La liturgia conmemora este día 8, en el mayo mariano, a San Victor de Milán, mártir. Con otros dos soldados romanos cristianos, Narbore y Félix, los tres eligieron la muerte antes que abjurar de su fe, explica la agencia vaticana.
San Victor y sus compañeros llegaron de Mauritania (África), y fueron llamados al ejército imperial de Maximiano, que los destinó a Milán. Como cristianos, no eran bien vistos en el ejército. Ellos eran leales al emperador, y no querían tener que elegir entre él y Dios. Víctor fue arrestado por su objeción de conciencia, y recluido en una celda sin comer ni beber, pero se negó hacer sacrificios a los ídolos.
Gracias a san Ambrosio
Su martirio y el culto que se le profesó en Milán desde antiguo están fuera de duda, gracias también a san Ambrosio. El santo obispo de Milán le dedicó una tumba, incluso con mosaicos dorados, incorporada más tarde a la basílica de San Ambrosio, ardiente defensor de María Virgen Inmaculada. Y san Carlos Borromeo hizo un solemne reconocimiento de las reliquias del Santo, hasta entonces dispersas.
Luján, Valencia…
Este mes de mayo, como se ha señalado, tienen lugar fiestas de la Virgen María de mucha devoción popular, y celebraciones masivas. “Como cada 8 de mayo, con gran alegría y esperanza celebramos el día de nuestra Madre, la solemnidad, la fiesta de Nuestra Señora de Luján”, indica la web de la Basílica de la Virgen de Luján.
Por su parte, Valencia celebra a su patrona, la Virgen de los Desamparados, el domingo 11 de mayo. El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, presidirá la celebración de la festividad. Tras la Missa d’Infants (Misa de niños), se iniciará el tradicional Traslado de la imagen peregrina de la Mare de Déu, desde la Basílica de la Virgen hasta la Catedral, donde se celebrará la Misa Pontifical.