¡Sed misioneros de ilusión!Obras Misionales Pontificias España presentó el 10 de junio la memoria de actividades. Lo más destacable de los datos es que España es otro año más el país del mundo que envía a más misioneros, llegando casi a los 10.000. De todos ellos, aproximadamente 5000 están en activo, más de la mitad son mujeres y la mayoría están en América.
Oración y contribución económica
Además de esta buena noticia, José María Calderón, director de la institución pontificia, explicó que los fondos puestos a disposición de Roma a lo largo de 2024 fueron superiores a los de 2023. Esto se debe en parte a una mayor recaudación, pero también a la disminución de costes de gestión y administración. El resultado ha sido la entrega de casi 15 millones de euros, repartidos entre 1.131 territorios de misión. Esto convierte a España en el segundo país que más dinero ha entregado a OMP.
Pero como subrayó Heliodoro Picazo, misionero que compartió su testimonio durante la rueda de prensa, el dinero no es lo único ni lo más importante de la contribución a las Obras Misionales Pontificias. Es esencial la oración para apoyar a los miles de hombres y mujeres que dejan todo y se marchan a evangelizar, muchos de ellos a lugares recónditos en los que su vida corre peligro.
Gracias al sacrificio de los misioneros, 1 de cada tres bautismos en el mundo tienen lugar en territorios de misión. Asimismo, aumentan las vocaciones nativas, se abren escuelas católicas, centros médicos y la fe se propaga por el mundo entero.
Faltan vocaciones de misioneros
A pesar de las buenas noticias, tanto José María Calderón como Heliodoro Picazo han mostrado su preocupación por la avanzada edad de la mayoría de misioneros. Estos cada vez son mayores, pero no hay suficientes vocaciones como para que tenga lugar un relevo generacional que asegure la continuidad de las misiones en todos los territorios.
En este sentido, los dos ponentes han destacado la importancia de la oración y de formar a los jóvenes en la fe cristiana, para que quienes se sientan llamados por Dios a ser misioneros respondan con generosidad a la invitación.
