


En su primera entrevista como Pontífice contenida en el libro «León XIV: Ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI», el Papa trazó un posible mapa para navegar su pontificado. A escasos cuatro meses de su elección, el Papa decidió sentarse con la periodista Elise Ann Allen, corresponsal de Crux, y ofrecer su perspectiva sobre los temas más punzantes de la labor actual del sucesor de San Pedro: sobre el rol de Sumo Pontífice, su tarea como mediador o voz moral en un mundo atestado de conflictos bélicos, su relación con el liderazgo de la Iglesia en su país de origen, su postura ante los controvertidos temas del Synod of Synodality –como “la exigencia del reconocimiento del matrimonio homosexual”- la pregunta ante la celebración de misa tridentina y la financial position de la Santa Sede. Entre otros temas, el Pontífice confirmó con sus palabras que su afán ecumenista le llevará a Nicea a finales de noviembre.
Desde el inicio de su pontificado, León XIV ha advertido de la gran herramienta y el gran reto que es la Artificial Intelligence en nuestros tiempos, una de las motivaciones para elegir el nombre de León XIV, aludiendo a la respuesta de León XIII ante la revolución industrial.
En la entrevista, el Papa expresó su opinión ante el peligro de que la inteligencia artificial sustituya a la verdad y comentó una anécdota en la que él mismo fue víctima de una deepfake. Tras responder sin mucha duda ante las preguntas de la periodista, el mismo Pontífice añadió un toque único al concluir: “duermo bien, siento mucho la presencia del Señor, el Espíritu Santo está conmigo”.
El papel del Sumo Pontífice, relaciones bilaterales y multilaterales de la Santa Sede
“¿Cómo fui elegido para este cargo, para este ministerio? Por mi fe, por lo que he vivido, por mi comprensión de Jesucristo y del Evangelio”, con estas palabras explicó el Santo Padre aquello que más de 250.000 personas atestiguaron en la Plaza de San Pedro, donde, desde la vía de la Conciliazione, me encontraba reportando en directo para EWTN durante el habemus papam que nos erizó a todos la piel. Entre reporteros de grandes cadenas como Fox News, CNN y ABC News, los corresponsales de medios católicos compartían el peso de esas palabras: el peso que el anillo del Pescador tendría en el anteriormente cardenal Prevost.
“Dije que sí, estoy aquí. Espero ser capaz de confirmar a otros en su fe, porque ese es el papel fundamental que tiene el sucesor de Pedro”, explicó el Pontífice en su primera entrevista. Con ello, estableció las prioridades de su pontificado: llevar el Evangelio a los confines de la tierra.
Cuando se le preguntó si el Vaticano sería mediador en el conflicto en Ucrania explicó que el Vaticano ya se había ofrecido en diversas ocasiones como sede de negociaciones, sin embargo – y muy importante- añadió: “Yo haría una distinción entre la voz de la Santa Sede que aboga por la paz y un papel como mediador, que creo que es muy diferente y no es tan realista como lo primero”.
Clarificó que, según su entendimiento del pontificado, el papel del Papa hoy, en este tiempo, es principalmente el de “anunciar la Buena Nueva, predicar el Evangelio”. De ello se entiende que el Papa alce la voz por la paz, ya que los valores que la Iglesia promueve cuando se trata de crisis mundiales “no surgen de la nada, provienen del Evangelio. Vienen de un lugar que deja muy claro cómo entendemos las relaciones entre Dios y nosotros, y entre nosotros”. El Pontífice declaró decisivamente: “No veo que mi papel principal sea el de tratar de ser el solucionador de los problemas del mundo”.
En cuanto al conflicto en Oriente Medio, cuando se le preguntó sobre qué espacio tiene el diálogo en este momento entre Gaza e Israel, el Santo Padre admitió la dificultad de esta pregunta y subrayó el papel que Estados Unidos es muy grande cuando se trata de “presionar a Israel”. Aunque admitió no conocer la respuesta, aseguró que una cosa es cierta: además de resolver el urgente problema de la hambruna, existe el reto de llevar la asistencia médica a una situación que ha sido descrita por distintas organizaciones internacionales como “genocidio”. Sin embargo, confirmó que la Santa Sede no cree que puedan hacer una declaración oficial al respecto en este momento.
