Teresa Jornet Ibars nació el 9 de enero del año 1843, en Aytona, Lérida (España). Al día siguiente recibió el sacramento del bautismo, y el de la confirmación a los 6 años de edad. Estudió Magisterio y se sintió llamada a la vida contemplativa. En Barbastro conoció a los sacerdotes Pedro Llacera y Saturnino López Novoa, y vio el proyecto al que Dios le llamaba. Entregar su vida como religiosa al servicio de los ancianos necesitados.
Recibió la aprobación definitiva de las Constituciones pocos días antes de morir, en agosto de 1897. Entonces manifestó: “Cuiden con interés y esmero a los ancianos, ténganse mucha caridad, y observen las Constituciones; en esto está su santificación”. Murió en Liria (Valencia) el 26 de agosto de 1897. Fue beatificada por Pío XII el 27 de abril de 1958 y canonizada el 27 de enero de 1974 por san Pablo VI.
El Martirologio romano recoge: “En Liria, en España, santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, virgen, que, para ayudar a los ancianos, fundó el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (1897)”.
Evangelizador de California
Fray Junípero Serra (1713-1784) es el único español con estatua en el Capitolio de Washington. El Papa Francisco le inscribió en el catálogo de los santos en 2015, tras ser beatificado por san Juan Pablo II en 1988. Datos suficientes para limpiar el buen nombre de este ilustre fraile español contra cualquier activismo o ignorancia ajenos a la verdad histórica. Así lo escribió Fray Antonio Arévalo Sánchez, OFM, en Omnes.
Fray Junípero —bajo el lema ‘Siempre adelante, nunca atrás’— dedicó su inteligencia y energía a inculcar la dignidad humana a los nativos de Querétaro y las dos Californias. Lo hizo mediante la doctrina evangélica, el progreso civilizador y ejemplar vida de paciencia, humildad, pobreza y enormes sacrificios, señaló fray Arévalo.