El obispo auxiliar de Madrid, José Antonio Álvarez, ha fallecido la madrugada del 1 al 2 de octubre tras sufrir un infarto. Tenía 50 años y llevaba poco más de uno como obispo auxiliar de una de las diócesis más grandes de la cristiandad.
Toda la diócesis se encuentra conmocionada por la muerte de un obispo auxiliar muy querido y conocido por el clero madrileño, especialmente, por su vinculación al Seminario mayor de la diócesis.
Una vida dedicada a la diócesis de Madrid
La web de la archidiócesis de Madrid recoge los principales hitos de la vida de José Antonio Álvarez Sánchez. Este madrileño acababa de cumplir los 50 años y fue ordenado sacerdote el 18 de junio de 2000.
En estos casi 25 años de sacerdocio, su labor se había desarrollado de manera total en la archidiócesis de Madrid como Vicario parroquial de Nuestra Señora de la Fuensanta (1999-2001); capellán universitario en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (2000-2002); formador del seminario menor y profesor del colegio arzobispal (2001-2005).
También fue capellán de las Hermanas Oblatas de Cristo sacerdote (2003-2008); secretario personal de Mons. César A. Franco Martínez como obispo auxiliar de Madrid (2005-2014); y formador en el seminario mayor de Madrid (2008-2015). De 2015 a 2024, fue rector del seminario mayor de Madrid, tarea que abandonó al ser nombrado obispo auxiliar de Madrid el 23 de abril de 2024. Recibió la consagración episcopal el 6 de julio de 2024.
Desde entonces, su labor estuvo centrada en atender las necesidades de la diócesis madrileña que despedirá a su obispo auxiliar más joven, de manera solemne, en los próximos días.