El Papa subrayó que el presidente Donald Trump ya ha hecho una aproximación a posibles soluciones, sin embargo, expresó su preocupación ante la falta de “una respuesta clara en términos de encontrar formas efectivas de aliviar el sufrimiento de la gente en Gaza». La periodista preguntó al Papa si tiene planificada una reunión con el presidente de Estados Unidos, a lo que contestó: “Creo que sería mucho más apropiado que el liderazgo de la Iglesia en Estados Unidos se comprometiera con él, muy seriamente.”
Con estas palabras subrayó un aspecto esencial sobre la manera en la que, posiblemente, gestionará algunas de las conversaciones con las cabezas de estado, detallando que la labor del Nuncio apostólico y de la Conferencia Episcopal será muy fuerte en cada país cuando se trate de estos temas. Agentes locales con conocimiento local, esta parece ser su aproximación a los debates que se sostienen dentro del país, como es el caso de la inmigración, a la que hizo referencia al citar la carta que el Papa Francisco envió a la Conferencia Episcopal de Estados Unidos al final de su pontificado.
No es posible ignorar la fuerza que tiene el hecho de que el Papa León XIV es el primer Papa estadounidense, por lo que, durante la entrevista. se le preguntó si esto podría marcar una diferencia o amplificar su voz cuando se dirija al país. El Pontífice hizo referencia inmediatamente a la Conferencia Episcopal Estadounidense cuando dijo: “Espero que a la larga marque una diferencia con los obispos de Estados Unidos… El hecho de que yo sea estadounidense significa, entre otras cosas, que la gente no puede decir, como lo hicieron con Francisco, «él no entiende a Estados Unidos, simplemente no ve lo que está pasando»”.
Declarándose plenamente norteamericano, fan de los White Sox, dijo que se sentía “plenamente estadounidense” pero que amaba mucho al pueblo de Perú y que ese amor forma una parte muy grande de su identidad. Con ello, admitió una comprensión de la vida de la Iglesia en América Latina, que yo interpreto como un aspecto que tendrá gran peso en la forma en la que se dirija al público internacional.
Una definición de la sinodalidad, la pregunta por la ordenación femenina, la pastoral LGBTIQ+
Durante la entrevista el Pontífice ofreció una definición de la sinodalidad. Explicó que es una “una actitud, una apertura, una voluntad de entender” a través del diálogo, que constituye un método importante de cómo vivir la misión de la Iglesia.
El Papa admitió que algunos obispos o sacerdotes se habían sentido amenazados por el desarrollo de esta escucha: «La sinodalidad va a quitarme autoridad», citaba. Una respuesta punzante: “De eso no trata la sinodalidad, y tal vez su idea de lo que es su autoridad está un poco desenfocada, equivocada. Creo que la sinodalidad es una forma de describir cómo podemos unirnos y ser una comunidad y buscar la comunión como Iglesia”.
Sin embargo, la aclaración más importante sobre la sinodalidad, en mi opinión, que hizo durante esta entrevista, es la siguiente: “No se trata de intentar transformar la Iglesia en una especie de Gobierno democrático”. Una declaración que, sin duda, recuerda su respeto a la jerarquía de la iglesia, la tradición y la doctrina, que es base y sustento de la Iglesia. Es decir, parece que el Pontífice intentaba decir que la metodología sinodal no es más que un proceso de escucha de las necesidades de la Iglesia en distintas partes del mundo y que aún queda mucho por hacer en ese sentido.
Algunos de los temas que se trajeron a colación durante el Sínodo de la Sinodalidad, fueron la gestión de la pastoral LGBTIQ+. Cuando se le preguntó cómo abordaría el tema dijo: “No tengo un plan en este momento” y subrayó que es un tema altamente polarizador dentro de la Iglesia, a lo que añadió “en este momento de la historia, estoy tratando de no seguir promoviendo la polarización en la Iglesia”.
