Vaticano

El Papa alerta contra el activismo ante la Navidad: “no somos máquinas”

En la Audiencia de hoy, el Santo Padre León XIV ha alertado contra el activismo frenético en la preparación de la Navidad, y ha reflexionado sobre la inquietud del corazón de la que habla san Agustín. “No somos máquinas, sino hombres y mujeres con corazón”, ha dicho.  

Francisco Otamendi·17 de diciembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
El Papa, con niños de un coro en Navidad.

El Papa León XIV posa para una foto con estudiantes del Colegio Pontificio Pablo VI en Castel Gandolfo, Italia, después de asistir a su concierto de Navidad en el gimnasio del colegio el 16 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

Una tentación de estos días previos al nacimiento de Jesús en Navidad, y luego en las fiestas, es el activismo incluso frenético, ha dicho el Papa a los peregrinos de lengua francesa, los primeros a los que se sintetiza en las Audiencias las palabras del Pontifice.

Por eso, les ha invitado a ellos, y a los quince mil romanos y peregrinos presentes en San Pedro, a considerar que este “activismo frenético en la preparación de la festividad, acabaría siendo superficial y dando lugar a la decepción”.

En cambio, ha proseguido, “dediquemos tiempo a mantener nuestro corazón atento y vigilante mientras esperamos a Jesús, para que su presencia amorosa se convierta para siempre en el tesoro de nuestras vidas y nuestros corazones”.

Sociedad acelerada, búsqueda de resultados

A continuación, con el mismo hilo argumental, se ha dirigido a los de lengua inglesa, hablándoles de nuestra “sociedad acelerada”. 

En esta sociedad, “a menudo nos sentimos abrumados por las presiones y las expectativas de mayor eficiencia y resultados óptimos”, ha resaltado, quizá pensando también en las obligaciones de resultados trimestrales de las empresas que cotizan en el mayor mercado financiero del mundo, el neoyorquino Wall Street.

Cuando nos sintamos así, “recordemos las palabras que acabamos de escuchar del Evangelio de San Mateo: ‘Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón’ (Mt 6,21)”.

El Papa León XIV escucha a los estudiantes en un concierto navideño en el gimnasio del Colegio Pontificio Pablo VI en Castel Gandolfo, Italia, el 16 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

El tesoro de nuestro corazón

El tesoro de nuestro corazón “no son los bienes de este mundo, ni la prosperidad, ni el éxito, ni los logros admirables”, ha manifestado el Pontífice.

San Agustín, describió nuestro corazón como inquieto. “Esa inquietud no es arbitraria ni desordenada; está orientada hacia el cielo, cuyas puertas se nos abren gracias a la encarnación, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Si entramos en el dinamismo de su amor y gracia, él triunfará en nosotros, no solo en la hora de nuestra muerte, sino también hoy, ahora mismo, y todos los días de aquí en adelante”, ha invitado a todos.

Sus palabras a los de lengua española han dado un paso más todavía, si puede hablarse así, al subrayar que “no somos máquinas”.

Volver a lo esencial: “no somos máquinas”

“Jesús crucificado y resucitado nos hace una promesa: el corazón que lo busca no quedará desilusionado”. Y “nos ayuda a entender que en medio de los compromisos de cada día, con alto riesgo de dispersión, desesperación o de falta sentido, estamos invitados a volver a lo esencial de nuestra existencia”.

“El Señor nos recuerda que no somos máquinas sino hombres y mujeres con un corazón, que es la síntesis de nuestros pensamientos, sentimientos y afectos. Es el centro de nuestra persona”.

El tesoro, en el corazón, no en grandes inversiones financieras 

En su catequesis inicial, concluyendo ya el ciclo del Año Jubilar, sobre ‘Jesucristo nuestra esperanza”, el Papa había dicho: 

“Es, entonces, en el corazón donde se conserva el verdadero tesoro, no en las cajas fuertes de la tierra, no en las grandes inversiones financieras, hoy más que nunca enloquecidas e injustamente concentradas, idolatradas al precio sangriento de millones de vidas humanas y de la devastación de la creación de Dios”. 

El Papa León XIV muestra la raqueta de tenis que le regalaron los estudiantes y el personal del Colegio Pontificio Pablo VI en Castel Gandolfo, Italia, tras asistir al concierto de Navidad en el gimnasio del colegio el 16 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

La inquietud de san Agustín

La inquietud del corazón de San Agustín ha sobrevolado la meditación del Papa. “Con este adjetivo, ‘inquieto’, san Agustín nos hace comprender el impulso del ser humano que tiende a su plena realización. La frase completa remite al comienzo de las Confesiones, donde Agustín escribe: ‘Señor, tú nos hiciste para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti’ (I, 1,1)”.

Finalmente, el Papa ha concluido hablando del dinamismo de Dios amor. “Jesucristo, con su Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección, ha dado un fundamento sólido a esta esperanza. El corazón inquieto no se sentirá defraudado si entra en el dinamismo del amor para el que ha sido creado”.

Sacramento de la Penitencia y retiros espirituales

Minutos antes, León XIV no olvidó un elemento tradicional cristiano ante la Navidad, en este caso al dirigirse a los polacos: “Prepárense para la venida de Jesús, especialmente mediante el sacramento de la Penitencia y los retiros espirituales, donde experimentarán verdadera paz, alegría y sentido de la vid”.

El autorFrancisco Otamendi

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