fue capaz de ver más lejos que muchos: hasta el origen mismo del cosmos.

Der AutorEduardo Riaza

Físico y autor de "La historia del comienzo: Georges Lemaître, padre del big bang".

Newsletter La Brújula Hinterlassen Sie uns Ihre E-Mail-Adresse und erhalten Sie jede Woche die neuesten Nachrichten, die aus katholischer Sicht kuratiert sind.