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R. Palomino: «La judicialización de todos los problemas conlleva una narrativa de vencedores y vencidos»

Un congreso en Oxford aborda las tensiones entre secularización y religiosidad identitaria, la desigual protección de la libertad religiosa y las diferencias estructurales con el modelo estadounidense.

Javier García Herrería·31 de julio de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Rafael Palomino

Los días 23 y 24 de julio se celebró en la Universidad de Oxford un congreso especializado en libertad religiosa y polarización, con especial atención a las cuestiones de índole jurídica. Uno de los ponentes fue el profesor Rafael Palomino, catedrático de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Conversamos con él sobre algunos de los temas abordados durante el encuentro.

En su intervención se aborda la judicialización de los conflictos sobre libertad religiosa y polarización en Europa. ¿Qué causas principales identifica en el creciente traslado de estos debates al ámbito judicial?

– Cada vez hay menos instancias no estatales compartidas por todos que tengan una autoridad reconocida para resolver conflictos sociales. Esto significa que trasladamos todos nuestros conflictos (desde los familiares hasta los grandes temas morales) a los tribunales de justicia.

Además, las reclamaciones sociales y las aspiraciones personales de todo tipo  se transforman o se traducen en derechos fundamentales; y puesto que la protección de esos pretendidos derechos corresponde a los tribunales de justicia, se produce aquí también una judicialización de los conflictos.

¿Y esto pone en riesgo la democracia?

– Así es. Entre otras cosas, el riesgo es que la judicialización conlleva inevitablemente una narrativa de vencedores y vencidos: no hay negociación, no hay diálogo, unos ganan y otros pierden, unos son recibidos con los brazos abiertos por el Estado, otros son repudiados. La sociedad civil se divide y la democracia se instrumentaliza.  

Muchas veces se vincula la polarización religiosa con la secularización. ¿Existe consenso entre los expertos sobre si la secularización está siendo reemplazada por un nuevo tipo de religiosidad pública o identitaria? 

– No existe acuerdo al respecto. Algunos expertos sostienen que la instrumentalización de la religión por los partidos populistas puede incluso acelerar la secularización. Pero los procesos nacionales son muy distintos entre ellos. Por ejemplo, en Italia la religión católica ha jugado un papel importante para la construcción de una religión civil cohesionadora, al margen de lo que los populismos hayan o no hayan defendido.

En Francia el populismo se ha señalado en contra del islam, pero no a favor del cristianismo, sino en defensa de la laicidad republicana. En Países Bajos no hay una asunción identitaria religiosa por parte de los actores políticos. Quizá sean Polonia y Hungría los países que sí han incorporado la identidad religiosa a la actuación política.

¿Se han discutido ejemplos de cómo los gobiernos europeos han gestionado de forma equilibrada (o no) la relación entre libertad religiosa y salud pública, por ejemplo durante la pandemia? 

– Esto sigue siendo un tema de interés para los expertos, a pesar de que ya han pasado algunos años. Hay dos elementos que se han criticado particularmente en relación con la situación de la libertad religiosa durante la pandemia. Primero, la falta de sensibilidad jurídica para limitar de forma proporcionada los derechos fundamentales, en especial la libertad religiosa, en situaciones en las que se compromete la salud pública.

Segundo, la discriminación de la religión respecto de otras actividades sociales que se consideran «esenciales»: hay una especie de sesgo o prejuicio somático conforme al cual el Estado entiende que los supermercados, las cafeterías, las peluquerías o los estudios de tatuaje son actividades esenciales, mientras que las actividades en lugar de culto no lo son: total, se argumenta, rezar se puede rezar en cualquier sitio…

Respecto a Estados Unidos, ¿qué diferencias estructurales se han destacado entre el modelo estadounidense y el europeo en cuanto al papel de la religión en el espacio público y la gestión del conflicto ideológico? 

– En general, parece que el Estados Unidos, en relación con Europa, la polarización social se ha agudizado mucho más sobre todo a partir de las presidencias de Obama, de forma que los dos grandes partidos, Republicano y Demócrata, absorben por completo el resto de identidades y de posturas en todos los posibles temas: inmigración, práctica de la religión, ideología de género, políticas identitarias, sanidad, etc. Parece que esto dificulta el entendimiento y el diálogo, tanto a nivel social como institucional. En Europa, sin embargo, no se ha llegado a esa situación tan marcada. 

Tiene alguna valoración del informe «The Next Wave: La próxima ola: cómo el extremismo religioso está recuperando el poder», realizado por el Foro Parlamentario Europeo para los Derechos Sexuales y Reproductivos 

– En alguna sesión del Seminario se ha comentado este informe, pues estaba en línea con el contenido de los temas tratados. Al margen del contenido específico del informe, pienso que no tiene nada de particular que distintos grupos, fundaciones o países (también secularistas, laicistas, promotores de los derechos reproductivos, etc., de ellos no trata el informe) apoyen o financien actividades en otros países o en otros continentes para favorecer su causa.  Probablemente este informe sea también fruto de ese tipo de financiación o promoción. 

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