En el 40 aniversario de ‘Diálogo Filosófico’, revista que dirige el profesor Antonio Sánchez Orantos, cmf, estará un nutrido grupo de ponentes, filósofos y académicos de distintas universidades. Analizarán del 19 al 21 de junio en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), importantes retos del ser humano.
Antonio Sánchez Orantos (Madrid, 1957), misionero claretiano, asumió la responsabilidad de la dirección de Diálogo Filosófico en 2023, sustituyendo al anterior director, José Luis Caballero Bono, también claretiano.
Además de otras ocupaciones profesionales, Sanchez Orantos ha sido profesor durante 22 años de Antropología, Metafísica e Historia Antigua en la Universidad Pontificia Comillas, que dirige la Compañía de Jesús, y ahora se encuentra en periodo de jubilación.
Pero sigue bien atareado. En la actualidad continúa siendo profesor de Teología Espiritual en el Instituto Teológico Claretiano (Afiliado a la Universidad Pontificia de Salamanca), además de dirigir la revista ‘Diálogo Filosófico’. Hoy conversamos con el filósofo de algunos temas de actualidad.
Profesor, dos pinceladas previas. Dónde nació y estudió. Usted es filósofo, y claretiano.
– Nací en Madrid en el año 1957, el 17 de julio. Ingresé en la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María (misioneros claretianos) en el año 1974, y formulé mi primera profesión de votos en el año 1975.
Fui consagrado sacerdote por Mons. Vicente Enrique y Tarancón el 24 de abril 1983. Soy bachiller en Teología por el Centro Teológico Claretiano de Colmenar Viejo (afiliado a la Universidad Comillas). Licenciado en filosofía por la Universidad Comillas. Dr. en filosofía por la misma universidad. Licenciado en Teología por el Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma, y master en filosofía y mística por el mismo ateneo de Roma.
Dígame algunos temas que han abordado en la revista en los últimos tiempos. Celebran ahora los 40 años de ‘Diálogo Filosófico’.
– La revista, de alta divulgación filosófica, ha querido enfrentar críticamente los problemas más acuciantes de nuestra cultura, reservando un número anual (la revista es cuatrimestral) a la actualización de las propuestas de los autores más representativos de la tradición filosófica.
Cito solo los últimos: Kant (nº 119), Maritain (en imprenta, nº 122), homenaje a Benedicto XVI (nº 117).
A lo largo de los cuarenta años de existencia, han sido tratados otros muchos: Husserl, Heidegger, Zubiri, Rorty, Habermas, Simone Weil, la Escuela de Frankfurt (pueden verse aquí).
Respecto a los temas tratados, son cinco los ámbitos reflexivos: ética y política, epistemología y neurociencias, problemas de fundamento y sentido de la vida humana (antropología/metafísica), trascendencia humana y teodicea (problema de Dios), reflexión crítica sobre modos/modas culturales.
En los últimos números se han abordado: Humanidades digitales (115), la Pobreza (116), Pensar la incertidumbre (118), la Moral: una fundamentación (120).
Supongo que la colaboración con la Universidad Pontificia de Salamanca viene de lejos.
– El fundador de la revista, Pr. Dr. Ildefonso Murillo Murillo, catedrático emérito y antiguo decano de la Facultad de Filosofía UPSA, y antiguo director del Instituto iberoamericano de filosofía (UPSA), marcó desde el principio y con claridad los objetivos de la revista.
“El deseo de contribuir a la investigación de la verdad filosófica a la altura de nuestro tiempo. (Porque) muchos filósofos parecían estar motivados por objetivos distintos de la verdad.
“La preocupación por ofrecer una orientación radical y esperanzadora de la vida humana”.
Quizá había alguna idea de fondo …
– La España de los ochenta enfrentaba grandes retos: tiempos de crisis, de cambio, de esperanza. El anquilosamiento de la filosofía en una escolástica trasnochada provocaba la reacción hacia propuestas positivistas, nihilistas, estructuralistas, postmodernas o postmetafísicas.
En este ambiente cultural, surge el “gran sueño” de crear un espacio abierto de diálogo para repensar críticamente dichas reacciones y provocar la presencia de una reflexión filosófica que presentara con claridad la sabiduría contenida en el humanismo cristiano. Este año cumplimos los cuarenta años de presencia en fidelidad a esta tarea.
Abordan ustedes ahora, en la UPSA, crisis y esperanza.
– La tristeza se está adueñando de la vida humana. Tristeza que quiebra toda esperanza en un futuro mejor. Y cuando la esperanza se quiebra, la desmoralización impregna todas las dimensiones de la vida social. Y en el seno de esta crisis cultural, la irrupción disruptiva de la IA amenazando la identidad del ser humano.
Por eso, más que nunca, son necesarios saberes que, invitando a los seres humanos a escuchar los deseos de su corazón (silencio reflexivo frente a la palabrería superficial), ofrezcan proyectos esperanzados y realistas de vida moral: nos jugamos el futuro de nuestras sociedades.
En esta línea, no sé si en demasiadas ocasiones se consideran la filosofía, y las humanidades en general, como un cierto “saber inútil”, poco pragmático. ¿Qué diría usted?
– Las dimensiones pragmáticas de la vida humana están suficientemente atendidas y, por eso, saberes no-pragmáticos, que iluminen la vida humana, son más urgentes que nunca.
Saberes aparentemente inútiles, pero saberes que están siendo buscados por los seres humanos para dar sentido a sus vidas.
Ofrecer espacios de diálogo para estos saberes es el compromiso que mantiene la revista y el objetivo fundamental de nuestro Congreso. Porque solo en diálogo con el diferente, quebrando la tentación de la polarización social, podremos encontrar caminos de justicia y paz para el hombre de hoy.
Concluimos la conversación. Los alicientes del Congreso son numerosos, y el programa presenta ponentes de relieve. En la inauguración estarán Monseñor Luis Argüello, el cardenal claretiano Aquilino Bocos Merino, el gran canciller, obispo José Luis Retana, y el rector de la UPSA, Santiago García-Jalón. Y también, como es obvio, el catedrático Ildefonso Murillo, cmf, fundador de la revista, y el director, Antonio Sánchez Orantos.
