Octubre: mes misionero por excelencia

En nuestra Iglesia española, la misión ocupa un lugar grande, importante. Ojalá no dejemos que decaiga, no permitamos que se apague la mecha.

1 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos
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El pasado mes de junio las Obras Misionales Pontificias de España presentábamos la memoria de nuestras actividades y resultados del año 2024. Sinceramente… lo podemos hacer con alegría porque los datos son buenos, el trabajo es espectacular y los resultados… ¡muy ambiciosos!

Pero no es mérito de este que escribe, ni de los que formamos parte de esta gran familia que son las Obras Misionales Pontificias en España, con sus setenta delegaciones diocesanas. Al menos no es sólo mérito nuestro… es de todos los que, con una generosidad grande, nos apoyan, nos avalan, nos animan, comparten su tiempo, sus talentos… ¡su dinero!

Tengo la suerte de representar, ante la Santa Sede, la labor misionera que realizamos los cristianos españoles, o, mejor, los cristianos que vivimos nuestra fe en España… y todo son felicitaciones y agradecimientos por parte de quien es cabeza del Dicasterio para la Evangelización, el Pro-prefecto cardenal Tagle. Y no me lleno de vanidad, pero sí de alegría y de ilusión por el trabajo que nos toca realizar.

Y es que España, y los que vivimos en este precioso país, somos muy misioneros y tenemos un gran bagaje misionero en nuestra conciencia y ánimo. El próximo año, 2026, celebraremos los 100 años del DOMUND en el mundo entero y, en concreto, en España, los 100 años del nombramiento del primer director nacional de las OMP. Y, sinceramente, creo que ese sacerdote, D. Ángel Sagarmínaga, fue un grandísimo apóstol de las misiones. Y tras él han venido hombres como Mons. Francisco Pérez o D. Anastasio Gil, todos ellos entregados a la causa de la misión.

Hoy en nuestra Iglesia española, la misión ocupa un lugar grande, importante. Ojalá no dejemos que decaiga, no permitamos que se apague la mecha. Recen por el director nacional actual y por los que vengan detrás, para que seamos dignos sucesores de quienes hicieron de la misión una cruzada, y porque España, un año más, este de 2025, siga siendo un ejemplo de Iglesia misionera para el mundo entero.

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

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