En vísperas de la Navidad llega a las librerías Hacia la patria del Amor eterno, una obra singular firmada por Luis Fernández Conde (Madrid, 1944), pensada para quienes desean contemplar el misterio cristiano desde la belleza de la palabra. Filósofo y periodista de formación, Fernández Conde propone un recorrido por ocho siglos de poesía religiosa en lengua castellana, desde los primeros textos medievales hasta voces contemporáneas.

La obra recoge poemas sobre el nacimiento e infancia de Jesucristo. “Es un recorrido a la vez estético y teológico”, explica el autor. Una combinación que, según subraya, permite leer la antología “incluso pausadamente, de forma contemplativa”, como quien avanza por una historia viva: la de la salvación.
Una regla de oro: las “tres P”
Preguntado por los criterios de selección de los poemas, Fernández Conde resume su método en una sencilla regla nemotécnica. “Escogía un texto poético cuando cumplía las tres condiciones siguientes: ser Piadoso, ser Popular y ser Poético”. Esta triple exigencia —contenido cristiano, claridad accesible y calidad literaria— imprime a la antología un carácter único.
“Quería que se pudiera disfrutar de la mucha belleza que encierran, y a la vez acercarse a una comprensión mayor de la fe cristiana mediante los recursos de la poética”, añade.
Un trabajo de investigación minucioso
La génesis del libro ha sido larga y meticulosa. Buena parte de la investigación la llevó a cabo en la Biblioteca Nacional: “Manejaba los originales, y así he podido encontrar textos inéditos, y cotejar otros publicados en versiones posteriores, consiguiendo corregir erratas, errores y alteraciones pegadizas”.
A los manuscritos antiguos se suman ediciones críticas fiables de grandes colecciones del siglo XX, lo que convierte este volumen en una herramienta de consulta rigurosa.
¿Qué inspira tanto a los poetas cuando hablan del Nacimiento de Cristo? Para Fernández Conde, la respuesta es clara: “Los mismos sentimientos —ternura, dolor, alegría, pobreza— que le ocurren a la Sagrada Familia y que son a la vez plenamente humanos y plenamente divinos”. Todo ello tiene un denominador común: “El Amor con mayúscula”. De ahí que tantos versos empleen el doble sentido del amor humano “vertido a lo divino”.
Una tradición que sigue viva
La antología evidencia —según su autor— la fuerza cultural y catequética de la poesía religiosa. “La poesía de contenido religioso ha estado presente siempre en la historia de la Iglesia como forma de expresión litúrgica y doctrinal”, recuerda. Villancicos, autos sacramentales, composiciones populares… Una memoria transmitida de generación en generación.
“La poesía cristiana popular sigue viva”, afirma. “Piensa en los villancicos en Navidad o en las saetas de Semana Santa”. Y añade un dato no menor: el mundo hispánico conserva probablemente “el corpus de poesía popular cristiana más importante del mundo”.
Un cuidado diseño editorial
La edición también destaca por su atención al detalle: un tamaño de letra grande, notas e introducciones en la misma página, bloques de estrofas visualmente claros, repeticiones indicadas con negritas. “Todo ello logra una captación visual unitaria del texto poético, mostrando la musicalidad que todo poema tiene”, explica el autor.
Además, el tomo incluye un sistema de índices pensado para facilitar la consulta de estudiantes, profesores, filólogos o lectores curiosos.
¿A quién se lo recomendaría? “A quienes quieran disfrutar de una lectura contemplativa y culturalmente enriquecedora”. Y también a quienes estudian la lengua española, pues esta antología ayuda a entender el trasfondo cultural de muchas expresiones del castellano.
Sorpresas entre manuscritos
En su labor de compilación, Fernández Conde ha descubierto joyas poco conocidas. “El trabajo iba de sorpresa en sorpresa”, admite. Entre ellas, una delicada seguidilla anónima incluida en un volumen de 1662, cuya emoción sencilla le atrapó desde la primera lectura:
Venid, venid al valle,
zagal divino,
que os convidan los aires
de mis suspiros…
¡¡Ay, Niño mío!!
¿Cómo, siendo Sol bello,
tembláis de frío?
Hacia la patria del Amor eterno



