Nacido en Bagnoregio, cerca de Viterbo, en 1218, Juan Fidanza, el futuro san Buenaventura, que sería obispo, cardenal y doctor de la Iglesia, fue hijo de médico. No quiso seguir el camino de su padre. Según una leyenda el factor decisivo habría sido un encuentro con san Francisco de Asís que, de niño, le habría curado de una grave enfermedad marcándole la frente con la cruz y exclamando: “¡Oh, buena ventura!”.
A los 18 años fue a París estudió Filosofía y Teología, e ingresó en la Orden de los Frailes Menores. Tras enseñar en la misma universidad, fue elegido Ministro general de la Orden en 1257. La gobernó con prudencia y sabiduría, convirtiéndose en una especie de segundo fundador. Nombrado obispo de la diócesis de Albano, y cardenal, trabajó con empeño en la unión de las Iglesias de Oriente y de Occidente en el Concilio II de Lyon, donde murió el 15 de julio de 1274.
Doctor seráfico
Legó numerosas obras teológicas y filosóficas, espirituales y místicas, que le merecieron el título de Doctor seráfico, por su ardiente amor a Dios. En la historia franciscana ha sido importante su ‘Legenda maior’, biografía oficial de san Francisco, en la que se inspiró Giotto.
En 1588 el Papa Sixto V le situó entre los Doctores de la Iglesia –seis en ese momento– junto a Santo Tomás de Aquino, distinguiendo como Doctor seráfico a san Buenaventura y Doctor angélico a santo Tomás.
Entre sus aportaciones, puede destacarse, siguiendo el pensamiento de san Agustín, según la agencia vaticana, la necesidad de subordinar la filosofía a la teología. Y la elaboración de su teología trinitaria. Fue canonizado en 1482 por el Papa Sixto IV.
Mártires germanos, portugueses, vietnamitas
La liturgia celebra también este día, entre otros, a san Ansuero y 29 monjes de la comunidad benedictina de St. Georgenberg, junto a Ratzenburg (Alemania). Fueron lapidados por una tribu de los Vendos, paganos, que se rebelaron contra la labor de evangelización de los monjes.
Asimismo, se conmemora al beato portugués Ignacio de Azevedo y 39 mártires jesuitas, asesinados en 1570 cuando se dirigían a Brasil en labor misionera. A los santos vietnamitas Pedro NGuyen Ba Tuan y Andrés Nguyen Kim Thong Nam, perseguidos por evangelizar. Y a san Vladimiro el Grande o de Kiev (actual Ucrania), muerto el año 1015.