Evangelización

Manu García. Conectando jóvenes en la era digital

Manu García es colaborador de Jóvenes Católicos, una plataforma que conecta a miles de jóvenes con la fe a través de contenidos creativos y fieles al mensaje cristiano.

Juan Carlos Vasconez·22 de septiembre de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos
manu garcía

La historia de Manu García con la fe no es la de una conversión tardía, sino la de una herencia vivida y cultivada desde la infancia. “Me he criado desde siempre en una familia cristiana practicante”, explica García. Crecer en un hogar cristiano sentó las bases de una relación profunda y orgánica con la Iglesia. Esta vivencia de fe es lo que le permite a Manu hoy, con autenticidad y convicción, acercarse a los demás.

A pesar de su inmersión en el mundo digital, el camino de Manu para acercarse a Dios sigue siendo profundamente arraigado en lo cotidiano y lo personal. “Es bien sencillo, a través de mi trabajo ordinario y de mi encuentro con Dios en cada norma de piedad o en cada acontecimiento con los demás”, afirma. Él es diseñador gráfico y profesor, pero principalmente se dedica a su trabajo en una productora audiovisual que se convierte en el terreno fértil para el encuentro con lo divino.

RezarHoy y Jóvenes Católicos

Manu colabora conuna asociación juvenil ayudando en la formación de los jóvenes y sus familias, demostrando así su compromiso con la transmisión de la fe de forma integral.

El impacto más significativo de Manu en la evangelización digital es su rol en RezarHoy y Jóvenes Católicos, dos iniciativas que nacieron como una respuesta creativa y oportuna a las necesidades de los jóvenes. Estos proyectos surgieron en la pandemia, un período en el que la distancia física impulsó la búsqueda de conexiones y recursos espirituales en el ámbito digital.

“Hace unos años empezamos los pódcasts de RezarHoy en plena pandemia con el objetivo de ayudar y facilitar a los jóvenes que estaban en casa poder rezar con esos breves audios de 6/7 minutos tratando distintos temas de espiritualidad cristiana”, relata Manu. Estos podcasts, diseñados como un “complemento para sus ratos de oración”, ofrecían una dosis accesible de alimento espiritual, adaptada a los ritmos de vida de los jóvenes.

“Y estos podcasts al poco tiempo formaron parte de la plataforma Jóvenes Católicos con más de 500.000 seguidores en todas las redes sociales y con una página web con multitud de recursos para que los jóvenes puedan vivir su fe”, subraya García. Este medio millón de seguidores representa una comunidad vasta y activa que busca nutrir su fe en el entorno digital, encontrando en Jóvenes Católicos un faro y un punto de encuentro.

El poder de la oración

Los frutos de esta evangelización digital se manifiestan en historias de transformación personal que demuestran el poder de la fe transmitida a través de nuevos medios. 

Una de las anécdotas más impactantes es la de “una chica con anorexia que, tras años de sufrimiento y todo tipo de tratamientos, encontró en los audios diarios de RezarHoy un camino de recuperación”, cuenta García con asombro.

“Otra chica que quería abortar con 16 años encontró a través de los audios y las meditaciones la fuerza necesaria para seguir adelante”, comparte. La providencia obró de tal manera que “su madre contactó con nosotros y, con ocasión de una manifestación a favor de la vida, parte del equipo conocimos a toda la familia, incluido el pequeño recién nacido”

Detrás del éxito de Jóvenes Católicos y RezarHoy hay un equipo extenso y comprometido. “Contamos con la ayuda desinteresada de más de 200 sacerdotes, seminaristas y hermanos (de España, parte de Europa y todo América Latina) que colaboran para acompañar a los jóvenes en su fe”.

Esta red de colaboradores eclesiales enriquece el contenido al integrarlo con la doctrina católica y adaptarlo a jóvenes de diversos contextos. La participación de sacerdotes y seminaristas fortalece el vínculo entre la Iglesia y las nuevas generaciones, ampliando sus voces y tendiendo puentes con la institución.

La labor de Jóvenes Católicos demuestra que las redes sociales pueden ser un lugar de encuentro con Cristo. Con creatividad y fidelidad, han logrado traducir el mensaje del Evangelio al lenguaje digital sin perder profundidad. Su trabajo es un llamado urgente a la Iglesia: debemos salir de nuestras sacristías virtuales y atrevernos a hablar de Dios en las redes, donde hoy habitan los jóvenes. El tiempo apremia, y las almas esperan.

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