Repensando la educación

La educación actual sufre desorientación profunda al priorizar medios técnicos sobre valores esenciales, dejando a jóvenes "desheredados" de su legado cultural. Sin embargo, emergen faros de esperanza en diversas iniciativas.

4 de junio de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
repensando educación

Existe una innegable desorientación en la educación. No hablo solamente del sistema educativo reglado, sino de la irrenunciable labor educativa que todos tenemos, especialmente los padres.

Sin duda estamos en un momento de grandes medios técnicos, con una tecnología puntera puesta a nuestra disposición, con la Inteligencia Artificial facilitando nuestro trabajo, con mayores y mejores estudios sobre el propio cerebro humano y sus mecanismos internos… pero estamos más perdidos que nunca. Porque, como dice el adagio, ningún viento es bueno si el marinero no sabe a dónde va.

No sabemos dónde vamos porque, en lo más profundo, hemos puesto en tela de juicio nuestra propia civilización y hemos renunciado a transmitir el sistema de valores que nos han legado nuestros mayores. Como denunciaba François-Xavier Bellamy en su obra Los desheredados nuestra generación siente un rechazo a transmitir a los jóvenes nuestra propia tradición cultural. Y con ello hemos desheredado a nuestros propios hijos de ese patrimonio vital tan necesario para caminar en la vida. Los hemos dejado desheredados y desorientados.

Sin rumbo claro

Cuando no se sabe a dónde ir, cunado no se tiene un porqué, lo único que queda es el cómo. No sabemos hacia dónde vamos, pero seguimos caminando. Nos quedamos en los medios. Por eso tenemos una educación sin alma, sin un objetivo, puramente de subsistencia. Llena, eso sí, de burocracia, de ese tipo de papeleo que nos exigen para demostrar que el sistema funciona, pero que en el fondo es un simple pretexto a cumplir para que no puedan decirnos que no hemos cumplido. Lo de siempre, cumplimiento. Cumplo y miento. 

El resto de males del sistema educativo son inevitables consecuencias: profesores desmotivados y quemados, falta de autoridad, alumnos frágiles emocionalmente, fracaso escolar encubierto, desmotivación…

Pero siempre, cuando hay oscuridad, hay estrellas que brillan en el horizonte. Personas que lejos de quejarse de lo mal que van las cosas ponen sus capacidades para abrir horizontes esperanzadores. Vigías en la noche que anuncian el amanecer.

La propuesta de Fabrice Hadjadj

Estos días hemos podido saber de la iniciativa que Fabrice Hadjadj está poniendo en marcha en España: Incarnatus. Como él mismo define en su presentación «algo nuevo está naciendo… Un fuego discreto. Una semilla que germina. No es un curso, no es un campus, no es un producto. Es un movimiento. Es una voz que regresa desde lo alto y desde lo profundo». 

En esa misma dirección apunta también la pedagoga Catherine L’Ecuyer que está poniendo en marcha distintas iniciativas encaminadas a hacer reflexionar y a la vez movilizar a todos los agentes educativos sobre el tipo de educación que necesitan nuestros jóvenes. Sus obras Educar en el asombro, Educar en la realidad y Conversaciones con mi maestra, nos hacen redescubrir un modelo de educación clásico que es ala vez tremendamente actual y auténticamente revolucionario.

Y una estrella más ha llegado a mis manos en estos días iluminando en esta misma dirección. Se trata del último libro de Andrés Jiménez Abad, Repensando la educación (Eunsa). El subtítulo es iluminador del contenido del libro y de la dirección en la que apunta. Claves para una educación centrada en la persona. Continuando la escuela de Abilio de Gregorio y de Santiago Arellano, este filósofo y pedagogo nos ofrece propuestas concretas para educar con la vista puesta en la centralidad de la persona. Aboga por una educación personalizadora que lleve a plenitud el proyecto de vida de cada uno de los educandos. Una intuición que ha guiado a Andrés Jiménez Abad a poner en marcha diversas iniciativas educativas entre las que destacan los encuentros Foruniver y el foro pedagógico Ágora

Sí, creo como señala Fabrice Hadjadj que algo nuevo está naciendo. Estamos en un tiempo complejo, pero se intuye también un cambio de ciclo. Y hay algunas estrellas que nos marcan el camino a seguir en la noche.

Ajustemos las velas y busquemos el viento que nos lleve a puerto seguro.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

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