Considerado uno de los filósofos contemporáneos más destacados, el galardonado Byung-Chul Han ha dedicado algunas de sus reflexiones, de manera particular, a la que denomina “sociedad del cansancio” o “sociedad de la transparencia”. El Jurado de los premios Princesa de Asturias ha destacado su “brillantez para interpretar los retos de la sociedad tecnológica».
En realidad, uno de los mayores focos de interés de sus seguidores estriba en que en libros anteriores se había referido a Dios, pero no de forma totalmente explícita. Sin embargo, el publicado ‘Sprechen Über Gott’ (Hablar sobre Dios), de Matthes & Seitz Berlin, responde al título. Y ‘Sobre Dios’, el que está ya en preventa de Paidós, en español, también.
El análisis de la sociedad actual y las propuestas que ofrece el filósofo Han, a raíz del pensamiento de Simone Weil, conjugando la sabiduría oriental, llaman la atención. Simone Weil es, a juicio de Byung-Chul Han, la figura intelectual más brillante del siglo XX. Y el pensador surcoreano se apoya en la filósofa francesa como “una brújula ética y espiritual para nuestro tiempo, frente a un mundo dominado por el rendimiento, el consumo y la hiperactividad”.
Redescubrir el silencio, la transcendencia…
Por ello, Han y Weil invitan a “redescubrir el vacío, el silencio, la atención y la trascendencia como formas de vida posibles y necesarias”, hasta un punto que probablemente analistas de su evolución, u otros estudiosos, no sospechaban, o quizá sí…
Alguno de los primeros autores en comentar reflexiones de Byung-Chul Han ha sido el filósofo y profesor titular de la Universidad Complutense, José María Barrio. A su juicio, Han realiza “uno de los mejores retratos de nuestro tiempo, a la vez que medicina para sus lados más vulnerables. Recoge lo mejor de la sabiduría oriental para purificar nuestras heridas post-cristianas”.
Por otra parte, el graduado en filosofía e investigador de Nietzsche, Iván Campillo, está comentando las últimas aportaciones de Han con algunos videos, que “no sustituyen la obra original, solo son un complemento a la lectura”.
Algunas reflexiones de Byung-Chul Han
La exposición del filósofo Han se describe en siete conceptos fundamentales, según ‘Sprechen Über Gott’ (Hablar sobre Dios). Se trata, según el índice, de siete puntos, precedidos por un prólogo, que también figuran en ‘Sobre Dios’. Son los siguientes: Atención, descreación, vacío, silencio, belleza, dolor, inactividad, y notas.
En estas líneas exponemos breves citas, no completas, de la edición alemana, con traducción propia, y algún comentario en torno al tema seleccionado, que es la dificultad para rezar. En consecuencia, nos centramos en el primer punto: Atención, y alguna idea adicional, siempre según Byung-Chul Han (y Simone Weil).
33 ideas. La atención
1) Hace algún tiempo, “Simone Weil (SW) se instaló en mí. Se ha acomodado en mi alma”.
2) (Weil) nunca lee sin estremecerse “la historia de la higuera estéril”.
3) “La crisis actual de la religión no se debe simplemente a que ciertos contenidos de fe hayan perdido su validez” (…), o a que la Iglesia haya perdido toda confianza. Más bien hay razones estructurales (…)”. “Entre ellas se encuentra la decadencia de la atención”.
4) “La crisis de la religión es, por lo tanto, también una crisis de la atención, una crisis de la vista y del oído”.
5) “La percepción se ha vuelto extremadamente voraz. Carece de toda amplitud contemplativa. Come constantemente”.
6) “El consumo es su actitud básica. El ‘atracón de series’ (binge watching) expresa muy acertadamente su voracidad”.
7) “Solo el alma que ayuna puede mirar (…) La parte eterna del alma se alimenta del hambre”.
8) “El hambre del alma es difícil de soportar, pero no hay otro remedio para la enfermedad”.
