Kimberley Heatherington (OSV News).
Dependiendo del contexto, el concepto de pronatalismo –animar a las personas a tener hijos o promover la maternidad– puede ser motivo para celebrar el papel fundamental de la familia en la sociedad. Una visión tecnoelitista de un futuro poblado por seres humanos diseñados para tener rasgos específicos. O una expresión vergonzosa de nativismo antiinmigrante.
¿Cuál es la diferencia?
La definición que se encuentra en el Diccionario de Cambridge ilustra la complejidad de llegar a un entendimiento universal. Afirma rotundamente que el pronatalismo es “la idea de que es importante tener hijos para aumentar el número de personas en un país, especialmente el número de personas que no son inmigrantes”.
Bueno, no, no siempre.
“Fundamentalmente, cuando hablamos de pronatalismo, nos referimos a personas que piensan que no es bueno que la fertilidad sea tan baja. Así que, si crees que sería bueno que tuviéramos más bebés, eres pronatalista”, explicó Lyman Stone, investigador principal y director de la Iniciativa Pronatalista del Instituto de Estudios de la Familia.
“Ahora bien”, continuó, “te puedes encontrar diciendo: ‘Pero eso no parece ser lo que piensa la mayoría de las personas que se describen como pronatalistas en los medios de comunicación; parecen un poco raras’.
Esto se debe a que la gente piensa que debería haber más bebés por muchas razones diferentes, y ven el problema de la baja fertilidad como un problema por muchas razones diferentes”.
Por qué la baja fertilidad es un problema. Primero, pronatalismo económico
¿Cuáles son algunas de las razones por las que la gente podría considerar que la baja fertilidad es un problema? Stone identificó tres.
“El primer conjunto de razones podría denominarse estructural o económico”, señaló. “”Necesitamos bebés porque, si no los tenemos, ¿quién pagará la Seguridad Social?” O bien: “Si no tenemos bebés, ¿quién será la fuerza laboral que impulse el crecimiento económico o la innovación? ¿Quién servirá en el ejército y nos defenderá?”.
“Básicamente, esta perspectiva dice que necesitamos bebés porque son útiles para otras personas”, afirmó Stone. “Yo lo llamo pronatalismo económico o estructural”.
Segundo, pronatalismo por la comunidad
“El segundo tipo de pronatalismo”, continuó, “diría que la baja fertilidad es un problema porque hay una comunidad que es intrínsecamente valiosa y que merece la pena perpetuar”.
Pero Stone dijo que las razones detrás del “pronatalismo comunitarista” pueden variar mucho. Por un lado, puede tener “motivos totalmente razonables e inocuos, como: ‘Quiero que la comunidad de mi linaje familiar continúe, así que voy a tener hijos’. Pero también puede incluir, por ejemplo, a personas que piden más bebés blancos por una ideología de superioridad blanca.
“Eso no es inocuo”, dijo. “Del mismo modo que hay muchas variedades de pronatalismo estructural económico, hay muchas variedades de pronatalismo comunitarista”.
Tercer tipo, “pronatalismo individualista”
Dijo que el tercer tipo de pronatalismo es el “pronatalismo individualista”.
“Básicamente, dice que la razón por la que es un problema que la fertilidad sea baja es porque la gente quiere tener más hijos de los que tiene, y claramente hay barreras que se lo impiden. Y, concluyó Stone, “es realmente extraño que vivamos en una sociedad en la que la gente sistemáticamente no tiene las familias que desea tener. Eso es intrínsecamente malo”..
La disminución de las tasas de fertilidad, un fenómeno mundial
En julio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. informaron que la tasa de fertilidad en EE. UU. cayó a su nivel más bajo en 2024, con 1,62 hijos por mujer. A principios de la década de 1960, la tasa era de 3,5; en 1976, era de 1,7. En 2007, Estados Unidos aún contaba con una tasa de natalidad que garantizaba que cada generación tuviera suficientes hijos —alrededor de 2,1 bebés por mujer— para reemplazarse a sí misma.
Las tasas de natalidad en Europa son comparables a las de Estados Unidos, con Francia en 1,64 bebés por mujer; el Reino Unido en 1,54; Alemania en 1,46; España en 1,21; e Italia en 1,2.
Pero la disminución de las tasas de fertilidad es un fenómeno mundial. En Asia, la tasa de natalidad de la India es de 1,94 bebés por mujer; la de Filipinas, de 1,88; y la de Corea del Sur, de 0,75.
En América, la tasa de natalidad de Guatemala es de 2,26 bebés por mujer, mientras que la de México es de 1,87 y la de Argentina, de 1,51.
Salvo en África
Los cinco países que, según las Naciones Unidas, tienen las tasas más altas de número de hijos por mujer se encuentran en el continente africano. Son Chad (5,94), Somalia (5,91), la República Democrática del Congo (5,90), la República Centroafricana (5,81) y Níger (5,79).

