Vaticano

León XIV creó una comisión para las víctimas de trata en Chiclayo

Antes de ser elegido Papa, León XIV, entonces obispo de Chiclayo (Perú), creó una comisión para ayudar a las mujeres a escapar de la prostitución forzada.

Agencia OSV News·23 de mayo de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
Robert Prevost León XIV

El Papa León XIV, entonces prefecto del Dicasterio para los obispos, durante una rueda de prensa en el Sínodo (CNS photo / Lola Gomez)

– OSV News / Carol Glatz

Antes de ser el Papa León XIV, el entonces obispo de Chiclayo (Perú), Robert F. Prevost, creó una comisión para ayudar a las mujeres a escapar de la prostitución forzada, cuenta una superviviente de la trata que trabajó con él.

Silvia Teodolinda Vázquez, de 52 años, dijo al diario argentino La Nación que conoció al Papa León cuando creó una comisión diocesana sobre migración humana y trata de personas en 2017.

Afirmando que le llamaba cariñosamente «padrecito», o «Padre Rober», Vázquez dijo a La Nación en una entrevista el 17 de mayo: «El día que le conocí me dijo algo muy bonito».

Habían terminado una reunión sobre el trabajo de la comisión, cuenta, y «se me acercó y, con ese tono de voz tan cálido que tiene, me dijo: ‘Silvia, sé que este trabajo es muy duro para ti por todo lo que has pasado cuando eras joven. Estoy muy agradecido por lo que estás haciendo por estas chicas, y te bendigo’. Fue muy conmovedor».

El Papa creó la comisión, que sigue activa, en 2017 para reunir a laicos, religiosos, religiosas y parroquias con el fin de ayudar a defender y prestar asistencia a migrantes vulnerables, refugiados y víctimas de la trata. Él fue el motor de todo su trabajo, dijo.

Ayuda a las mujeres inmigrantes

El entonces obispo Prevost estaba preocupado por la conexión entre el enorme flujo de migrantes venezolanos hacia Perú y el creciente número de trabajadoras sexuales, por lo que se reunió con miembros de las Hermanas de la Adoración del Santísimo Sacramento, que se dedicaban a ayudar a mujeres obligadas a prostituirse, y les pidió que se unieran a la comisión que estaba formando, dijo Vázquez a La Nación.

Las hermanas llevaban mucho tiempo luchando contra la trata de seres humanos y ofreciendo a las mujeres formas de mantenerse libres de explotación; la congregación fue galardonada en 2005 con el Premio TIP del Departamento de Estado de Estados Unidos por su labor.

Vázquez, superviviente de abusos sexuales, trata de seres humanos y prostitución forzada, dijo que una de las hermanas le tendió la mano en repetidas ocasiones, ayudándola a encontrar refugio y un nuevo trabajo. «Les estoy eternamente agradecida porque gracias a ellas pude salir adelante y llegar a ser lo que soy hoy. Fueron mis segundas madres», afirma.

Después pasó 15 años trabajando con las hermanas, impartiendo educación sanitaria a profesionales del sexo y promoviendo talleres que ofrecían oficios alternativos. Así fue como conoció al obispo Prevost.

Las hermanas trabajaron durante años con la comisión hasta que tuvieron que cerrar su convento de Chiclayo y regresar a Lima. La comisión del obispo Prevost se hizo cargo entonces del trabajo de las hermanas en la asistencia a las víctimas de la trata, y fue así como Vázquez empezó a trabajar directamente con la comisión, informó La Nación.

Vázquez y otras personas recorren las calles y van a los bares, donde obtienen permiso de los dueños para hablar con las mujeres, explica.

«Lo primero que les preguntamos es cómo están y qué necesitan», explica. También da su número de teléfono, «y muchos de ellos me llaman cuando quieren hablar o necesitan algo».

Albergue para mujeres en las afueras de Chiclayo

La comisión también construyó, con la ayuda de los vicentinos y Cáritas, un refugio de San Vicente de Paúl a las afueras de Chiclayo para las mujeres, dijo. Por el albergue han pasado más de 5.000 personas, la mayoría migrantes de Venezuela.

El futuro Papa León apoyaba todos los esfuerzos de la comisión y organizaba retiros espirituales para las víctimas de la trata y las trabajadoras del sexo, «muy concurridos en aquella época», cuenta Vázquez. También celebraba Misas y confesiones en los retiros.

«Coordinábamos todo con él», dijo. La comisión le entregaba informes mensuales sobre su trabajo, «que incluía desde hablar con las chicas en burdeles y bares para ofrecerles ayuda y oportunidades de trabajo, hasta ayudarlas a regularizar su situación migratoria y asistirlas con tratamientos para enfermedades y ropa para sus hijos.»

El nuevo Papa es «amable, muy cariñoso y tiene una forma muy agradable de tratar a la gente», dijo.

Cuando vio quién había sido elegido Papa el 8 de mayo, «lloró de alegría», dijo. Había ido a casa de una vecina para ver el anuncio por televisión y «mi vecina no lo entendía. Le dije que conocía muy bien al Papa. Tuve que enseñarle las fotos para que me creyera».


Este artículo se publicó primero en inglés en OSV News. Puede leerse el artículo original AQUÍ.

El autorAgencia OSV News

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