Lo dijo el Papa León XIV en el Ángelus del domingo de la Santísima Trinidad. Floribert Bwana Chui, joven mártir congoleño, “fue asesinado a los veintiséis años porque, como cristiano, se oponía a la injusticia y defendía a los pequeños y a los pobres. ¡Que su testimonio dé valor y esperanza a los jóvenes de la República Democrática del Congo y de toda África!”, señaló el Pontífice.
El cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, presidió la beatificación en la basílica de San Pablo Extramuros. En la ceremonia participaron prelados congoleños, como el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa. También monseñor Willy Ngumbi, obispo de Goma, diócesis de origen del futuro beato. Y la comunidad congoleña en Roma.
Mártir de la honestidad
Stanislas Kambashi SJ, ha recordado en Vatican News que el Papa Francisco reconoció el martirio de Floribert Bwana Chui el pasado 25 de noviembre, “por odio a la fe”. Y ha sintetizado su vida como mártir de la honestidad y de la integridad moral. En efecto, el joven de la República Democrática del Congo (RDC), era comisario de la Oficina Congoleña de Control (OCC), organismo nacional de control de aduanas y mercancías.
Floribert era responsable de evaluar la conformidad de los productos que cruzaban la frontera oriental de la República Democrática del Congo. Su negativa a ceder ante la corrupción le costó la vida. Decidió no permitir la entrada a su país de alimentos procedentes de Ruanda, que no hubieran obtenido las autorizaciones necesarias para su comercialización y consumo. Según algunos testigos, “Bwana Chui prefirió morir antes que dejar pasar alimentos que podrían haber envenenado a un gran número de personas”.
En nombre de su fe cristiana
Floribert Bwana Chui, que pertenecía a la Comunidad de Sant Egidio de Goma, fue secuestrado el 7 de julio de 2007. Dos días después su cuerpo se encontró frente a la Université Libre des Pays des Grands Lacs (ULPGL-Goma), institución educativa cristiana privada en la provincia de Kivu del Norte.
Gertrude Kamara Ntawiha, madre de Floribert, ha expresado su alegría y gratitud por la noticia que alivia el dolor en el que se encontraba sumida tras la trágica muerte de su hijo: “fue asesinado en nombre de su fe cristiana”, ha dicho.