Vaticano

El Vaticano aclara el papel de María en la Salvación

La Nota Doctrinal "Mater Populi fidelis" precisa el papel de la Virgen María en la salvación y desaconseja el uso de ciertos títulos que generan confusión.

Redacción Omnes·4 de noviembre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos
Virgen María

Virgen María ©CNS/Lola Gómez

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha publicado hoy la Nota Doctrinal Mater Populi fidelis (“Madre del pueblo fiel”), un documento que aborda con profundidad teológica el sentido y los límites de ciertos títulos marianos, como Corredentora y Mediadora, así como la correcta comprensión de la cooperación de la Virgen María en la obra de la salvación.

El texto, firmado por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio, responde a numerosas consultas recibidas durante las últimas décadas sobre la devoción mariana. Su finalidad principal es clarificar el lugar de la Virgen en el misterio de Cristo, único mediador y redentor, y ofrecer criterios seguros frente a interpretaciones o expresiones inadecuadas difundidas incluso en redes sociales.

María, Madre e intercesora al servicio del único Redentor

La Nota reafirma la maternidad espiritual de María y su papel singular en la historia de la salvación, pero subraya que su cooperación debe entenderse siempre de modo subordinado a Cristo. “Es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María”, indica el texto, recordando que dicho término puede oscurecer la mediación única de Jesucristo y «puede generar confusión y un desequilibrio en la armonía de verdades de la fe cristiana».

Asimismo, el documento señala que María no es dispensadora de la gracia divina, sino intercesora y modelo de fe. «Solo Dios puede regalar la gracia y lo hace por medio de la Humanidad de Cristo, ya que ‘la plenitud de gracia de Cristo hombre la tiene como unigénito del Padre'», se lee en uno de los apartados.

Con un enfoque pastoral y ecuménico, la Nota doctrinal busca valorar la piedad popular mariana, especialmente la de los pobres que “encuentran la ternura y el amor de Dios en el rostro de María”, y al mismo tiempo evitar exageraciones teológicas que desvirtúen el mensaje evangélico.

El documento incluye un amplio desarrollo bíblico, patrístico y magisterial, y se inscribe en la línea del Concilio Vaticano II, que propone un culto mariano “orientado al centro cristológico de la fe cristiana, de modo que ‘mientras es honrada la Madre, el Hijo sea debidamente conocido, amado, glorificado’. En definitiva, la maternidad de María está subordinada a la elección del Padre, a la obra de Cristo y a la acción del Espíritu Santo».

“Más que poner límites, Mater Populi fidelis busca acompañar y sostener el amor a María y la confianza en su intercesión materna”, concluye el cardenal Fernández.

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