Vaticano

Papa León XIV: Bartimeo nos ayuda a no perder nunca la esperanza 

En la audiencia general de este miércoles, el Papa León XIV ha reflexionado sobre el pasaje evangélico del ciego Bartimeo. Y ha asegurado que la actitud de Bartimeo ante Jesús nos ayuda a no perder nunca la esperanza, aun cuando nos sintamos solos y caídos, porque Dios siempre escucha ante nuestras enfermedades, tanto las del cuerpo como las del alma.

Francisco Otamendi·11 de junio de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
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El papa León XIV saluda desde el papamóvil mientras recorre la plaza de San Pedro en el Vaticano antes de su audiencia general semanal el 11 de junio de 2025. (Foto CNS/Lola Gómez).

El Papa ha retomado esta mañana en la Audiencia general el ciclo de catequesis del Año jubilar, ‘Jesucristo nuestra esperanza’, y ha centrado su meditación en el ciego Bartimeo. ‘¡Ánimo! Levántate, te llama!’ (Mc 10,49-52). En su alocución, León XIV ha alentado a llevar a Jesús “nuestras enfermedades, tanto las del cuerpo como las del alma, con la misma confianza que inspiró la oración de Bartimeo”.

En la catequesis de hoy reflexionamos sobre el pasaje evangélico del ciego Bartimeo, que nos sitúa frente a un aspecto esencial de la vida de Jesús, ha dicho el Papa Leon XIV. “Su capacidad de curar. Bartimeo, solo y tirado al borde del camino, cuando oye pasar a Jesús grita, sabe pedir, abandona su manto, corre hacia el Señor y recibe lo que ansiaba, recobrar la vista”.

“Dios siempre escucha”

“La actitud de Bartimeo ante Jesús nos ayuda a no perder nunca la esperanza, aun cuando nos sintamos solos y caídos, porque Dios siempre escucha. Como él, todos tenemos necesidad de que Jesús nos cure, nos levante y nos ayude a retomar el camino”, ha alentado el Pontífice.

Para ser sanados por el Señor. “pongamos también nosotros ante la mirada de Cristo, con fe y sinceridad, toda nuestra vulnerabilidad, sufrimientos y debilidades”, ha añadido el Santo Padre. “Seamos capaces además de no aferrarnos a nuestras aparentes seguridades, que muchas veces nos impiden caminar, y tengamos el valor de levantar la cabeza para recobrar nuestra dignidad”.

“¡Sigue gritando!”

“¿Qué podemos hacer cuando nos encontramos en una situación que parece sin salida? Bartimeo nos enseña a apelar a los recursos que llevamos dentro y que forman parte de nosotros. Él es un mendigo, sabe pedir, ¡es más, puede gritar!”, ha continuado el Papa.

“Si realmente deseas algo, haz todo lo posible por conseguirlo, incluso cuando los demás te reprenden, te humillan y te dicen que lo dejes. Si realmente lo deseas, ¡sigue gritando!

El grito de Bartimeo, relatado en el Evangelio de Marcos —’¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí!’(v. 47)— se ha convertido en una oración muy conocida en la tradición oriental, que también nosotros podemos utilizar: ‘Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy pecador’”.

“Bartimeo es ciego, ¡pero paradójicamente ve mejor que los demás y reconoce quién es Jesús! Ante su grito, Jesús se detiene y lo llama (cf. v. 49), porque no hay ningún grito que Dios no escuche, incluso cuando no somos conscientes de dirigirnos a él (cf. Éx 2,23)”, ha meditado el Papa.

Domingo de la Santísima Trinidad

En sus breves discursos a los peregrinos de diversas lenguas, el Papa ha alentado a llevar a Jesús nuestras enfermedades (lengua alemana). “Nuestras pruebas, nuestras limitaciones y nuestras debilidades, así como las de nuestros seres queridos. Llevemos también el sufrimiento de aquellos que se sienten perdidos y no encuentran una salida” (lengua francesa). 

“Mientras nos preparamos para celebrar la solemnidad de la Santísima Trinidad el próximo domingo, os invito a hacer de vuestros corazones una morada acogedora para el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. “Durante este Jubileo de la esperanza, que también nosotros recibamos la gracia de ver todas las cosas de nuevo a la luz de la fe, y de seguir al Señor en libertad y novedad de vida”. (lengua inglesa). 

Corazón de Jesús

“Os deseo que experimentéis en vuestra vida la obra del Espíritu Santo, para irradiar la alegría de la fe” (lengua china). “Saludo cordialmente a todos los polacos. En junio celebran la piadosa devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Les animo a cultivar esta tradición, confiando al Corazón de Cristo, fuente de vida y de santidad, sus preocupaciones y sus esperanzas. (lengua polaca). “Pidamos con fe al Señor que nos cure de nuestras enfermedades” (lengua portuguesa).

En los saludos en lengua española, se ha dirigido especialmente a “los grupos provenientes de España, Ecuador, Venezuela y México”. Precisamente una banda mexicana ha ambientado el recorrido de León XIV en el papamovil antes de la audiencia, en el que ha saludado de nuevo a numerosos bebés y niños pequeños aupados por sus padres y familiares.

En lengua española, el Papa ha invitado “a llevar con confianza ante Jesús nuestras enfermedades y las de nuestros seres queridos; a no ser indiferentes al dolor de los hermanos que se sienten perdidos y sin salida, sino a darles voz; seguros de que el Señor nos escuchará y actuará. Pidamos a Dios, por intercesión de María Santísima, que nos conceda la gracia de seguir a Aquel que es el Camino, Jesucristo nuestro Señor.”.

Oración por las víctimas en Graz (Austria)

Ya en lengua italiana, antes de rezar el Padre nuestro y dar la Bendición, ha rezado por las víctimas de la matanza en un colegio en Graz (Austria), y sus familiares. Varias centenares de personas han asistido a una Misa por las víctimas.

El Papa ha concluido la Audiencia recordando la solemnidad de la Santísima Trinidad. “Deseo que la contemplación del misterio trinitario os introduzca cada vez más en el Amor divino, para cumplir en toda circunstancia la voluntad del Señor”.

El autorFrancisco Otamendi

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