Esta mañana el Papa León XIV se reunió por primera vez oficialmente con el Colegio de Cardenales. La audiencia comenzó con una oración conjunta en latín, el Pater noster y Ave María. Durante su intervención, el Santo Padre expresó gratitud por el acompañamiento de los cardenales en un momento de transición doloroso, pero también lleno de gracia. “El Señor, que me ha confiado esta misión, no me deja solo con la carga de esta responsabilidad”, aseguró, destacando el valor de la comunión eclesial.
Al rendir homenaje a su antecesor, León XIV evocó la figura de Francisco como ejemplo de entrega y sencillez: “Lo han demostrado bien los ejemplos de muchos de mis predecesores, como el del Papa Francisco mismo, con su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida”.
El nuevo Pontífice propuso mirar el reciente cónclave y la muerte de Francisco como un momento pascual, “una etapa del largo éxodo a través del cual el Señor sigue guiándonos hacia la plenitud de la vida”.
Compromiso con el Concilio Vaticano II
En el corazón del discurso, León XIV reiteró su adhesión al camino de renovación eclesial iniciado con el Concilio Vaticano II, citando la Evangelii gaudium de Francisco como guía para esta etapa.
Concretamente hizo referencia a la importancia del primado de Cristo, la conversión misionera, la colegialidad y sinodalidad, y el diálogo con el mundo contemporáneo.
Explicación de su nombre
En un gesto significativo, reveló el motivo del nombre pontificio que eligió: “Precisamente, al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”.
El Papa León XIV deja claro que su pontificado estará atento a los grandes cambios tecnológicos y sociales que se gestan en nuestro tiempo, particularmente los vinculados al impacto global de la tecnología.
Un deseo para el mundo
Para cerrar su mensaje, León XIV recuperó palabras de san Pablo VI que hicieron eco en la sala como un llamado universal: “Que sobre el mundo entero pase una gran llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad”.
Un deseo que, según afirmó, debe transformarse en oración y compromiso concreto: “Que sean también estos nuestros sentimientos y, con la ayuda del Señor, los traduzcamos en oración y compromiso”.