La fundación CARF, que ayuda a seminaristas, sacerdotes y religiosos de 130 países, organiza peregrinaciones a Roma, a Pamplona y a Tierra Santa. Pero en esta ocasión ha querido preparar algo más especial: pasar la Navidad conociendo la realidad de sacerdotes y seminaristas que viven su vocación en algunos de los países más vulnerables del mundo: Nigeria (con el sacerdote Emmanuel) Angola (con el seminarista Gonçalves), Venezuela (con el presbítero Humberto) y China (con el seminarista Xudong).
Un viaje a Nigeria
Si viajamos a Ikot Ekpene (Nigeria) conoceremos al sacerdote Emmanuel Enwenwen. Gracias a la ayuda al estudio proporcionada por los benefactores de la Fundación CARF, se forma actualmente en Comunicación Institucional en Roma.
Emmanuel destaca el contraste entre la grave persecución religiosa que sufre la Iglesia católica y el crecimiento de las vocaciones en su país. “Hace unos años, éramos beneficiarios de misioneros que venían a evangelizarnos. Hoy muchos nigerianos se han convertido en misioneros en distintas partes del mundo”, señala.
La Iglesia en Nigeria se enfrenta a numerosos retos a la hora de cumplir su misión espiritual y social. El principal es la inseguridad. Grupos insurgentes, bandidos y secuestradores atacan al clero, a los laicos e incluso los lugares de culto. Utilizan la violencia para perturbar las actividades pastorales y sembrar el miedo. “En algunas partes del país, la Iglesia se ha convertido en una ruta fácil hacia el martirio”, lamenta Emmanuel.
A pesar de este contexto, Emmanuel subraya que hay esperanza: “Gracias a una población joven y dinámica, la Iglesia tiene la capacidad de remodelar el paisaje moral de la nación. Además, con los muchos jóvenes que hay en los seminarios y los conventos, hay una gran esperanza de continuidad para el futuro”.
La Fundación CARF, que apoya la formación de seminaristas, sacerdotes y religiosos de 130 países, anima en estas fechas navideñas a no olvidar a los más vulnerables. Su invitación es clara: pensar en ellos, rezar por ellos y contribuir en sus necesidades para que, “después de formarse bien, celebren la Navidad este año y los siguientes, junto a su gente, a los que les explicarán que Dios se hizo hombre para llevar luz, calor y esperanza a los hogares de todo el mundo”.