Puntos de vista culturales y pronatalismo
“Creo que el legado de la bomba demográfica —el mito de la superpoblación— sigue presente en el debate”, afirma Patrick Brown, investigador del Centro de Ética y Políticas Públicas de Washington. “Si nos fijamos en las encuestas de opinión pública, casi tantos estadounidenses piensan que nuestro problema es tener demasiados bebés a nivel mundial, frente a un futuro en el que no tendremos suficientes”.
La otra cara de la moneda, según Brown, “es la idea de que si hablamos demasiado abiertamente sobre la tasa de natalidad, acabaremos obligando a las mujeres a tener hijos, es decir, a embarazos forzados. Les quitaremos sus derechos, algo parecido a lo que se ve en ‘El cuento de la criada’, que es lo que se oye decir a la izquierda”.
Las seis temporadas de ‘El cuento de la criada’ en Hulu y la novela homónima de Margaret Atwood describen un estado totalitario y teocrático que sustituye a los Estados Unidos de América. Las criadas son una casta de mujeres obligadas a la servidumbre sexual en un intento de repoblar el mundo.
La simple apatía: tampoco pasa nada…
Sin embargo, la simple apatía puede ser otro reto para el pronatalismo.
Creo que en gran parte se trata simplemente de un cambio cultural que dice: “Si quieres tener un hijo, estupendo; si no quieres tenerlo, tampoco pasa nada. No hay nada realmente correcto o incorrecto. No hay ningún valor social en ello. Se trata simplemente de una cuestión de consumo, de preferencias individuales. ¿Y quiénes somos nosotros para decir que tener hijos es mejor que no tenerlos?”, explicó Brown.
“Creo que ésa es probablemente la tendencia dominante contra la que el pronatalismo, en todas sus variadas formas, está tratando de luchar para decir: ‘No, en realidad hay algo valioso y necesario en el duro trabajo de tener hijos’».

Las fuerzas ideológicas buscan dominar el debate pronatalista
El Catecismo de la Iglesia Católica declara que la familia es “la célula original de la vida social. Es la sociedad natural en la que el marido y la mujer están llamados a entregarse en el amor y en el don de la vida. La autoridad, la estabilidad y la vida de relaciones dentro de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, la seguridad y la fraternidad dentro de la sociedad”.
“Estamos tratando de utilizar la familia como la piedra angular de una sociedad sana”, dijo Brown, refiriéndose a un pronatalismo saludable en línea con la visión de la Iglesia sobre la persona humana.
Sin embargo, al mismo tiempo, advirtió que el pronatalismo también se ve acosado por fuerzas ideológicas que buscan cooptar el movimiento.
“El pronatalismo, el tipo de movimiento pronatalista oficial, se ha visto rápidamente colonizado por racistas por un lado y eugenistas por otro”, afirmó Brown.
“El dinero de Silicon Valley está manipulando la reproducción de una manera que no solo es realmente preocupante desde el punto de vista moral. Sino que también nos empuja ética, social y culturalmente hacia una especie de eugenesia que consiste en optimizar el aspecto que debe tener tu hijo y seleccionar el embrión con el coeficiente intelectual más alto”.
Alertas
Quizás el pronatalista más famoso del mundo, el industrial tecnológico Elon Musk —padre de al menos 14 hijos de varias mujeres diferentes— declaró en una entrevista con Fox News en marzo de 2025. “La tasa de natalidad es muy baja en casi todos los países y, a menos que eso cambie, la civilización desaparecerá. … La humanidad está muriendo”.
No obstante, Musk es selectivo. En su biografía de 2015, se le cita diciendo:”«Si cada generación sucesiva de personas inteligentes tiene menos hijos, probablemente eso sea malo”.
Los influyentes pronatalistas Simone y Malcolm Collins, fundadores de Pronatalist.org, llamaron la atención del público después de admitir que utilizaban pruebas genéticas y selección para optimizar los rasgos de salud mental de sus hijos no nacidos.
“Ese tipo de cosas, que forman parte del actual movimiento pronatalista, dan escalofríos a la gente, y con razón, ¿no?”, preguntó Brown. “No se trata de ayudar a las personas a formar una familia y a poder permitirse tener hijos. Se trata de convertir a los niños en productos de consumo”.

El reto de la formación en la fe: “La mayoría de los católicos no viven de forma pronatalista”
Kody W. Cooper es profesor asociado del Instituto de Educación Cívica Americana de la Escuela Baker de Política Pública y Asuntos Públicos de la Universidad de Tennessee-Knoxville. Y ha sugerido que los católicos podrían hacer más para mejorar la tasa de natalidad en declive.
El Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado de la Universidad de Georgetown señaló en 2011 que el tamaño medio de un hogar católico estadounidense era el mismo que la media nacional, 2,6 personas por hogar.
“Los católicos deben ser honestos consigo mismos”, afirmó Cooper. “Si nos atenemos a los datos de las encuestas, la mayoría de los católicos no viven de forma pronatal. Según algunas estimaciones, hasta un 90 % de los católicos que acuden regularmente a misa utilizan métodos anticonceptivos artificiales, contrarios a las enseñanzas de la Humanae Vitae”.
Él comprende las objeciones comunes, pero sigue insistiendo en este punto.
“Quizás el proyecto podría avanzar si los católicos pusieran orden en su propia casa”, dijo Cooper. “Y con esto me refiero a que los obispos y los sacerdotes ejerzan con valentía sus funciones predicando el pronatalismo, y los laicos busquen cultivar las virtudes necesarias para vivir de forma pronatalista”.
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Kimberley Heatherington es corresponsal de OSV News. Escribe desde Virginia (EEUU).
Este reportaje se ha publicado originariamente en OSV News en inglés. Pueden consultarlo aquí.
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