– Junno Arocho Esteves, Malmoe (Suecia), OSV News
El arzobispo Mourad, de Homs (Siria), ha señalado que las cosas no han cambiado para mejor en Siria, no sólo para los cristianos, sino para toda la población. “Es lo mismo, nada ha cambiado”, ha declarado el arzobispo sirio a OSV News. “No debemos escuchar los discursos oficiales del gobierno actual, porque no reflejan la realidad que vivimos a diario”.
En una entrevista telefónica con OSV News, el arzobispo Mourad dijo que la experiencia de san Juan Pablo II al vivir la Segunda Guerra Mundial significaba que sabía “bien lo que significa la guerra, el mal y el sufrimiento que causa”.
“Para todos nosotros, que vivimos en un tiempo de guerra que no termina desde hace 14 años, la enseñanza del santo Papa Juan Pablo II es, sobre todo, un punto de referencia muy importante”, afirmó.
Comprometido con el diálogo interreligioso
Según Monseñor Paweł Ptasznik, presidente del consejo administrativo de la Fundación Vaticana Juan Pablo II, “el premio fue creado para promover a aquellas personas y comunidades que realizan su actividad inspiradas en la enseñanza y la obra” del pontífice polaco.
El arzobispo Mourad fue elegido por el jurado de la fundación, “casi por unanimidad, a pesar de que teníamos unos 20 candidatos”, declaró Mons. Ptasznik a OSV News el 17 de octubre.
“La situación en Oriente Medio en general, y el sufrimiento que ha tenido que soportar la gente, nos hicieron pensar en el arzobispo Mourad, quien, por un lado, está muy comprometido con el diálogo interreligioso. Y por otro, lo hace inspirado por las enseñanzas y la obra de San Juan Pablo II”, dijo Mons. Ptasznik.
‘Él continúa en este trabajo’
“Elegimos al arzobispo Mourad, quien sufrió por el diálogo entre el cristianismo y el islam, y no se detuvo”, añadió. “Continúa con esta labor, que no es fácil”.
Antes de servir como arzobispo de Homs, Monseñor Mourad fue miembro de Deir Mar Musa, una comunidad monástica restaurada en los años 90 por el padre jesuita Paolo Dall’Oglio.
El padre Dall’Oglio fue secuestrado en 2013 por militantes del Estado Islámico en Raqqa y presuntamente asesinado.
Al calificar al difunto jesuita italiano de “campeón del diálogo en Siria”, el arzobispo Mourad dijo a OSV News que el carisma de la comunidad monástica “siempre fue trabajar a través de la hospitalidad, para construir el camino del diálogo de paz y coexistencia”.
Dedicó su vida “a este carisma”
“He dedicado prácticamente toda mi vida monástica a este carisma, a este camino”, dijo, señalando los fuertes lazos entre cristianos y musulmanes, cuando se desempeñaba como rector de la Iglesia de Mar Elian en Qaryatain, Siria.
Muchos musulmanes que vivían cerca de la iglesia, recordó, acudían a rezar ante las reliquias de san Elián (Julián), mártir sirio del siglo III, “porque para ellos este santo también es un santo, un wali (persona santa). Así que vienen a rezar y a pedir una bendición”.
Esos encuentros, continuó, fueron una oportunidad para conocerse y construir amistades, especialmente durante la guerra, mientras trataba de ayudar a los heridos y a los que huían del conflicto.
Al recordar su cautiverio de tres meses, el arzobispo Mourad dijo que durante ese tiempo “entendió verdaderamente que el camino del diálogo sostenido por la oración es el único camino, la única manera… de lograr esta paz”.
Un hombre de fe es “un hombre de paz”
“Si digo que soy un hombre de fe, significa que soy un hombre de paz porque no podemos poner las cosas en contra de los demás”, dijo a OSV News.
“Este punto es muy importante porque hoy, con la forma de actuar de los musulmanes fanáticos que practican la violencia en nombre de Dios, no entienden que éste no es el Dios que adoran. Es otro Dios que ellos han construido, que ellos han fundado”, explicó.
Porque Dios —”el Misericordioso, el Clemente”, como decimos en árabe— no es un Dios que mata ni tortura. De hecho, durante mi experiencia de secuestro, lo enfrenté porque realmente cambiaron de postura solo porque intenté, de forma sencilla, comprender su violencia, no juzgarlos. Esto es muy importante: no juzgarnos unos a otros.
Esperanzas iniciales de paz tras el derrocamiento de Assad
Después de que el ex gobernante sirio Bashar Assad fuera derrocado, poniendo fin al gobierno de 53 años de su familia, hubo esperanzas iniciales de paz. Sobre todo después de que el presidente interino de Siria, Ahmend al-Sharaa, se reuniera con líderes católicos, ortodoxos y anglicanos del país en diciembre de 2024.
Sin embargo, según el arzobispo Mourad, las cosas no han cambiado para mejor en Siria, no sólo para los cristianos, sino para toda la población.
“Es lo mismo, nada ha cambiado, es así”, declaró el arzobispo sirio a OSV News. “No debemos escuchar los discursos oficiales del gobierno actual, porque no reflejan la realidad que vivimos a diario”.
“La violencia, la corrupción, el mal continúa”, lamentó.
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Junno Arocho Esteves escribe para OSV News desde Malmö, Suecia.
Esta información se ha publicado originariamente en OSV News en inglés, y pueden consultarla aquí.
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