


El turismo internacional mantiene una alta correlación inversa con las tasas de natalidad. Correlación no implica causalidad, pero una hipótesis plausible es que la masificación del turismo se debe en gran medida a que las personas han dejado de tener hijos y tienen menos gastos fijos.
Según la Organización Mundial del Turismo, en 2024 las llegadas de turistas internacionales alcanzaron los 1.465 millones, el mismo nivel que en 2019 en numero absoluto, con un crecimiento anual compuesto del 4,5% entre 1964 y 2024, mucho mayor que lo que ha crecido el PIB mundial en dólares constantes y per capita, el cual desde 1964 ha crecido a una tasa anual compuesta de alrededor del 2,0%.
En porcentaje sobre la población, los turistas que viajan internacionalmente representaban el 3,20 % de la población global en 1964, mientras que en 2024 representan el 17,95 % (todavía ligeramente por debajo de 2019).
Por tanto, ni el crecimiento de la riqueza per capita ni el crecimiento de la población pueden explicar el enorme crecimiento del turismo en los últimos 60 años. Tiene que haber otros factores. Mi hipótesis es que uno de los más importantes, si no el que más, es la caída de la natalidad.
Según el Banco Mundial, la tasa de fertilidad (o fecundidad) mundial en 1964 era de 5,13 hijos por mujer. Desde entonces se ha desplomado hasta los 2,2 hijos por mujer en 2023, y es inferior a 2 hijos por mujer si excluimos el África subsahariana, donde las mujeres siguen teniendo, gracias a Dios, 4,4 hijos de media. En España, la tasa es de 1,12 hijos por mujer, en Italia 1,18, en EEUU 1,62, en Japón 1,20 y en Corea del Sur 0,72.
Tenemos que hacer algo para revertir la tendencia a la baja de la natalidad, especialmente en el mundo desarrollado. De otro modo, sectores como el turismo continuarán creciendo, pero cada vez más en “modo Imserso”, para después decrecer y desaparecer rápidamente.

Datenanalyst. Wissenschaft, Wirtschaft und Religion. Risikokapitalgeber und Investmentbanker (Profil auf X: @ChGefaell).