El Congreso Católicos y Vida Pública es una de las citas clave del pensamiento y acción de los católicos en la sociedad. Esta edición, la número 27 reunirá en Madrid, del 14 al 16 de noviembre, a pensadores, com Kevin Roberts, de la Fundación Heritage, científicos como Enrique Solano, presidente de la Sociedad Española de Científicos Católicos, influencers como Pep Borrell o el activista Loren Saleh,
Ya en los últimos compases del Año Jubilar de la Esperanza, éste ha sido el tema elegido como eje de las jornadas en las que, como destacan sus coordinadores, María San Gil y José Masip, “queremos propagar y proclamar nuestra fe en todos los aspectos de nuestra vida. Que se vea que somos una universidad, que somos católicos y que estamos en la vida pública”.
¿Católicos de voz baja?
El congreso, que cumple 27 ediciones, ha tocado en este más de cuarto de siglo numerosos temas aunque la reflexión sobre la identidad católica en las diversas esferas de la vida pública sigue estando de candente actualidad.
En este sentido, Masip destaca que “hay ideologías que han imperado, especialmente en Europa, en Occidente, y que han influido en que el político ‘de partido’ tenga miedo a identificarse en determinadas posiciones respecto a temas muy concretos: la familia, la vida…, pero yo creo que esa brecha se está superando. El católico debe comprometerse en la vida, en la sociedad y, por tanto, actuar y hacerlo de acuerdo con sus principios. Los principios se proponen en la vida pública, no se imponen”.
Además, señala el coordinador del congreso, “aparte de la política de partido, hay otra política, otra vida pública que no es la política propiamente dicha, como el periodismo, la vida en asociaciones, en movimientos que transmiten y capilarizan mucho más la sociedad”.
El lema de esta edición, “Tu, esperanza”, tiene lecturas diversas. La esperanza puesta en la acción y responsabilidad personal, la esperanza de Dios, que es el fin de la vida de los cristianos… Primero tienes que ser tú católico, tú la esperanza que debes ser, lo demás, comprometerte con eso y actuar en consecuencia.
Los jóvenes están respondiendo a Dios más que antes
El Congreso Católicos y Vida Pública coincide, este año, con la publicación de una tendencia que parece asentarse en España: la vuelta a la esfera religiosa, a la vida espiritual, especialmente en la juventud.
Comentando esta situación, José Masip subraya que “vendrán tiempos peores. Eso seguro. No lo digo en plan cenizo, lo dice el Evangelio. Pero afortunadamente, ahora estamos en un momento en que la juventud está respondiendo con más sinceridad a la palabra de Dios que en tiempos atrás”.
Una posición compartida por María San Gil: “Yo soy vasca. Allí la secularización ha convertido en un erial lo que antes era una tierra de vocaciones. Como ocurre en Cataluña, por ejemplo. Creo que son realidades muy diferentes según dónde vivas y cómo lo vivas. Queremos tender, claro, a lo que ocurre en ciudades como Madrid, en la que, entras en una iglesia y es normal encontrar a gente joven. ¿Qué tenemos que hacer? Sembrar. Pero lo importante en esta siembra no es la cantidad, sino la calidad,
Este año, al igual que ocurrió en la pasada edición sólo habrá un congreso sin “división “ de jóvenes. Una apuesta clara de Masip por “incluir a los jóvenes en todo. Son tan responsables de esto como los más mayores. Siempre digo que las divisiones de jóvenes de los partidos políticos son para ‘que no molesten’, y eso no puede ser. Eso sí, hemos apuntado la necesidad de que, en el comité organizativo, haya más jóvenes. Los hay, pero podría haber más”.
Un congreso con presencia eucarística
Uno de los puntos fuertes de estas jornadas será la adoración eucarística que habrá durante los tres días de Congreso. Una posibilidad de oración que destaca, en palabras de María San Gil “que el Santísimo es el centro. El tema de la presencia en la vida pública lo tenemos claro, porque los ponentes son figuras públicas, muy conocidas, pero queríamos darle la importancia que tiene a Dios presente en la Eucaristía”.
También, en esta edición, las misas serán puntos centrales del programa y habrá sacerdotes para confesar. Algo que, como cuenta San Gil, “nació casi de forma natural, porque el año pasado, se avisó en una de las conferencias que había un sacerdote para confesar y hubo un aluvión de confesiones”.
¿El éxito del Congreso? Seguir haciéndolo
27 años después del primer Congreso Católicos y Vida Pública, el éxito de esta convocatoria es, para sus organizadores “el mismo hecho de hacerlo un año más”. Las circunstancias políticas, sociales, culturales y religiosas en España, desde aquel noviembre de 1999, han cambiado muchísimo, “sin embargo, la Asociación Católica de Propagandistas y el CEU siguen apostando por este congreso. Eso es muy meritorio”, destaca María San Gil.
“Seguimos caminando, añade Masip, “cuando el Papa Francisco, declaró el Año de la Esperanza escribió que ‘la solución al cansancio, paradójicamente, no es detenerse a descansar, es más bien ponerse en camino y volverse peregrinos de esperanza’. Esto es lo que buscamos y hacemos con Católicos y Vida Pública.




