Amalia Heredia Livermore (3 de marzo de 1830 – 16 de octubre de 1902) fue la pequeña de diez hermanos en una familia en la que, además de la educación católica, les transmitieron el amor por las bellas artes.
Se casó a los veinte años con Jorge Loring Oyarzábal, un influyente ingeniero, empresario y político, que más tarde sería marqués, con el que tuvo nueve hijos. Tras casarse, transformó su residencia de Málaga en un jardín botánico, como los que había conocido en sus viajes por Europa. Se trata del Jardín Botánico La Concepción, que puede visitarse todavía hoy en Málaga. Interesada también por el coleccionismo, adquirió junto con su marido las tablas de la Lex Flavia Malacitana, una pieza compuesta por dos planchas de cobre del siglo I de nuestra era en la que se recoge parte del articulado legislativo de la Málaga romana. Aquella adquisición fue el germen del conocido como Museo Loringiano, que Amalia y Jorge construyeron en su residencia a base de recopilar piezas arqueológicas de muy diversos lugares.
Financió también el Hospital de San Julián, el Hospital Civil de Málaga, y el Colegio de La Asunción, con el que acercó a Málaga a las religiosas de la congregación francesa que había fundado Santa María Eugenia de Jesús. Las primeras alumnas del colegio fueron las propias hijas de Amalia, aunque el colegio también acogería a niñas que de otra forma no hubieran podido acceder a la educación.
Siendo una mujer que había recibido en su casa a personajes ilustres como el rey Alfonso XII o la Emperatriz Sissi, se cuenta que, cuando estaba de visita con su marido en la Alhambra de Granada, se declaró un incendio. Ella, sin dudarlo, se puso a acarrear cubos de agua para apagarlo, trabajando como un peón más sin ningún temor porque se le estropeara el vestido.
Además, cuando el matrimonio se trasladó a Madrid, Amalia Heredia fue socia fundadora de la Real Sociedad Española de Historia Natural y miembro de la Orden de Damas Nobles de María Luisa, una orden creada por Carlos IV en 1792 para distinguir a mujeres nobles que destacaban por sus servicios o cualidades.