El viaje apostólico a Turquía y Líbano ha permitido al Papa León XIV asegurar este domingo en el Ángelus, en la Plaza de Pedro, ante miles de personas, que su viaje “nos enseña que la paz es posible. Y que los cristianos, en diálogo con hombres y mujeres de otras religiones y culturas, pueden contribuir a construirla. No olvidemos que la paz es posible”, ha reiterado.
Tras la breve reflexión sobre el Evangelio de este segundo domingo de Adviento, centrado en la figura del precursor, san Juan Bautista y su mensaje de conversión, el Papa ha rezado la oración mariana del Ángelus. Y ha comentado enseguida que hace unos días regresó de su primer viaje aposrtólico a Turquía y Líbano, del que ha informado Omnes cada día.
7 conclusiones del viaje
León XIV ha efectuado este breve resumen del viaje, en siete puntos.
1.- “Junto con mi querido hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, y los representantes de otras confesiones cristianas, nos reunimos para orar juntos en Íznik, la antigua Nicea, donde hace 1700 años se celebró el primer Concilio ecuménico”.
Hoy se cumple precisamente el 60 aniversario de la Declaración conjunta entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras, que puso fin a las excomuniones recíprocas, ha recordado.
“Demos gracias a Dios y renovemos nuestro compromiso en el camino hacia la plena unidad visible de todos los cristianos”.
2. “En Turquía he tenido el gozo de encontrar la comunidad católica. A través del diálogo paciente y el servicio a los que sufren, esta comunidad da testimonio del Evangelio del amor y de la lógica de Dios que se manifiesta en la pequeñez”
3.- “El Líbano sigue siendo un mosaico de convivencia y me ha reconfortado escuchar tantos testimonios en este sentido”.
4.- He encontrado personas que anuncian el Evangelio acogiendo a los desplazados, visitando a los presos, compartiendo el pan con los necesitados.
5.- “Me ha reconfortado ver a tanta gente en la calle saludándome y me ha conmovido el encuentro con los familiares de las víctimas de la explosión en el puerto de Beirut”.
6- “Los libaneses esperaban una palabra y una presencia de consuelo, ¡pero fueron ellos quienes me consolaron con su fe y su entusiasmo! ¡Agradezco a todos los que me han acompañado con sus oraciones!
7.– “Lo que ha sucedido en los últimos días en Türkiye y Líbano nos enseña que la paz es posible y que los cristianos, en diálogo con hombres y mujeres de otras religiones y culturas, pueden contribuir a construirla”.
Cercano a los pueblos del Sur y Sudeste Asiático
“Estoy cerca de los pueblos del sur y sudeste asiático, duramente golpeados por los recientes desastres naturales, “ha dicho también el Papa.
El Santo Padre reza “por las víctimas, por las familias que lloran a sus seres queridos y por quienes prestan socorro. Exhorto a la comunidad internacional y a todas las personas de buena voluntad a que apoyen con gestos de solidaridad a los hermanos y hermanas de esas regiones”.
El Papa ha saludado con afecto a todos ustedes, romanos y peregrinos. “Saludo a todos los que han vendido de otras partes del mundo, en particular a los fieles peruanos de Pisco, Cusco y Lima. A los polacos, recordando también la Jornada de oración y apoyo material a la Iglesia del Este. También al grupo de estudiantes portugueses. Y a los grupos parroquiales italianos.
Antes del Ángelus
Al comentar el Evangelio del domingo, el Papa León ha dicho que “ciertamente, el tono del Bautista es severo, pero el pueblo lo escucha porque en sus palabras resuena la llamada de Dios a no jugar con la vida, a aprovechar el momento presente para prepararse al encuentro con Aquel que no juzga por las apariencias, sino por las obras y las intenciones del corazón”.
Además, ha señalado que el mundo necesita esperanza, y que “nada es imposible para Dios. Preparémonos para su Reino, acojámoslo. El más pequeño, Jesús de Nazaret, nos guiará. Él, que se puso en nuestras manos, desde la noche de su nacimiento hasta la hora oscura de su muerte en la cruz, resplandece en nuestra historia como el sol naciente”.
“Ha comenzado un nuevo día: ¡despertemos y caminemos en su luz! Aprendamos a hacerlo como María, nuestra Madre, mujer que aguarda con confianza y esperanza”, ha concluido.



