- Cindy Wooden, Vatican City (CNS)
El Papa León XIV ha manifestado este domingo en su alocución del Angelus, que proclamará a san John Henry Newman Doctor de la Iglesia el 1 de noviembre en el Jubileo del Mundo de la Educación.
El anuncio tuvo lugar tras la Misa del 28 de septiembre, en el Jubileo de los Catequistas. El Papa dijo que san Newman “contribuyó decisivamente a la renovación de la teología y a la comprensión del desarrollo de la doctrina cristiana”.
León XIV confirma la opinión de cardenales y obispos
El Dicasterio para las Causas de los Santos había anunciado el 31 de julio que el Papa León “confirmó la opinión afirmativa” de los cardenales y obispos miembros del dicasterio sobre san John Henry Newman. Teólogo y cardenal de la Santa Iglesia Romana, fundador del Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra. Ahora, León XIV ha puesto fecha a su proclamación: el 1 de noviembre.
Numerosas peticiones
San John Henry Newman nació en Londres el 21 de febrero de 1801, fue ordenado sacerdote anglicano. Se convirtió al catolicismo en 1845, fue nombrado cardenal en 1879 por el Papa León XIII, y falleció en Edgbaston, cerca de Birmingham, Inglaterra, en 1890.
Incluso antes de que san Newman fuera canonizado por el Papa Francisco el 13 de octubre de 2019, hubo peticiones para que fuera nombrado uno de las tres docenas de doctores de la Iglesia. Hombres y mujeres santos, tanto del Oriente como del Occidente cristiano, que son honrados por contribuciones particularmente importantes a la teología y la espiritualidad.
Los 37 santos actualmente reconocidos como doctores de la Iglesia incluyen a los primeros padres de la Iglesia, como san Jerónimo, san Juan Crisóstomo y san Agustín. Y a teólogos como santos Tomás de Aquino, san Buenaventura y san Juan de la Cruz. Pero también a santa Teresa de Lisieux, quien fue honrada por san Juan Pablo II en 1997, a pesar de su falta de logros académicos.

20 conferencias episcopales
El Dicasterio para las Causas de los Santos dijo que 20 conferencias episcopales habían solicitado que san Newman fuera declarado doctor de la Iglesia. Incluidos los obispos de Inglaterra y Gales, Escocia, Irlanda, Estados Unidos, Canadá y Australia.
“Su thinking ha tenido un impacto significativo en la teología del siglo XX, especialmente en el Concilio Vaticano II”, declaró el dicasterio. “Varios papas, desde León XIII hasta Francisco, se han inspirado en él en su magisterio pontificio”.
El Papa Francisco autorizó al dicasterio a iniciar el proceso para la declaración en mayo de 2024. En septiembre, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe afirmó que «no había dudas sobre la excelencia y la calidad de los escritos del santo. Y expresó un juicio completamente positivo sobre su ‘eminens doctrina’ (enseñanza eminente)”.
Los consultores del dicasterio apoyaron unánimemente la petición, indicó el dicasterio, al igual que los cardenales y obispos que son miembros del dicasterio.
Cercanía y oración por las víctimas del tifón en Asia
También antes de rezar el Àngelus, el Papa compartió con los fieles y peregrinos su cercanía a Asia, donde “un tifón de fuerza excepcional ha azotado –afirmó– varios territorios asiáticos, en particular Filipinas, la isla de Taiwán, la ciudad de Hong Kong, la región de Guangdong y Hainan”.
“Estoy cerca de las poblaciones afectadas, especialmente las más pobres. Y rezo por las víctimas, los desaparecidos, las numerosas familias desplazadas, las muchísimas personas que han sufrido dificultades y también por los equipos de rescate y las autoridades civiles. Invito a todos a confiar en Dios y a la solidaridad. Que el Señor les dé fuerza y valor para superar todas las adversidades”, añadió.
Catequistas: depositar la la palabra de vida en los corazones
En la homilía de la Misa del Jubileo de los Catequistas, el Papa León XIV ha manifestado que “cuando los catequistas enseñan, su objetivo no es simplemente transmitir información sobre la fe”. Sino “depositar la palabra de vida en los corazones, para que dé frutos de vida buena”, dijo el Papa León XIV.
