El 4 de julio del 2026 se celebrará el 250 aniversario de la independencia de Estados Unidos y se aportarán muchas luces a las raíces históricas y culturales de ese evento pues serán abundantes los congresos, reuniones científicas y documentos que se publicarán en estos meses.
Un buen ejemplo es el reciente trabajo del historiador y especialista en comunicación, Angel Luis Cervera Fantoni, centrado en la aportación de España en la independencia de Estados Unidos.
Recordemos que hace muy poco el profesor Nel deGrasse Tyson (Nueva York 1958) uno de los divulgadores científicos más influyente de Estados Unidos haya querido referirse al viaje de Colón y el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492 como uno de los hechos más importantes de la historia, pues con ese atrevimiento de seguir la ruta del oeste se logró interconectar dos mundos que habían quedado divididos: América del Norte y del Sur habían estado desconectados del resto de los continentes durante muchos siglos.
En efecto, a través del hecho fundamental del descubrimiento, comenzó la colonización americana basada en el intercambio cultural y en el sentido religioso y jurídico, pues los siguientes descubrimientos a lo largo y ancho de aquellos territorios, se plantearon buscando la evangelización de los naturales y la culturización de los mismos.
Basta con caer en la cuente que más del 60 % de los habitantes en Nueva España (México) en la independencia eran indígenas que estaban bautizados y muchos de ellos estaban alfabetizados y gobernaban sus tierras y tenían sus industrias. Es decir, la cultura y la civilización que implantó España no era la propia de Europa, sino que era completamente nueva: ni española, ni indígena, sino una síntesis de ambas que fue adquiriendo tonalidades y acentos según los diversos lugares.
De hecho, cuando se produjo la independencia de Estados Unidos y, sobre todo, después de la guerra de secesión, comenzaron los procesos de superación del racismo y de la esclavitud y en los Nuevas Estados Unidos comenzaron a actuar como en América del Sur creando una cultura y civilización nueva en aquellos vastos territorios.
De hecho, al igual que en el Sur se impuso el castellano pero se redactaron gramáticas y diccionarios para evangelizar aquellas tierras y para conservar muchas tradiciones locales, también en estados Unidos detuvieron el sistema inglés de “el mejor indio es el indio muerto”, para adoptar el sistema español.
El humanismo cristiano y la Escuela de Salamanca
Pero España hizo algo mucho más grande que descubrir América y fue llevar allí el humanismo cristiano que estaba brotando en Europa desde la Escuela de Salamanca y que convirtió el humanismo renacentista en un nuevo humanismo que se fue difundiendo desde España al mundo entero.
Efectivamente cumpliremos ahora, en 1526, los quinientos años del comienzo del magisterio de Francisco de Vitoria en la Facultad de Teología de la Universidad de Salamanca y con ese magisterio comenzaría también la amistad y los contactos de Vitoria y sus discípulos con los de más profesores y alumnos de la Universidad y, a través, de la movilidad académica y de los libros, las ideas de Vitoria llegaron a todas las universidades del mundo y de ahí a todo el pueblo cristiano.
Es muy interesante que las leyes de Indias españolas influyeron en los Estados Unidos y contribuyeron a crear un estado de derecho con la constitución americana. Es decir, el derecho protegía a la persona.
Precisamente, la dignidad de la persona humana era la clave para entender la Escuela de Salamanca y para entender sus características fundamentales. Si deseáramos resumir las aportaciones de la Escuela de Salamanca tendríamos sus características y constataríamos que la base estaba en loa dignidad de la persona.
Vitoria no sostenía su edificio teológico, económico, jurídico más que en la antropología humana. Por tanto, que el hombre tenga la dignidad de persona como imagen y semejanza de Dios, aunque no estuviera bautizado, sujeto de derechos y obligaciones, libre y capaz de poseer sus tierras y sostener a su familia hacía que no haya esclavos entre los indios: todos eran súbditos de la corona de Castilla.
La herencia del humanismo salmantino en América y Estados Unidos
Precisamente, la aprobación del precio justo, la limitación de los impuestos, el establecimiento de los préstamos en precario, el dominio de las tierras y el mercado libre que funcionaba en América y entre Europa y América.
La supresión de la esclavitud, admitir a los esclavos negros al bautismo hizo que debían ser tratados con delicadeza, no se les podía dar muerte, tenían derecho a comprar su libertad.
Es muy interesante la constitución de escuelas, universidades, hospitales, hospicios, ciudades hospital, y todo el entramado de las obras de misericordia, espirituales y materiales, puesto que el mandamiento de la caridad nunca fue tomado en la Iglesia beneficio de inventario.
Las ordenaciones de mestizos, cuarterones, indígenas comenzaron a superar la de los crilllos, de ese modo la civilización del Perú, Centroamérica, Ecuador o Colombia son especialmente llamativas.
Todo ese modo de actuar llegaría a la constitución americana y la democracia en el norte que recibía de Europa masas ingentes de población que se fueron incorporando a la fe, el derecho y la cultura que han hecho de Estados Unidos una nación grande y muy desarrollada.
En el mundo jurídico de Vitoria y de Soto, España tenía un título de presencia en América: llevar la fe, la cultura y el derecho, pero siempre respetando la libertad y la convicción de que no podías imponerse sino por la persuasión. Es importante que los 250 años de la independencia americana recuerden que los principios de la Escuela de Salamanca iluminaron Europas y América a través del humanismo cristiano. Si hoy deseamos salir del impase en donde nos encontramos una buena solución sería recuperar el humanismo salmanticense y convertirlo en una nuevo humanismo.
España en la independencia de Estados Unidos




