Vaticano

El Papa: la muerte no es el final, y llamada al perdón y reconciliación

En la Audiencia de esta mañana, al reflexionar sobre la Resurrección de Jesús, el Papa León XIV ha manifestado que la muerte no es el final, sino el paso hacia la plena luz, hacia la dichosa eternidad. Además, ha lanzado un mensaje de reconciliación y perdón entre los pueblos. 

Francisco Otamendi·10 de diciembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
Papa León XIV recibe al presidente Zelensky

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, saluda al Papa León XIV durante una reunión en la residencia papal de Castel Gandolfo el 9 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media).

El Papa León XIV ha retomado esta mañana la catequesis del Año Jubilar sobre ‘Jesucristo, nuestra esperanza’, y ha meditado en torno a ‘La Resurrección de Cristo y los desafíos del mundo actual’. 

Al dirigirse en la Audiencia a los peregrinos de lengua francesa, inglesa y portuguesa, ha sintetizado la misma idea: “La muerte no es el final, sino el paso hacia la plena luz, hacia la dichosa eternidad”.

Polacos y alemanes: reconciliación y perdón son posibles

En su saludo a los polacos, se ha dirigido en particular a los organizadores y participantes de la conferencia dedicada al mensaje de reconciliación que los obispos polacos enviaron a los obispos alemanes hace sesenta años, y que cambió la historia de Europa. 

El Santo Padre ha alentado a que las palabras de ese documento —’Perdonamos y pedimos perdón’— “sean un testimonio para los pueblos en conflicto hoy de que la reconciliación y el perdón son posibles cuando surgen de un deseo mutuo de paz y un compromiso común, verdaderamente, por el bien de la humanidad. ¡Los bendigo a todos!”.

Lo mismo ha manifestado a los peregrinos de lengua alemana, al saludar a los participantes en la misma exposición sobre ‘Reconciliación para Europa’. “Les agradezco este importante evento y animo a todas las personas de buena voluntad a trabajar por la reconciliación y la paz entre los pueblos”.

Cultura de la muerte: mirar a Jesús

En la exposición inicial de la catequesis, León XIV ha comentado que la cultura actual tiende a tratar de evitar pensar en la muerte, pero ha invitado a mirar a Jesús, que pasó de la muerte a la vida.

“Como seres humanos, somos conscientes de que nuestra vida aquí en la tierra llegará a su fin. Nuestra cultura actual tiende a temer la muerte y trata de evitar pensar en ella, recurriendo incluso a la medicina y la ciencia en busca de la inmortalidad. Sin embargo, el pasaje evangélico que acabamos de escuchar nos invita a mirar con ilusión el amanecer de la Resurrección”.

Jesús pasó de la muerte a la vida como primicia de una nueva creación. “La luz de su victoria ilumina nuestra propia mortalidad, recordándonos que la muerte no es el final, sino un paso de esta vida a la eternidad”, ha señalado.

No temer a la muerte: una invitación a examinar nuestras vidas

Por lo tanto, “la muerte no es algo que temer, sino un momento para el que prepararse”, ha alentado. “Es una invitación a examinar nuestras vidas y vivir de tal manera que un día podamos participar no solo de la muerte de Cristo, sino también de la alegría de la vida eterna”.

“Para quienes creen en la Resurrección de Cristo, la muerte no es el fin, sino el principio de la eternidad. Como peregrinos de esperanza en esta vida, caminemos hacia su plenitud en la Casa del Padre”, ha dicho el Papa a los peregrinos de lengua portuguesa. 

Y a los de lengua árabe: “Los invito a reflexionar sobre el misterio de la muerte y la vida con esperanza, sabiendo que Cristo resucitado nos precedió en la prueba de la muerte, la venció y nos abrió las puertas de la vida eterna”.

Adviento y la Virgen María de Loreto

En varios momentos, el Papa ha invitado también a que “en este tiempo de Adviento, pidamos al Señor Resucitado que nos haga centinelas que preparen y aceleren el triunfo final de su Reino, el Reino del Amor” (lengua francesa).

Finalmente, a los romanos y peregrinos de lengua italiana, ha recordado que “hoy celebramos la memoria de la Santísima Virgen María de Loreto. Queridos jóvenes, aprendan a amar y a esperar en la escuela de María; queridos enfermos, que la Santísima Virgen sea su compañera y consuelo en su sufrimiento; y ustedes, queridos recién casados, encomienden su camino matrimonial a la Madre de Jesús”.

El autorFrancisco Otamendi

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