Sin embargo, fue muy claro cuando dijo: “Me parece muy improbable, ciertamente en un futuro cercano, que la doctrina de la Iglesia cambie en términos de lo que enseña sobre la sexualidad y el matrimonio”.
Fue aquí cuando el Pontífice hizo una apología al matrimonio: “la familia es un hombre y una mujer en un compromiso solemne, bendecidos en el sacramento del matrimonio”. El Pontífice expresó su preocupación por el apoyo a la “familia tradicional”. Padre, madre e hijos, detalló. Explicó que éste es el bloque de construcción básico que ha sido atacado en las últimas décadas.
Confesó que en su propia vida la influencia de su familia ha sido clave al moldear la persona que él es: “Yo soy quien soy porque tuve una relación maravillosa con mi padre y mi madre. Tuvieron una vida matrimonial muy feliz durante más de cuarenta años”.
Además, añadió que es consciente del panorama en el que existe una presión por la aprobación del matrimonio homosexual o el “reconocimiento de las personas trans”, a lo que respondió que las personas serán «aceptadas y recibidas” en la Iglesia, que los sacerdotes escucharán confesiones “de todo tipo de personas”, pero que “la enseñanza de la Iglesia continuará como está”.
Sobre la ordenación de las mujeres diaconisas explicó que no tiene intención de cambiar la doctrina de la Iglesia sobre este tema, pero que está dispuesto a seguir escuchando las conclusiones de los grupos de estudio, como el del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Pocas palabras sobre la misa tridentina
En respuesta a la pregunta a las “muchas cartas” que han llegado al Vaticano en torno a la “misa en latín”, el Pontífice respondió con naturalidad: “Bueno, se puede decir misa en latín ahora mismo. Si es el rito del Vaticano II, no hay problema. Obviamente, entre la misa tridentina y la misa del Vaticano II, la misa de Pablo VI, no estoy seguro de hacia dónde va a ir eso. Es obviamente muy complicado”.
Añadió que la complicación surge de que, en su opinión, el tema se ha convertido en una herramienta política. Admitió que espera poder conversar con un grupo de personas que abogue por el rito tridentino para sentarse y hablar sin que la conversación se convierta en una sobre ideologías. Porque, según ha expresado desde el inicio de su pontificado, la unidad y comunión en la Iglesia es para él una prioridad.
Las reformas a continuación de Praedicate Evangelium y la situación financiera de la Santa Sede
El Pontífice explicó que la finalidad de Praedicate Evangelium era poner a la Santa Sede al servicio del ministerio del Papa y de los obispos locales y encontrar una manera de organizar la Santa Sede para que esté al servicio del pueblo de Dios. Sin embargo, admitió que la Santa Sede es una organización humana y que por ello tiene “aspectos a mejorar”. Aspectos que hemos visto acentuados en escándalos financieros, como el de la compraventa de un inmueble en Sloane Avenue, que resultó en una pérdida de más de 100 millones de euros para la Santa Sede.
El mismo Pontífice hizo referencia a este caso: “Tenemos que evitar las malas decisiones que se tomaron en los últimos años. Se le dio gran publicidad a la compra de este edificio en Londres, en Sloane Avenue, y cuántos millones se perdieron por eso”.
Sobre la situación financiera de la Santa Sede el Papa explicó que “varias unidades financieras de la Santa Sede están funcionando bien” y citó el informe de 2024 de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica. Con optimismo admitió que no cree que la crisis financiera haya terminado, pero que es un tema que no le “quita el sueño”, e invitó al mismo Vaticano a cambiar la narrativa para que la Santa Sede sea de nuevo atractiva para quienes quieran aportar donaciones. Es decir, ofrecerles la seguridad de que el dinero concedido será bien gestionado.
Explicó que al decir que “el Vaticano a menudo ha dado el mensaje equivocado” no está invitando a cambiar el mensaje solo por cambiarlo, sino a mostrar con más fuerza que existe una cierta estabilidad.
Por el momento, concluyó que su reforma, ahora, se enfocará en otro tema: consistirá en mejorar la comunicación entre dicasterios, para que no ejerzan un trabajo aislado sino en cooperación, algo que ya consideraba importante desde su tiempo como cabeza del dicasterio para los obispos.