9) “La atención contemplativa es esencial para mirar”. Contemplar las cosas sin querer apropiarse de ellas. Quien es capaz de mirar se vacía”.
10) Según Simone Weil, es la imaginación la que, al servicio del yo, sueña constantemente con alimentos, sometiendo las cosas a las necesidades, deseos e intereses del yo.
11) “La imaginación, como ‘gravedad’, ciega al alma ante la verdadera relación entre las cosas. (…). Impide que el alma se eleve hacia lo trascendente”..
12) La atención religiosa es ‘mirar’ y no ‘buscar’, no ‘aferrarse’. Quizás por eso juntamos las manos cuando rezamos.
La digitalización
13) “La digitalización acelera enormemente la disponibilidad total de la realidad. Nos acostumbra a que todo esté disponible, accesible, previsible y consumible de forma inmediata”.
14) Actitudes mentales como la espera o la paciencia, que ofrecerían acceso a lo inaccesible, caen en desuso.
15) La información como estímulo fragmenta la atención. La atención profunda es resistente a los estímulos e incluso los rechaza. Se asemeja a una oración: ‘Con la plenitud de la atención solo se puede pensar en Dios’.
Distraídos
16) “Estamos constantemente distraídos. (…) Solo por la distracción constante, Dios nos ha abandonado: ‘Dios es atención sin distracción’. Si no estuviéramos distraídos, estaríamos con Dios.
17) La sociedad adicta actual es “una sociedad sin atención. La percepción está controlada por la adicción y la dopamina. La adicción y la atención son fuerzas opuestas”.
18) “Las redes sociales utilizan algoritmos adictivos para hacer a las personas dependientes, para controlarlas y dirigirlas. El smartphone es una máquina digital de adicción”.
19) “La atención profunda y contemplativa se dirige a lo duradero, a lo que permanece y perdura”.
20) Lo verdadero es lo duradero. El dominio de la información lo destruye al sumirnos en un torbellino permanente de actualidad.
21) “Una característica esencial del bien es que no interrumpe la atención como oración. Solo hay un único criterio perfecto del bien y del mal: la oración interior ininterrumpida”.
El bien, el mal
22) “El bien es indirecto, discreto, incluso tímido, mientras que el mal es intrusivo. El mal se comporta al revés. Nos seduce, nos vuelve adictos. Solo la atención puede repelerlo”.
23) “El bien une y reconcilia, mientras que el mal separa y divide. El mal es multifacético. El bien, por el contrario, se basa en la única verdad”.
24) Simone Weil supone que el mal o la violencia se deben a la falta de atención- Habría menos violencia en el mundo si fuéramos más capaces de prestar una atención similar a la oración.
25) El mundo entero se transforma en un mercado bullicioso donde todos todos gritan para captar la atención. El capitalismo no valora el silencio porque el ruido genera capital, el silencio no produce ganancias.
26) Simone Weil: no hay felicidad comparable al silencio interior, el espíritu necesita ese silencio para poder crear o recibir algo totalmente diferente.
Bombardeados por el ruido
27) No podemos rezar con facilidad porque estamos constantemente bombardeados por el ruido de la información. Nuestros sentidos están en constante voracidad, siempre comiendo estímulos
28) El arte en su esencia más profunda es una experiencia religiosa. La belleza más elevada es en realidad un sacramento.
La belleza
29) La belleza es una prueba de Dios mucho más sólida que los habituales argumentos basados en el orden del mundo.
30) La belleza como encarnación de Dios espiritualiza también la ciencia transformando el estudio en una forma de oración. “El silencio que emana de una gran obra de arte es un eco del silencio divino”.
Recordemos. La fuente es Byung-Chul Han, ‘Sprechen über Gott,’ Matthes & Seitz, 2025. Está ya en preventa el libro ‘Como Dios’, de Ediciones Paidós, que sale en octubre. Pueden preguntar en Casa del Libro, etc.