La Iglesia conmemora el 17 de mayo al religioso franciscano aragonés san Pascual Bailón, del siglo XVI, caracterizado por un ardiente amor a Jesús en la Eucaristía y a la Virgen María. El santoral celebra también a las santas italianas Julia Salzano y Antonia Mesina (de 15 años), al padre de familia chino san Pedro Liu Wenyuan, y al redentorista polaco beato Iván Ziatyk.
El Martirologio romano describe así a san Pascual Bailón: “En Villarreal, de la región de Valencia, en España, san Pascual Bailón, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, quien, mostrándose siempre diligente y benévolo hacia todos, honró constantemente con ardiente amor el misterio de la Santísima Eucaristía († 1592)”.
San Pascual: pocos estudios, pero dones de consejo y sabiduría
En efecto, san Pascual Bailón, al que llamaron Pascual porque nació en la vigilia de Pentecostés, fue de joven pastor de ovejas. En 1564 ingresó en la Orden de San Francisco. Vistió en Elche (Alicante) el hábito franciscano.
Era de origen humilde y con pocos estudios, y le destinaron a oficios de los hermanos legos. Pero tenía los dones de consejo y de sabiduría, y gran devoción a la Eucaristía y a la Santísima Virgen. El Papa León XIII le nombró patrono de las Asociaciones y Congresos eucarísticos. Fue beatificado 1n 1618 por el Papa Pablo V, y canonizado en 1690 por el Papa Alejandro VIII.
San Pedro Liu Wenyuan: perseguido y arrestado varias veces
San Pedro Liu Wenyuan nació en China, de familia pagana, en torno al año 1790, según el directorio franciscano. Por medio de un amigo conoció el cristianismo y se bautizó. Pronto lo arrestaron y lo condenaron, pero quedó libre. En 1814 lo arrestaron de nuevo y le desterraron a Mongolia, donde fue vendido como esclavo. Cayó enfermo, y de nuevo los amigos consiguieron llevarlo a casa. Quiso ayudar a familiares suyos perseguidos por ser cristianos, y acabó él mismo apresado. Murió en Guizhou (China) en 1834.