Jordan Peterson es el protagonista de un nuevo vídeo viral de Jubilee, un canal de YouTube en el que diversos invitados tratan temas de actualidad que, muchas veces, son delicados y complejos. En el caso del vídeo de Peterson, Jubilee pone al reconocido psicólogo en el centro de un debate con 20 ateos declarados que discuten con Jordan cuatro cuestiones:
- Los ateos rechazan a Dios, pero no entienden qué están rechazando;
- La moral y los propósitos no pueden encontrarse dentro de la ciencia;
- Todo el mundo da culto a algo, incluidos los ateos, incluso si no son conscientes de ello;
- Los ateos aceptan la moral cristiana, pero rechazan las historias fundamentales de la religión.
Al acabar el debate de estas cuatro cuestiones, uno de los invitados, elegido por Peterson, le presenta otra tesis que discuten durante diez minutos. En esta ocasión, el tema propuesto por la joven elegida para debatir es que el marco propuesto por Jordan Peterson para entender el cristianismo no es el mismo que utiliza la Biblia.
La radicalidad del mensaje cristiano
Más allá de que son temas realmente interesantes, lo que más destaca es la capacidad que tiene el polémico psicólogo para defender el cristianismo mejor que muchos fieles cristianos. Peterson no solo muestra un profundo conocimiento de la Biblia, sino que también ha dedicado mucho tiempo a analizar las implicaciones de las palabras de Cristo en el Nuevo Testamento. Es de las pocas personas que subraya hoy lo que ya dijo Jesús: para llegar al Cielo hay que entrar por la puerta estrecha.
El auténtico compromiso con la fe católica implica un cambio de vida, mente y corazón. Se trata de una conversión verdadera y Jordan Peterson es una de esas voces que comprende la radicalidad de esta cuestión. Sabiendo esto, es más fácil comprender las razones por las que no dice públicamente si es cristiano o no. ¿Qué loco podría afirmar que cree en Cristo y vive sus enseñanzas sin sentirse un hipócrita al contemplar su propia vida?
El odio hacia Jordan Peterson
Ninguna de las cuestiones planteadas en el vídeo, que dura aproximadamente una hora y media, es fácil de resolver. En redes sociales parece que la única conclusión a la que ha llegado la gente al ver el debate (que ha superado las 4 millones de visualizaciones en tres días ) es que Jordan Peterson es un fraude como cristiano, acorralado por unos jóvenes a lo largo de todo el debate.
Sobra decir que cualquier cosa que diga Peterson se mira hoy con sospecha. Es probablemente una de las personas más odiadas por sus discursos en contra de la ideología woke, el feminismo exacerbado y el movimiento transgénero, lo cual ha hecho que se gane bastantes enemigos.
Hace un año Peterson apareció en muchos titulares debido a la conversión de su mujer, quien se ha bautizado y ha entrado a formar parte de la Iglesia católica. Como es de esperar, las miradas se posaron en él y empezaron a llegar las preguntas: ¿Es católico Jordan Peterson? ¿Va a convertirse por fin?
El psicólogo ha evitado hablar públicamente de su fe en todo momento. De forma muy sincera, explicó que si él se designaba públicamente de una confesión u otra, esto sería una oportunidad para que cualquier institución religiosa empezara a utilizarlo como escudo y bandera.
Ya no solo eso. A pesar de que hemos perdido la costumbre, hace un tiempo existía la intimidad, gracias a la cual no era necesario desnudar todo tu ser delante de los desconocidos y nadie te acusaba por querer proteger tu vida interior.
Del debate al ataque personal
Uno de los momentos más virales del debate tiene lugar cuando un chico le pregunta a Peterson si es cristiano o no. El psicólogo se niega a responder a la pregunta y, cuando el joven empieza a faltar al respeto y a vertir ataques personales, Jordan se niega a continuar conversando con él.
El análisis realizado en redes sociales es que el autor se siente acorralado y humillado, sin embargo, cualquiera que haya visto debatir a Jordan Peterson en otras ocasiones sabrá que es un interlocutor que exige siempre el máximo respeto en las conversaciones.
Los temas tratados en el vídeo de Jubilee no son simples conversaciones de bar, sino ideas de gran alcance e importancia vital. Pasar de un debate serio a los ataques personales no es ganar la conversación a una figura polémica, es tirar de arrogancia para desprestigiar a un hombre con el que no estás de acuerdo. Es la táctica del “bully”, que se levanta de la silla orgulloso pero no se da cuenta de que ha perdido el debate, por el simple hecho de no saber participar en él.
Justos y pecadores
Al escuchar la conversación de Jordan Peterson y sus interlocutores con calma, evitando los prejuicios que uno pueda sentir hacia él, el espectador podrá seguir un debate realmente interesante. Las palabras que usamos importan, de ahí la insistencia del psicólogo por dejar claras algunas definiciones básicas. El respeto también es esencial, y ese es el auténtico motivo por el que pone fin a una de las conversaciones.
Jordan Peterson no es teólogo, detalle que subraya varias veces en el vídeo cuando le hacen preguntas que escapan de su conocimiento. Además, parece olvidar que, incluso si cometemos errores y pecamos, Cristo nos sigue llamando y podemos ser cristianos. Pero la conclusión del debate no es tanto si Peterson es un fraude o no, sino el hecho de que hace falta una gran preparación para defender nuestra fe, porque el mundo hace preguntas y tiene derecho a que los cristianos las respondamos, apoyándonos en las enseñanzas de Jesús.
En este sentido, da igual si Jordan Peterson es cristiano o no. La pregunta es si cada uno de nosotros lo somos y si seríamos capaces de defender nuestra fe a capa y espada, superando ataques personales y con una auténtica capacidad de diálogo ante las cuestiones que plantea la sociedad actual.
A continuación, el debate completo:
