Evangelización

P. Desiderio García, nuevo Prior General de los Carmelitas: “Nuestro origen es asiático”

La Orden del Carmen tiene nuevo Prior General, elegido en Indonesia. Es el P. Desiderio García (Francia, 1970), hasta ahora prior y párroco de los Carmelitas de Ayala (Madrid). “Nacimos en Tierra Santa. nuestro origen es asiático”, asegura a Omnes. "La contemplación, con manos compasivas, es el mejor regalo que podemos ofrecer al mundo y a la Iglesia”, añade.

Francisco Otamendi·8 de octubre de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos
P. Desiderio García, Prior General de los Carmelitas.

P. Desiderio García, nuevo Prior General de los Carmelitas (@P.DesiderioGarcía/OrdenlDelCarmen).

La Provincia Carmelita de Aragón, Castilla y Valencia fue la más rápida en contarlo. El 19 de septiembre. “El P. Desiderio García, nuevo Prior General. Capítulo General, Malang 2025”, decía la noticia. En efecto, en el Capítulo General de Malang (Indonesia), el P. Desiderio era elegido Prior General de la Orden de los Hermanos de la Virgen María del Monte Carmelo, para los próximos seis años (2025-2031).

Nacido en Orange (Francia), en la Provenza francesa, en 1970, de padres españoles, “soy hijo de emigrantes”, cuenta a Omnes. El P. Desiderio, O. Carm., tiene tres licenciaturas, en Estudios Eclesiásticos, Teología Bíblica y Filología Hebrea. Y ha sido miembro de distintas Comisiones Internacionales en la Orden del Carmen. 

Durante seis años ha sido Prior Provincial de los Carmelitas de la Provincia de Aragón, Castilla y Valencia de San Juan de la Cruz, veintiún años Consejero de Formación en su Provincia, y dieciocho años Maestro de Novicios. Ha formado parte de proyectos de formación en Salamanca (España), Aylesford (Reino Unido), Roma (Italia) y Santo Domingo (Rep. Dominicana). 

Actualmente, el P. Desi, como es conocido coloquialmente, era Consejero de Vida Religiosa, y llevaba dos años como prior y párroco en la comunidad carmelita de la calle Ayala (Madrid). Recién llegado de la isla de Java, y tras predicar un retiro de Effetà de esta parroquia a numerosos jóvenes, con él conversamos.

En primer lugar, enhorabuena. ¿Lo esperaba? ¿Cuáles fueron sus primeros pensamientos? 

– Nunca espera uno estas cosas. Estaba sirviendo felizmente, junto con mis hermanos carmelitas, en nuestra Parroquia de Sta. María del Monte Carmelo, conocida en Madrid como los “Carmelitas de Ayala”. Me enteré de mi elección allí mismo en la sala capitular, una vez se leyó el escrutinio de la primera votación deliberativa, en la que se me indicó que se había alcanzado la mayoría absoluta. En mi caso sentí gratitud por la confianza de los hermanos, y, al mismo tiempo, temblor y temor frente a la responsabilidad asumida. 

Estos regalos que Dios hace tienen forma de cruz. Nuestra autoridad no es la del poder, el relumbrón o la medalla al mérito, es, más bien, la de la caridad, la humildad, el servicio generoso a todos, como hizo Jesús en el lavatorio de los pies. Así se lo manifesté a los hermanos capitulares y a toda la Orden comunicándoles, después de rezarlo, que aceptaba esta responsabilidad como un servicio de amor a Dios, a la Iglesia y a la Orden del Carmen, en cada uno de los hermanos, para que, juntos, pudiéramos llevar a plenitud la vocación a la cual habíamos sido llamados.

Usted nació en Francia, pero ha vivido luego en España.