El ecumenismo: un viaje a Nicea, Turquía
“Una de las heridas más profundas en la vida de la Iglesia actualmente es el hecho de que como cristianos estamos divididos”, con estas palabras, el Papa repitió que uno de los objetivos de la Iglesia hoy en día debe ser la unidad. Para materializar esta propuesta, aseguró que uno de sus proyectos es la celebración del 1700 aniversario del Concilio de Nicea: “Yo estoy muy interesado en esto y, con suerte, iré a Nicea a finales de noviembre”. Lo que, según la propuesta de Francisco, sería una reunión con el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé, se ha convertido en una petición por parte de León XIV de extender la invitación a “líderes de muchas diferentes religiones o comunidades cristianas”.
Lo siguiente en su agenda: “encontrar una fecha común para la Pascua”. El Pontífice admitió que se han dado algunos pasos para ello, sin decir si se ha logrado un progreso o no. Definitivamente, será un tema bajo estudio en el Vaticano.
La inteligencia artificial: deepfakes
“Va a ser muy difícil descubrir la presencia de Dios en la IA”, admitió el Papa León en su entrevista. Sin presentar un tono pesimista, celebró los grandes avances de esta tecnología y el impacto que podría tener en el campo de la medicina. Sin embargo, admitió que le preocupa el tema de la verdad y el impacto que la creación de un “mundo falso” tendría en la población mundial.
¿Encontrar a Dios en la Inteligencia artificial? El Papa explicó que “en las relaciones humanas, podemos hallar al menos signos de la presencia de Dios”, en el respeto mutuo, en el trabajo por la paz, que según el Papa, son valores que surgen “de una comprensión real del maravilloso regalo que Dios nos dio como seres humanos”. León añadió que, en este caso, es tarea de la Iglesia alzar la voz, porque si no lo hace, ella misma se convertirá en “un peón más”.
El Papa relató una anécdota sobre lo que denomina ese mundo falso y el peligro de los deepfakes: “Un día, hablando con alguien, me preguntaron: «¿Estás bien?». Y yo dije: «Sí, estoy bien, ¿por qué?». «Bueno, te caíste por un tramo de las escaleras». Yo dije: «No, no me caí», pero había un vídeo en alguna parte donde habían creado un Papa artificial, a mí, cayendo por un tramo de unas escaleras mientras caminaba, y aparentemente era tan bueno que pensaron que era yo”.
Sobre su identidad
La entrevista reveló rasgos fascinantes sobre su identidad. El Papa León XIV se presentó como un hombre que valora la privacidad y admitió que ese fue uno de los aspectos que más sufrimiento le causó en el momento de su elección: “Francamente, no es nada fácil renunciar a todo lo que eras y tenías en el pasado y asumir un rol que es de veinticuatro horas al día, básicamente, y tan público. Se sabe todo sobre mí, pasado, presente, etcétera, y las responsabilidades y la misión en sí”, dijo. Admitió que asumir el papado ha sido para él una peregrinación entre “la muerte y la vida”, una imagen típica de este año jubilar.
Tras citar, en múltiples ocasiones, a su predecesor, el Papa Francisco, el Papa León XIV recordó un momento que se vivió muy intensamente aquí en Roma: la última aparición de Francisco en la logia central de la Basílica de San Pedro el día de la Pascua de Resurrección. Su dificultad para hablar, razón por la que no leyó su propio discurso, en el que él expresaba con decisión que no estamos hechos para la muerte sino para la vida eterna y que la Resurrección de Cristo es prueba de ello. Palabras que escuchamos muchos periodistas en esa ocasión y que conservo en mi mente con gran afecto…
En definitiva, su mensaje ha tenido gran impacto en el actual Pontífice, pero las reformas e iniciativas que León XIV lleve a cabo como el nuevo sucesor de San Pedro serán muy suyas. Las decidirá, con la libertad y responsabilidad que tal cargo le otorga. Veremos la huella de su fe, de lo que ha vivido, su comprensión de Jesucristo y del Evangelio.
Corresponsal de EWTN en el Vaticano