El sacrificio de quienes entregan su vida al servicio del prójimo continúa cobrando un precio altísimo en sangre. Según los últimos datos recopilados por la Agencia Fides, el número de misioneros y agentes pastorales asesinados de forma violenta ha experimentado un crecimiento alarmante en las últimas décadas, sumando un total de 1.362 víctimas documentadas desde 1980 hasta la actualidad.
Un balance histórico en ascenso
El desglose por periodos revela una evolución preocupante de la violencia global contra el personal eclesiástico:
- 1980-1989: Se registraron 115 misioneros fallecidos de forma violenta, aunque Fides advierte que la cifra está «indudablemente subestimada» al basarse solo en casos notificados.
- 1990-2000: La cifra se disparó hasta los 604 asesinados, casi multiplicando por seis el registro anterior.
- 2001-2025: En lo que va de siglo, la lista asciende a 643 agentes pastorales (sumando los 17 fallecidos en el último año), consolidando una media de violencia persistente en zonas de misión.
El drástico aumento de los años 90 se debió, en gran parte, al horror en África central. Solo en 1994, el genocidio de Ruanda se cobró la vida de al menos 248 víctimas eclesiásticas: 3 obispos, 103 sacerdotes, 47 religiosos no sacerdotes, 65 religiosas y 30 miembros de Institutos de Vida Consagrada.

Radiografía de la violencia en 2025
En el transcurso del año 2025, 17 misioneros y misioneras (sacerdotes, religiosas, seminaristas y laicos) han perdido la vida de forma violenta. África y América continúan alternándose como las regiones de mayor riesgo:
- África (10 asesinados): Es el continente más castigado con 6 sacerdotes, 2 seminaristas y 2 catequistas fallecidos. Las muertes se concentraron en Nigeria (5), Burkina Faso (2), Sierra Leona (1), Kenia (1) y Sudán (1).
- América (4 asesinados): Se registraron las muertes de 2 religiosas en Haití, un sacerdote en México y un sacerdote de origen indio en Estados Unidos.
- Asia (2 asesinados): Un laico y un sacerdote fueron asesinados en Myanmar y Filipinas, respectivamente.
- Europa (1 asesinado): Un sacerdote perdió la vida en Polonia.
Lejos de retirarse de las periferias, estos datos reflejan una Iglesia que mantiene su compromiso en las zonas más peligrosas, donde la labor pastoral se convierte, en demasiadas ocasiones, en un testimonio final de entrega y martirio.




