Vaticano

El Papa bendice un mar de figuras del Niño Jesús, de la mano de san José

En el Ángelus del IV Domingo de Adviento, a las puertas del Nacimiento del Salvador, el Papa León IV ha bendecido en Roma cientos de figuras del Niño Jesús que llevaban niños y mayores. Además, ha destacado la fe de san José, que “deja la última orilla de sus seguridades y navega mar adentro en las manos de Dios”.

Redacción Omnes·21 de diciembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
Niños con figuras del Niño Jesús en Roma.

Los niños sostienen las figuras del Niño Jesús que colocarán en sus belenes tras ser bendecidas por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 21 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

El Belén ha sido una vez más, a las puertas de la Navidad, protagonista en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en el rezo del Ángelus. El Papa León XIV ha bendecido numerosas figuras del Niño Jesús, que portaban sobre todo niños, pero también mayores catequistas, y sus familias, “que colocarán en el pesebre de sus casas, de las escuelas y de los oratorios”.

Recen para los niños del mundo puedan vivir en paz

“¡Queridos niños, ante el pesebre, recen a Jesús también por las intenciones del Papa. En particular, recemos juntos para que todos los niños del mundo puedan vivir en paz. ¡Les doy las gracias!, ha manifestado el Papa, que hoy ha invitado en el Ángelus a detenerse en la figura de san José.

La iniciativa ha correspondido al Centro Oratorios Romanos, puesta en marcha en 1969 por san Pablo VI, y es la primera vez que el Papa ruega a los niños que recen por sus intenciones.

Un hombre sostiene una figura del Niño Jesús para que sea bendecida por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 21 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

San José: “frágil como nosotros, pero valiente y fuerte en la fe”

“Hoy, cuarto domingo de Adviento, la liturgia nos invita a meditar sobre la figura de san José. Nos lo presenta, en particular, en el momento en el que Dios le revela su misión en sueños (cf. Mt 1,18-24)”, ha comenzado el Papa su Discurso antes del rezo del Ángelus. 

De ese modo, ha dicho, “nos propone una página muy hermosa de la historia de la salvación, cuyo protagonista es un hombre frágil y falible –como nosotros– y, al mismo tiempo, valiente y fuerte en la fe.

Lo vemos cuando, aun antes de que el Ángel le revele el misterio que se está cumpliendo en María, frente a una situación difícil de comprender y de aceptar, “él no elige la vía del escándalo y de la condena pública a su futura esposa, sino el camino discreto y benévolo del repudio en secreto (cf. ibíd.)”, ha añadido el Sucesor de Pedro.

De esa manera, “demuestra que ha captado el sentido más profundo de su propia observancia religiosa: el de la misericordia”.

El Papa León XIV saluda a los peregrinos que le acompañan en el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 21 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

Deja seguridades y navega mar adentro

El Pontífice ha subrayado que “la pureza y la nobleza de sus sentimientos se vuelven aún más evidentes cuando el Señor, en sueños, le revela su plan de salvación, indicándole el rol inesperado que deberá asumir: ser el esposo de la Virgen Madre del Mesías”. 

Y ha destacado de modo especial la fe del santo Patriarca. “Aquí, en efecto, José, con un gran acto de fe, deja también la última orilla de sus seguridades y navega mar adentro hacia un futuro que ya está totalmente en las manos de Dios. San Agustín describe así su consentimiento: «A la piedad y caridad de José le nació de la Virgen María un hijo, Hijo a la vez de Dios» (Sermón 51, 30).

Piedad, caridad, misericordia, abandono en el Señor 

“Piedad y caridad, misericordia y abandono; estas son las virtudes del hombre de Nazaret que la liturgia nos propone hoy, para que nos acompañen en estos últimos días de Adviento, hacia la santa Navidad”.

El Papa ha alentado a practicar estas virtudes, “perdonando, animando, dando un poco de esperanza a las personas con las que vivimos y a aquellas que encontramos; y renovando en la oración nuestro abandono filial al Señor y a su Providencia, encomendándole todo con confianza”.

Que nos ayuden en esto la Virgen María y san José, que fueron los primeros en acoger a Jesús, el Salvador del mundo, con gran fe y amor, ha concluido el Papa.

El autorRedacción Omnes

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