Marko Rupnik, el sacerdote y artista esloveno de fama mundial, se enfrentará finalmente a un juicio canónico formal en el Vaticano por las graves acusaciones de abuso sexual, espiritual y de poder contra monjas de la comunidad Loyola de Lubliana.
El escándalo, cuyos hecho comenzaron en los años 80, sacudió a la Iglesia católica. Aunque las acusaciones iniciales se enfrentaron a la prescripción, el Papa Francisco ordenó levantar la prescripción para permitir que se llevara a cabo el proceso.
Última novedad en el proceso
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha anunciado la designación de los cinco jueces que conformarán el Tribunal encargado de este caso.
Para garantizar la autonomía e independencia de la investigación, el tribunal estará compuesto por mujeres y clérigos que no tienen ningún cargo en el Dicasterio ni en otros organismos de la Curia Romana.
Contexto del caso
Las víctimas denuncian que Rupnik, conocido por sus mosaicos en santuarios de todo el mundo (incluido el Vaticano), utilizó su posición como director espiritual para cometer los abusos.
Rupnik fue expulsado de la Compañía de Jesús en junio de 2023 por su «obstinado rechazo a respetar el voto de obediencia» y las medidas cautelares que le habían sido impuestas.
El caso ha generado un enorme debate sobre qué hacer con las numerosas obras de arte de Rupnik. Algunos santuarios, como el de Lourdes, han optado por cubrir o desiluminar sus mosaicos en solidaridad con las víctimas.
Las víctimas del exjesuita, a quienes la Compañía de Jesús ha ofrecido un proceso de reparación, han esperado durante años la justicia, un paso que ahora parece concretarse con la formación de este Tribunal. Rupnik no ha respondido públicamente a las acusaciones.