Ecología integral

Primera Casa Cuna de Hogar de María, para madres y bebés vulnerables

Este 16 de noviembre, coincidiendo con la Jornada Mundial de los Pobres 2025, la asociación Hogar de María inicia una nueva etapa. El obispo Xabier Gómez bendice su primera Casa Cuna en Molins de Rei (Barcelona), junto a la parroquia de Sant Miquel Arcángel. Un nuevo hogar donde ya viven madres con sus bebés. en situación de vulnerabilidad.      

Francisco Otamendi·15 de noviembre de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos
Primera Casa Cuna de Hogar de María.

En 2024, Hogar de María atendió a más de 500 madres y nacieron cerca de 380 bebés @HogardeMaría

La inauguración comenzará con la visita y bendición de la Casa Cuna por parte del obispo dominico  de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Xabier Gómez, quien después presidirá la misa parroquial con bautizos, confirmaciones y primeras comuniones de varias familias acompañadas por la asociación.

La Casa Cuna Llar Magdalena Bonamich es fruto de la colaboración entre la parroquia Sant Miquel Arcángel y la asociación Hogar de María. La antigua casa parroquial, que había cesado su actividad en 2024, vuelve a tener vida acogiendo a mujeres embarazadas o con bebés pequeños en situación de vulnerabilidad.  

“Todas las madres de los bautizados se vuelcan estos días en las flores, los pasteles… El domingo va a bendecir el obispo porque Hogar de María inicia una nueva etapa con la inauguración de la primera Casa cuna”, explica su vicepresidenta, Maite Oriol. 

“El párroco nos ha facilitado que podamos estar, y hay capacidad para que varias madres puedan lograr autonomía de vida, con sus bebés. La Casa Cuna es una torre de dos pisos con jardín, un taller y un huerto. en la que se alojan 5  ó 6 madres con sus bebés, acompañadas por una coordinadora, que vive y duerme allí”. 

“Es muy alegre, muy bonita, y ya está en marcha desde antes de verano. Ahora estoy pintando un muro de colores. Está a un minuto de la parroquia”, añade.

Madres con sus bebés acogidas al proyecto de Hogar de María @HogardeMaría.

Impulso de laicos, de la mano de parroquias

Hogar de María es una asociación que nace del impulso de laicos que, convencidos de que toda vida es un don de Dios, acompañan y sostienen a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad. De la mano de diferentes parroquias y bajo la protección de la Virgen, ofrece un hogar y una comunidad donde cada madre y cada bebé son acogidos con fe, esperanza y amor.

Desde 2014, ha atendido a más de 2.000 familias gracias al trabajo de una red de voluntarios —psicólogos, trabajadores sociales, orientadores y educadores— en más de 25 sedes parroquiales de toda España.

Su lema es claro: defender y acoger la vida y la dignidad de cada mujer y su hijo. En cada una de sus casas y proyectos se ofrece apoyo psicológico, asesoramiento social y orientación laboral, además de espacios de formación y acompañamiento espiritual. El nuevo hogar de Molins de Rei integra todo ello en una convivencia diaria que refuerza la autonomía y la esperanza de las madres. 

Maternidad y evangelización

“Nuestro proyecto se basa en dos pilares, que son la maternidad y la evangelización”, explica  Maite Oriol. “Efectivamente tenemos 26 sedes, cinco en Madrid, una en San Sebastián, una en Polonia, y el resto en Cataluña, en Barcelona y alrededores. En cada sede se forman grupos de un máximo de 30 madres. La cercanía y el vínculo que se genera entre ellas, y con nosotras, constituyen una auténtica familia”.

Párrocos, los más entusiastas

“Estamos en las parroquias, que son lugares que por la mañana no se usan, y así estamos cerca del párroco, es importantísimo que el párroco pueda estar cerca de ellas”, dice Maite.

“Los párrocos son los más entusiastas del proyecto, se crean unas dinámicas estupendas, con mucha alegría. Es la realidad de las madres que pensaban abortar y no han abortado, y son vidas logradas y felices aunque no tengan nada”.

En la parroquia se crean dinámicas de ayuda, de voluntariado, de recogida, de presencia, de testimonio, de fe, y de numerosos bautizos. 

2024: atención de más de 500 madres

La Casa Cuna está gestionada por un equipo interdisciplinar y sostenida por donaciones. En 2024, Hogar de María atendió a más de 500 madres y nacieron cerca de 380 bebés. Pero más allá de las cifras, es un ejemplo de cómo la Iglesia puede dar respuesta concreta a los desafíos sociales y espirituales.

La vicepresidenta de Hogar de María, Maite Oriol, explica que la iniciativa quiere servir de modelo replicable para otras parroquias y diócesis que deseen implicarse en la defensa de la vida desde la cercanía y el acompañamiento personal. 

“Hay que distinguir entre estas Casas Cuna, y lo normal, que es, una vez a la semana, los martes, las madres van a las parroquias, están juntas, se cuentan sus problemas, etc., y se van a su casa. Cada una tiene su habitación, su pareja, su madre… Tienen siempre problemas de buscar alojamiento, pero no podemos darlo a todas, no tenemos sitio para tantas madres, más de trescientas”.

Convivir en la Casa cuna, y la actividad en la parroquia

Pero en la Casa Cuna, prosigue Oriol, “es bonito esto, estas madres aprenden a vivir en familia, y duermen allí. Se atienden mucho más como una familia, y entre ellas se ayudan, cocinan, etc. Y luego, estas madres van a la actividad de Hogar de María en la parroquia, a la que van otras 20 ó 30 madres también, que lleva la misma coordinadora. Y hay otro grupo de madres, llamadas campeonas, de 15 a 21 años, que se tratan un poco aparte, porque son muy adolescentes, muy jóvenes, se animan entre ellas”. 

El proyecto está encomendado a la Virgen María, y en sus paredes se respira el mismo espíritu de confianza y entrega que caracteriza toda la labor de la asociación. En palabras de uno de sus voluntarios, “en Hogar de María no sólo se acoge a una madre y a su hijo: se acoge a Dios que llega con ellos”.

Bautizos y amor: la esperanza hecha casa

En una época en que tantas mujeres afrontan la maternidad en soledad, esta Casa Cuna se convierte en un signo luminoso de la misericordia y la esperanza cristiana, recordando que cada vida merece un comienzo digno y lleno de amor, afirman.

En su reciente mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres 2025, el Papa León XIV recuerda que “la pobreza más grave es no conocer a Dios” y que los pobres “no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos y las hermanas más amados”. Así pues, esta casa es también una respuesta concreta: en ella la esperanza se arraiga, la fe se encarna y la vida vuelve a tener terreno para florecer.

El autorFrancisco Otamendi

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