Cultura

Científicos católicos: Benito Daza de Valdés, jurista y óptico

En el año 1634 fallecía Benito Daza de Valdés, jurista y óptico, autor del primer libro sobre optometría en español. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Ignacio del Villar·15 de diciembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos
Benito Daza de Valdes

Benito Daza de Valdés (1591–1634) fue un clérigo dominico y pionero en óptica y optometría que nació en Córdoba el 31 de marzo de 1591. Educado por su tío, canónigo de la colegiata de San Hipólito, Benito se graduó en Artes y Filosofía en 1606 en la Universidad de Sevilla. Ejerció como notario del tribunal inquisitorial de Sevilla y en 1623 publicó su única obra conocida, «Uso de los antoios» (con antoios se refiere a los anteojos, es decir, a las gafas). La obra revela aspectos de la vida personal de Daza. Experimentó graves enfermedades en la infancia, incluida la tullidez y el «mal de piedra». Su devoción a la Virgen de la Fuensanta se expresa en la dedicatoria, donde agradece a la virgen por la curación milagrosa de sus enfermedades.

La obra, dividida en tres libros, destaca por ser el primer estudio sistemático sobre lentes correctoras de la visión. El Libro Primero aborda la anatomía y propiedades de los ojos, discutiendo las condiciones esenciales para una buena visión. Además, clasifica los defectos visuales en naturales y adquiridos. El Libro Segundo, «De los remedios de la vista por medio de los antojos», presenta diez capítulos donde Daza explora la fabricación y diferencias entre anteojos cóncavos y convexos. También aborda la magnificación y reducción de imágenes, así como la graduación de los anteojos siguiendo una escala similar a la actual de dioptrías. El Libro Tercero consiste en cuatro diálogos entre un afectado, un óptico y un médico, donde detalla casos clínicos comunes en la determinación de cristales correctivos. También explica cómo operar de cataratas.

Aunque la obra de Daza pasó desapercibida en su tiempo, fue redescubierta en 1901 por el historiador Von Rohr, lo que hizo que otros autores conocieran la importancia de su trabajo en lo que se refiere al ámbito de los cristales correctores. Así, su contribución a la óptica y optometría es ahora reconocida como un hito en la evolución de esta ciencia. De ahí que el Instituto de Óptica del CSIC se denomine Instituto Daza de Valdés en su honor.

El autorIgnacio del Villar

Universidad Pública de Navarra.

Sociedad de Científicos católicos de España

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