– Nací en Orange (Francia) en 1970. Mis padres son españoles, soy hijo de emigrantes. Orange se encuentra en la Provenza francesa, es una ciudad romana que cuenta un impresionante patrimonio: el antiguo teatro y el arco de triunfo, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad. También es conocida por ser un importante centro vitivinícola en Francia. Los vinos de Côtes du Rhône así como los viñedos de Châteauneuf du Pape, donde trabajó mi padre, han sido reconocidos desde el siglo XIV.

Orange es una especie de Mérida a la francesa. Aún tengo allí amigos y familia. La familia, cuando los abuelos envejecieron y hubo que priorizar qué atender lo primero, regresaron a España. Se instalaron en Onda (Castellón), donde tuve mi primer contacto con los carmelitas. 

El P. Desiderio García, en el centro, con los dos ex Priores Generales.

El Capítulo General se ha celebrado en Indonesia. Ayer comentó que el crecimiento de la Orden en Asia es alto, mayor que en otras latitudes.

– Con mucha alegría, la Orden del Carmen, al compás del anuncio del Evangelio, se está extendiendo en Asia. No está de más recordar que es solo un viaje de ida y vuelta, pues nuestro origen es asiático. De hecho, nacimos en Tierra Santa, en el Monte Carmelo, en Oriente Próximo. Vinimos de allá y, ahora, el Espíritu Santo nos lleva otra vez allí. 

El Carmelo llegó a Indonesia en 1923, hace ya 102 años, gracias a la generosidad y al impulso misionero de la Provincia carmelita de Holanda. Hoy, en el país musulmán más grande del mundo, donde la población católica son sólo el 3 %, son más de 400 frailes y unos 200 jóvenes en diversas etapas de la formación. Lo importante, evidentemente, no son los números, ni las estrategias, ni los cálculos. Sino comprobar cómo el don del carisma carmelita, sus valores, su espiritualidad, bajo la acción del Espíritu Santo, sigue dando fruto. 

¿Ha tenido oportunidad de informar de su elección al Papa León XIV? ¿Puede destacar algún mensaje del Papa en estos primeros meses?

El Procurador General, que es el representante a nivel institucional de nuestra Orden ante la Santa Sede, es el que se lo comunica oficialmente a la Secretaria de Estado, en el Vaticano. Ese es el cauce institucional. Seguidamente, el nombramiento se notifica a todos los Dicasterios de la Santa Sede, con los que la Orden, por unas razones y otras, debe estar en contacto. 

No he tenido la ocasión de saludar al Santo Padre personalmente, pues aún no estoy instalado en Roma. Desde la isla de Java, donde se celebró, en Malang, el Capítulo General, regresé directamente a Madrid. Tenemos un tiempo de transición para organizar visados, permisos de residencia y cuestiones administrativas a nivel civil y canónico de los miembros del Consejo General. Una vez allí, ya instalados, es el Procurador General el encargado de solicitar audiencia con el Santo Padre para presentar oficialmente al Prior General y su Consejo. 

Destacaría del mensaje inicial del Papa León XIV su hermoso mensaje de paz. Suplicó, el primer día, inmediatamente después de su elección, que la “paz de Cristo resucitado” tocara a “todos los pueblos”, a “toda la tierra”, y que fuera “una paz desarmada y una paz desarmante”. 

El nuevo Prior General de los Carmelitas, P. Desiderio García, con el nuevo Nuncio de la Santa Sede en España, Mons. Piero Pioppo, hasta ahora Nuncio en Indonesia. La reunión tuvo lugar en Yakarta hace unos días.

Para los menos conocedores de la Orden del Carmen, díganos algún rasgo nuclear del carisma carmelitano. 

– La contemplación no sólo es el corazón del carisma carmelita, sino que es en sí misma el mejor regalo que podemos ofrecer al mundo y a la Iglesia. Como mendicantes estamos abiertos a todo ministerio y apostolado. Ahora bien, dado que, nosotros, los carmelitas, realizamos nuestra misión en medio del pueblo ante todo con la riqueza de nuestra vida contemplativa, hagamos lo que hagamos, atendemos especialmente el camino espiritual de las personas. 

