El P. Antonio Spadaro ha anunciado que publicará un libro titulado «De Francisco a León XIV», en el que recogerá declaraciones del Papa León XIV cuando todavía era cardenal.
En esta obra, el cardenal Robert Francis Prevost recuerda una conversación con el Papa Francisco, en la que el romano pontífice difunto expresó su «deseo-opinión» de que Judas hubiera sido salvado. Papa Francisco le mostró entonces una foto de una talla, que se encuentra en una catedral gótica de Francia, en la que se vio una imagen de Judas, después de haber quitado la vida, y Jesús al lado de él, sosteniendo el cuerpo de Judas entre sus brazos.
El Papa Francisco añadió: «no hay nada dogmático en esto, ¿qué podría significar? No hace falta entrar en toda la cuestión del cielo y el infierno; sí, existen, pero ¿es posible pensar que la misericordia de Dios pueda alcanzar incluso al peor de los pecadores?».
¡La salvación eterna! ¡La gran pregunta! ¿Todos ya salvados? ¿El infierno vacío?
Lo que el Señor ha querido dejar en el misterio, dejémoslo en el misterio. No vayamos más allá de lo que nos ha sido revelado. Hay una expresión tremenda de Jesús referida a Judas: «el Hijo del hombre se irá, tal como está escrito de Él, pero ¡ay de aquel que lo traiciona! Más le valiera a ese hombre no haber nacido. Acaso seré yo, Rabí, dijo Judas, el que lo iba a traicionar . Y Él le dijo: Tú lo has dicho» (Mt 26, 24).
Nos ha sido revelado también que Jesús rezó en la Cruz por los mismos que le había llevado al suplicio ya la muerte: «Padre, perdonalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).
En fin, para no alargarnos más: dejemos en el misterio de Dios lo que Dios ha querido dejar en el misterio de su sabiduría y de su misericordia.