– Cindy Wooden, Ciudad del Vaticano, Catholic News Service (CNS)
El Papa León XIV, al rezar públicamente por las víctimas del tiroteo en una escuela de Minneapolis, rogó también por el fin de la “pandemia” de violencia armada.
Dopo aver recitato la preghiera del Àngelus con los visitantes y peregrinos en la plaza de San Pedro el 31 de agosto, el Papa León pasó del italiano al inglés cuando dirigió las oraciones por la comunidad de la escuela católica Annunciation de Minneapolis, donde dos niños murieron durante la misa del 27 de agosto y otras 18 personas resultaron heridas.
Al recordar “a las víctimas del trágico tiroteo durante una Misa escolar en el estado estadounidense de Minnesota”, el Papa dijo: “Incluimos en nuestras oraciones a los innumerables niños asesinados y heridos cada día en todo el mundo”.
Por el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania
“Suplicamos a Dios que detenga la pandemia de armas, grandes y pequeñas, que infecta nuestro mundo”, dijo. “Que nuestra Madre, María, Reina de la Paz, nos ayude a cumplir la profecía de Isaías: “Convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas””.
El Papa León también pidió nuevamente la fine della guerra de Rusia contra Ucrania, condenando los nuevos ataques contra varias ciudades ucranianas, incluida Kiev.
“Lamentablemente, la guerra en Ucrania sigue sembrando muerte y destrucción”, dijo el Papa a miles de personas reunidas para la oración del mediodía.
“Renuevo mi cercanía al pueblo ucraniano y a todas las familias heridas”, dijo, y pidió a todos “que no cedan a la indiferencia, sino que se acerquen (al pueblo ucraniano) a través de la oración y de actos concretos de caridad”.
Alto el fuego, y compromiso con el diálogo
“Reitero con firmeza mi urgente llamamiento a un alto el fuego inmediato y a un compromiso serio con el diálogo”, dijo. “Es hora de que los líderes abandonen la lógica de las armas y emprendan el camino de la negociación y la paz, con el apoyo de la comunidad internacional. La voz de las armas debe ser silenciada, mientras que la voz de la fraternidad y la justicia debe ser elevada”.
Tragedia de los migrantes africanos ahogados
El Papa León rezó también por los migrantes africanos que se ahogaron el 26 de agosto cuando su barco naufragó frente a las costas de Mauritania mientras intentaban llegar a las Islas Canarias, en España.
“Nuestros corazones también están heridos por las más de 50 personas que murieron y las cerca de 100 que siguen desaparecidas en el naufragio de una embarcación” junto a Mauritania. El barco “transportaba a migrantes que intentaban recorrer los 1100 kilómetros (unas 680 millas) hasta las Islas Canarias, y que volcó frente a la costa atlántica de Mauritania”, dijo el Papa.
“Esta tragedia mortal se repite cada día en todo el mundo”, dijo el Papa León. “Recemos para que el Señor nos enseñe, como individuos y como sociedad, a poner plenamente en práctica su palabra: ‘Fui forastero y me acogisteis’”.
Hablando en inglés e italiano, el Papa encomendó a todos los ‘heridos, desaparecidos y muertos en todas partes al abrazo amoroso de nuestro Salvador”.
Oración por el Cuidado de la Creación
El 1 de septiembre es la Jornada Mundial de Oración por el Cura del creato, ha recordado el Papa León. Hace diez años, el Papa Francisco, en sintonía con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, instituyó esta Jornada para la Iglesia católica.
Esta celebración “es más que nunca importante y urgente, y este año, tiene como tema ‘Semillas de paz y esperanza’. Unidos a todos los cristianos, la celebramos y la prolongamos en el “Tiempo de la Creación” hasta el 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís. En el espíritu del Cántico del hermano sol, compuesto por él hace 800 años, alabamos a Dios y renovamos nuestro compromiso de no estropear su don, sino de cuidar nuestra casa común”.
Que la Iglesia sea un “taller de humildad”
En su alocución previa a la oración del Ángelus, el Papa León XIV animó a aprender a servir como Cristo y a mirar más allá de uno mismo. Asomado desde la ventana del Palacio Apostólico, el Pontífice reflexionó sobre el Evangelio del día, tomado del evangelista Lucas. Jesús almuerza en casa de uno de los jefes de los fariseos y observa “que hay una carrera por ocupar los primeros lugares”. Y “mediante una parábola, describe lo que ve e invita a pensar a quienes lo observan”.
El Santo Padre se ha dirigido en particular, a la Iglesia: “Pidamos hoy que la Iglesia sea para todos un taller de humildad, es decir, esa casa en la que siempre se es bienvenido, donde los puestos no se conquistan, donde Jesús puede tomar todavía la Palabra y educarnos en su humildad y en su libertad”.
Dignidad de quien se siente hijo o hija de Dios
“Quien se engrandece, en general, parece no haber encontrado nada más interesante que sí mismo y, en el fondo, tiene poca seguridad en sí”, ha proseguido el Santo Padre.
“Pero quien ha comprendido que es muy valioso a los ojos de Dios, quien se siente profundamente hijo o hija de Dios, tiene cosas más grandes de las que gloriarse y posee una dignidad que brilla por sí sola. Esa se coloca en primer plano, ocupa el primer lugar sin esfuerzo y sin estrategias, cuando en vez de servirnos de las situaciones, aprendemos a servir”, ha subrayado.