Creo que uno de los grandes desafíos proféticos del Carmelo es ayudar al mundo de hoy a cultivar la vida interior. Una vida interior que no nos aleja de la vida ordinaria de los hombres, al contrario, nos sumerge más en los dolores de la humanidad. Un hombre de mirada contemplativa es un hombre de manos compasivas. 

El contemplativo “ensancha su tienda”, como dice el profeta Isaías, para que quepa Dios y todos que vienen con Él: la humanidad. Si un día, a nuestro alrededor, no hubiera ya más enfermos y hambrientos, abandonados y despreciados -los minores de los que habla nuestra tradición mendicante- no es porque no los haya, sino, simplemente, porque no los vemos. La auténtica contemplación nos lleva a la ternura y a la compasión, a tocar las llagas del Cuerpo de Cristo y a sanar heridas. Insisto, la calidad de nuestra compasión procede de las raíces de la contemplación.

Aunque quizá sea prematuro, ¿podría comentar alguna prioridad de su mandato? También se ha elegido a los demás miembros de la dirección.

– El Prior General recibe la encomienda de los hermanos de velar con docilidad por el bien común de toda la Orden. Para ello, debería dedicar su máximo esfuerzo para que ésta creciera en fidelidad a su identidad (lo que llamamos en nuestro lenguaje, carisma), así como discernir de forma creativa, mirando nuestro mundo, los nuevos caminos por dónde Dios nos conduce. 

Esto implica acompañar a toda la Familia Carmelita a cultivar nuestra actitud contemplativa en la vida de oración, fraternidad y servicio en el anuncio de Evangelio. Esta animación, tal como podrá imaginar, no se hace con el mando a distancia. Implica, sobre todo, viajar, mirar cara a cara a los hermanos, conocer la realidad, dialogar con cada cultura. Y sobre todo, desplegar el “apostolado de la escucha”. Vivir con fidelidad el don recibido en nuestra espiritualidad carmelita, volviendo a nuestros orígenes de forma creativa, conlleva varias cosas. Por un lado, la renovación de la vida comunitaria, como lugar para el acompañamiento y la acogida incondicional. Y por otro, el cuidado de nuestra misión, abriendo ventanas de esperanza a la humanidad vulnerable, pobre y olvidada.

Sí, efectivamente, el Prior General no está solo. Sería imposible. Un buen grupo de hermanos carmelitas, llamado Consejo General, de distintas nacionalidades, también elegidos en el Capítulo General, ayudan y sostienen esta misión de gobierno y animación espiritual: Vice-General (fr. Hariawan Adji, Indonesia). Ecónomo General (fr. Christian Körner, Alemania). Consejero de Europa (fr. Richard Byrne, Irlanda). Consejero de las Américas (fr. Nepomuk Willemsen, Estados Unidos). Consejero de Asia, Australia y Oceanía (fr. Robert Thomas Puthussery, India). Consejero de África (Burkina Faso, fr. Erik Chrisostome), y Procurador General (fr. Michael Farrugia, Malta).

Si desea añadir alguna cosa… 

– Me gustaría dar gracias a Dios por vuestro trabajo y depositar la vida de los lectores bajo el manto de la Virgen del Carmen, nuestra Madre y Hermana. 

Para ello, me despido con unas palabras de Fray Pablo Mª de la Cruz, O. Carm., un joven carmelita, enfermo de cáncer, que hizo su profesión carmelita in articulo mortis (en peligro de muerte). 

Él mismo, antes de morir, con 21 años, escribió una carta póstuma al papa Francisco durante la JMJ de Lisboa 2023, diciéndole: “En el Carmelo, el Jardín de Dios, antesala del Cielo, crece María, el Girasol de Dios, a la que  me gusta llamarla e imaginármela como la Virgen del Primavera. A Ella le pido que transforme los desiertos del dolor en jardines de consolación, y en sus manos deposito la evangelización de los jóvenes”. 

El autorFrancisco Otamendi

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