El Papa polaco celebró la Misa de inauguración de su pontificado el 22 de octubre, tras ser elegido Sucesor de Pedro el día 16 del mismo mes. Por eso la liturgia le celebra este día. Enseguida pronunció una frase que se volvió emblemática: “¡No tengáis miedo! Abrid de par en par las puertas a Cristo”.
Fue canonizado el 27 de abril de 2014 por el Papa Francisco junto a san Juan XXIII, y ese mismo año se incluyó oficialmente su memoria en el Calendario Romano General para el 22 de octubre.
El día de los cuatro Papas
La canonización conjunta fue un acto simbólico sin precedentes que algunos llamaron «el día de los cuatro papas». Juan XXIII y Juan Pablo II estaban siendo canonizados por el Papa Francisco, y asistió el Papa emérito Benedicto XVI, que había beatificado a Juan Pablo II.
Según analistas vaticanos, la canonización conjunta de ambos Papas fue un gesto de unidad de valor simbólico, ambos papas ya gozaban de gran veneración popular antes de ser canonizados. Muchos fieles pedían “¡Santo súbito!” tras fallecer Juan Pablo II en 2005, y a Juan XXIII se le llamaba ‘el Papa bueno’.
San Juan Pablo II fue el primer Papa no italiano después de 455 años, desde la época de Adriano VI, el primer papa polaco de la historia y también el primer Pontífice de un país de habla eslava.
Algunos temas centrales
Entre los temas centrales de su pontificado y de su legado pueden destacarse Cristo como centro del hombre y de la historia (Redemptor hominis, 1979). La defensa de la dignidad de la persona humana, desde la concepción hasta la muerte natural, y el combate de ideologías reductivas del ser humano, Derechos humanos. Enseñanza sobre el amor humano y la sexualidad (Teología del cuerpo). Diálogo con el mundo y otras religiones. Juventud y esperanza, con las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) para acercar a los jóvenes a Cristo y a la Iglesia. María modelo de fe, Totus tuus. Fe razonable y coherente (Fides et Ratio).