


La Comisión Pontificia para la Protección de Menores ha presentado en Roma su segundo Reporte Anual sobre las políticas y procedimientos de tutela en la Iglesia. Se trata de un amplio estudio destinado a la prevención, ayuda y conocimiento de los hechos que, en esta edición, ha contado con un número muy superior de víctimas de abusos en entorno eclesiales de todas las regiones del mundo.
El reporte, cuya primera edición se publicó el pasado año, se ha centrado, en esta ocasión en cómo se encuentra la Iglesia con respecto a las prácticas de reparación existentes en las Iglesias locales y su fundamento pastoral y teológico “entendido este como la responsabilidad de la Iglesia de acompañar a las víctimas/supervivientes en su camino de sanación y reparación”.
40 víctimas participantes en el estudio
En su presentación, el presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, Mons. Thibault Verny, arzobispo de Chambéry, ha querido destacar que “el informe anual pretende ser una herramienta que acompañe la misión de protección de la Iglesia” y que “tiene en cuenta la subsidiariedad”.
Este segundo reporte ha contado con una ampliación y mejora del sistema de escucha de víctimas que ha pasado de una región a las cuatro (África, América, Asia-Oceanía y Europa) y que además reitera su “compromiso de seguir acogiendo las contribuciones de las víctimas/supervivientes” para futuros informes. En este segundo reporte han contribuido 40 víctimas de estas variadas regiones y además incluye el informe de una asociación laical: La Obra de María – Focolares.
Una experiencia que Mons. Verny ha destacado poniendo de relieve cómo “caminar junto a las víctimas y los supervivientes, hemos adquirido la profunda convicción de que el camino que conduce a una cultura de protección no se recorre simplemente por las víctimas y los supervivientes, sino con ellos”.
Por su parte, la Dra. Maud de Boer-Buquicchio, jurista, encargada del Informe Anual, ha enfatizado la necesidad de dar “una respuesta honesta a las innumerables víctimas y supervivientes, conocidos y desconocidos, que han tenido el valor de dar la voz de alarma sobre los abusos, a pesar de los obstáculos inimaginables”.
La necesidad de escuchar y que las víctimas se sientan escuchadas por la Iglesia ha sido una llamada constante en esta presentación así como en el propio informe. Hay que vencer algunas resistencias, internas o culturales, como ha destacado Luis Manuel Alí Herrera, secretario de la Comisión, que también ha mostrado su conocimiento de que puede existir «cierta fatiga» ante este tema, y que hemos de vencer.
“La Iglesia debe ampliar su comprensión de las reparaciones”
“Nuestro estudio reveló claramente que la Iglesia debe ampliar su comprensión de las reparaciones más allá de la mera compensación económica”, ha señalado Boer-Buquicchio. Esta ampliación comprende la necesidad de asumir lo que califica como “medios críticos de reparación” y que van más allá de la reparación económica. “Un enfoque verdaderamente integral de las reparaciones incluye: (1) acogida, escucha y atención; (2) comunicaciones y disculpas públicas y privadas; (3) apoyo espiritual y psicoterapéutico; (4) apoyo económico; (5) reformas institucionales y disciplinarias; y (6) iniciativas de salvaguardia en toda la comunidad eclesial”, enumeró la doctora.
La encargada de elaborar este informe ha querido destacar la importancia de la organización de la Iglesia para recoger los datos sobre este tema y poder seguir luchando contra los abusos. En este sentido, ha resaltado la importancia de la colaboración con los nuncios apostólicos que “se encuentran en una posición única para ofrecer una perspectiva profundamente perspicaz sobre los retos de protección a los que se enfrenta un país determinado”.
El II Reporte anual
Cada sección del Reporte Anual ofrece el análisis de varias entidades eclesiásticas, presentando los siguientes aspectos: un perfil de la zona o comunidad, una visión general en cuanto a la salvaguardia, observaciones críticas de la Comisión sobre los desafíos en materia de salvaguardia a los que se enfrenta cada región o comunidad así como una serie de recomendaciones de la Comisión.
Las naciones que han participado en este II Reporte son: Italia (incluida una distribución por regiones), Gabón, Japón, Guinea Ecuatorial, Etiopía, Guinea (Conakri), Bosnia-Herzegovina, Portugal, Eslovaquia, Malta, Corea, Mozambique, Lesoto, Namibia, Conferencia Episcopal Regional del Norte de África (Argelia, Marruecos, Sahara Occidental, Libia, Túnez), Mali, Kenia y Grecia.
Los institutos religiosos incluidos en este Reporte son: Hermanos de la Instrucción Cristiana de San Gabriel – Montfortianos y las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África así como el informe de la Obra de María (Focolares).