Vaticano

El Papa apela al respeto integral del derecho humanitario en Tierra Santa

En un Aula Pablo VI abarrotada de peregrinos, el Papa León XIV ha efectuado un “fuerte llamamiento a las partes implicadas y a la comunidad internacional” por la paz en Tierra Santa, y a respetar integralmente el derecho humanitario. Además, en la fiesta de Santa Mónica, madre de san Agustín, ha propuesto “elegir cada día amar y dar la vida con libertad”.  

Francisco Otamendi·27 de agosto de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
Papa en audiencia general del 20 de agosto .

El Papa bendice rosarios y saluda a los fieles en la audiencia general del 20 de agosto de 2025 (Foto CNS/Vatican Media).

El Papa León XIV se ha unido esta mañana en la Audiencia general a la declaración conjunta de los patriarcados greco-ortodoxo y latino de Jerusalén de ayer. Los patriarcas han pedido poner fin a esta espiral de violencia de la guerra, y dar prioridad al bien común de las personas. En la misma línea, el Santo Padre ha realizado un “fuerte llamamiento” a las partes implicadas y a la comunidad internacional” por la paz en Tierra Santa, con «respeto integral al derecho humanitario».

El día 22 de agosto propuse una Jornada de ayuno y oración por nuestros hermanos y hermanas que sufren a causa de las guerras, ha manifestado el Papa León antes de dar la bendición. Hoy “vuelvo a dirigir un fuerte llamamiento para que se termine el conflicto en Tierra Santa, que tanto terror, destrucción y muerte ha causado”.

Liberación de rehenes y alto el fuego permanente

El Pontífice ha pedido que se libere a todos los rehenes, y se alcance “un alto el fuego permanente que facilite el ingreso seguro de las ayudas humanitarias, y se respete integralmente el derecho humanitario”. En particular, la obligación de todas las partes implicadas de evitar el uso indiscriminado de la fuerza, así como movimientos forzados de la población. 

Imploremos a María, Reina de la Paz, fuente de consuelo y de esperanza, su intercesión, para que obtenga la reconciliación y la paz en esa tierra tan querida para todos, ha concluido al final de la Audiencia.

Tema de la Jornada mundial de la Paz 2026

Las palabras del Papa León están en completa sintonía, como era de esperar, con el tema del mensaje que hizo público ayer el Vaticano para la Jornada mundial de la Paz 2026, que tendrá lugar el 1 de enero del año próximo. En el texto, invita a la humanidad a rechazar la lógica de la violencia y la guerra, para abrazar una paz auténtica, basada en el amor y la justicia. 

“Esta paz debe ser desarmada, es decir, no basada en el miedo, la amenaza o las armas; y desarmante, porque es capaz de resolver conflictos, abrir los corazones y generar confianza, empatía y esperanza. No basta con invocar la paz, hay que encarnarla en un estilo de vida que rechace toda forma de violencia, visible o estructural”.

“El saludo del Cristo Resucitado, “La paz sea con vosotros» (cf. Jn 20,19), es una invitación dirigida a todos —creyentes, no creyentes, responsables políticos y ciudadanos— a edificar el Reino de Dios y a construir juntos un futuro humano y pacífico”, concluye el mensaje hecho público ayer.

Amar y dar la vida libremente

En la Audiencia de hoy, el Papa ha reflexionado sobre el tema “La entrega. ‘¿A quién buscáis?” (Jn 18,4), el momento en el que Jesús fue arrestado en el huerto de los olivos.

El Evangelio no nos muestra un Jesús temeroso, que huye o se esconde, ha comenzado el Papa. “Por el contrario, nos revela un hombre sereno, que se entrega gratuitamente, manifestando así el amor más grande. En este gesto se encarna una esperanza de salvación para nuestra humanidad; es el hecho de saber que, aun en los momentos más oscuros, podemos ser libres de amar hasta el final”.

Precisamente esta libertad para amar ha sido el leit motiv de la meditación del Papa. “Jesús nos enseña que la esperanza cristiana no es evasión, sino compromiso. Esta actitud es fruto de una oración profunda, en la que se pide a Dios la fuerza para perseverar y permanecer en el amor”, ha dicho.

A continuación, ha recordado en sus palabras a los peregrinos de lengua española, que “hoy celebramos la fiesta litúrgica de santa Mónica y mañana la de su hijo, san Agustín”. 

“Pidamos al Señor, por la intercesión de estos queridos santos, que sepamos —siguiendo la lógica del Evangelio— amar y dar la vida de manera libre y gratuita, como lo hizo Cristo, nuestra esperanza. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

En la oscuridad de la prueba, el amor de Dios nos sostiene

En la vida no es necesario tenerlo todo bajo control. “Basta con elegir cada día amar con libertad”, ha subrayado en otro momento.

“Esta es la verdadera esperanza: saber que, incluso en la oscuridad de la prueba, el amor de Dios nos sostiene y hace madurar en nosotros el fruto de la vida eterna”.

Mirar con confianza a Cristo 

En sus palabras a peregrinos de diversas lenguas, se ha referido a la misma idea de libertad. Por ejemplo, a los de lengua alemana: “roguemos al Espíritu Santo que nos conceda también a nosotros, en las situaciones de dificultad y sufrimiento, la confianza y la libertad interior de Jesús, con las que se entregó a la buena voluntad del Padre y dio su vida por nosotros”.

Al terminar, se ha dirigido, como es habitual, “a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Mirad con confianza inquebrantable a Cristo, luz en las dificultades, apoyo en las pruebas y guía en cada momento de la existencia humana”.

El autorFrancisco Otamendi

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