“El Evangelio nos anuncia que la vida de todos puede cambiar porque Cristo resucitó. Este acontecimiento es la verdad que nos salva. Por eso, debe ser conocido y proclamado”, dijo el Papa a alrededor de 20.000 catequistas de más de 115 países que asistían al Jubileo de los Catequistas.
Pero proclamar la Buena Nueva no basta, dijo el Papa en su homilía de la Misa del 28 de septiembre en la Plaza de San Pedro. “¡Hay que amarla. Es el amor lo que nos lleva a comprender el Evangelio!”.

39 hombres y mujeres de 16 países
Durante la liturgia, el Papa León instaló formalmente en el ministerio de catequistas a 39 mujeres y hombres de 16 países. Entre ellos, David Spesia, director ejecutivo de la Secretaría de Evangelización y Catequesis de los obispos de Estados Unidos, y Marilyn Santos, directora asociada de la secretaría.
Antes de que el Papa pronunciara su homilía, un diácono nombró a cada uno de los 39, quienes respondieron en italiano: “Eccomi”, o “presente”. Tras la homilía, el Papa León les entregó un crucifijo a cada uno.
“Que vuestro ministerio esté siempre cimentado en una profunda vida de oración, cimentado en la sana doctrina y animado por un genuino celo apostólico”, les dijo el Papa. “Como administradores de la misión confiada a la Iglesia por Cristo, debéis estar siempre dispuestos a dar respuesta a quien os pida razón de la esperanza que hay en vosotros”.
El hombre rico y Lázaro
La lectura del Evangelio en la Misa fue la parábola del hombre rico y Lázaro, de Lucas 16,19-31. En la parábola, dijo el Papa, Lázaro es ignorado por el hombre rico, “y sin embargo, Dios está cerca de él y recuerda su nombre”.
Pero el hombre rico no tiene nombre en la parábola, “porque se ha perdido a sí mismo al olvidar a su prójimo”, dijo el Papa. “Está perdido en los pensamientos de su corazón: lleno de cosas y vacío de amor. Sus posesiones no lo hacen una buena persona”.
Historia actual: opulencia y miseria
“La historia que Cristo nos cuenta es, lamentablemente, muy relevante hoy”, dijo el Papa León. “A las puertas de la opulencia actual se encuentra la miseria de pueblos enteros, devastados por la guerra y la explotación”.
“A través de los siglos, nada parece haber cambiado: cuántos Lázaros mueren ante la avaricia que olvida la justicia, ante las ganancias que pisotean la caridad y ante las riquezas ciegas al dolor de los pobres”, afirmó.
En la parábola, el hombre rico muere y es arrojado al inframundo. Le pide a Abraham que envíe un mensajero a sus hermanos para advertirles y llamarlos al arrepentimiento.
El relato del Evangelio y las palabras de la Escritura que los catequistas están llamados a compartir no tienen como objetivo “decepcionar o desanimar” a las personas, sino despertar sus conciencias, afirmó el Papa.
El corazón de la catequesis
Haciendo eco de las palabras del Papa Francisco, el Papa León dijo que el corazón de la catequesis es este anuncio. Que “el Señor Jesús ha resucitado, el Señor Jesús te ama y ha dado su vida por ti; resucitado y vivo, está cerca de ti y te espera cada día”.
Esa verdad, dijo, debería impulsar a la gente a amar a Dios y a amar a los demás a cambio.
El amor de Dios, afirmó, “nos transforma abriendo nuestro corazón a la Palabra de Dios y al rostro del prójimo»”.
Los padres, los primeros en enseñar a sus hijos sobre Dios
El Papa León recordó a los padres que ellos son los primeros en enseñar a sus hijos sobre Dios, sus promesas y sus mandamientos.
Y agradeció a todos los que han sido testigos para los demás de la fe, de la esperanza y de la caridad, cooperando en la labor pastoral de la Iglesia “escuchando las preguntas, compartiendo las luchas y sirviendo al deseo de justicia y de verdad que habita en la conciencia humana”.
Enseñar la fe es un esfuerzo comunitario, dijo, y el Catecismo de la Iglesia Católica “es la ‘guía de viaje’ que nos protege del individualismo y la discordia, porque da testimonio de la fe de toda la Iglesia Católica”.