León XIV ha reflexionado este domingo sobre el uso de los bienes materiales, y la administración de los bienes, “el más valioso de todos, nuestra propia vida”. Lo ha hecho al hilo de la parábola del Evangelio sobre el administrador que es llamado a “rendir cuentas”. Respecto al conflicto de Gaza, ha señalado de modo contundente que “no hay futuro basado en la violencia, en el exilio forzado, en la venganza”.
“Me dirijo en primer lugar a los representantes de diversas asociaciones católicas, comprometidas en la solidaridad con la población de la Franja de Gaza”, ha dicho tras rezar el Angelus. “Aprecio su iniciativa y muchas otras que en toda la Iglesia expresan cercanía a los hermanos y hermanas que sufren en esa tierra martirizada”.
“Con ustedes y con los pastores de las Iglesias de Tierra Santa repito: no hay futuro basado en la violencia, en el exilio forzado, en la venganza. Los pueblos necesitan paz: quien los ama de verdad, trabaja por la paz”.
“No se puede servir a Dios y a la riqueza”
Antes del rezo del Ángelus, el Pontífice ha reflexionado sobre el uso de los bienes materiales y la administración de los bienes. Ha sido una continuación de sus palabras en la omelia de la Misa que ha celebrado en la parroquia de Santa Ana en el Vaticano, que llevan los agustinos desde hace casi un siglo.
Allí, ha advertido que “no se puede servir a Dios y a la riqueza”, y ha invitado a los fieles a optar por un estilo de vida centrado en la confianza, la fraternidad y el bien común.
Al comentar el evangelio de san Lucas, el Papa ha señalado que la riqueza puede convertirse en un falso salvador, capaz de esclavizar el corazón humano. “Quien sirve a Dios se hace libre de la riqueza, pero quien sirve a la riqueza queda esclavo de ella”. A la vez, ha precisado que la Providencia de Dios alcanza tanto a los pobres materiales como a quienes sufren miseria espiritual o moral.
Al finalizar, el Pontífice agradeció a la comunidad parroquial su servicio y les animó a ser testigos de esperanza y caridad en un mundo herido por la guerra y la indiferencia. “Ante los dramas actuales no queremos ser pasivos sino anunciar con la palabra y con las obras que Jesús es el Salvador del mundo”.

Con el padre agustino Schiavella, de 103 años
En Santa Ana, concelebraron con el Papa León XIV el nuevo prior de los agustinos, padre Joseph Farrell, y el párroco Mario Millardi. Entre los presentes estaba el padre agustino Gioele Schiavella, al que mencionó el Papa en su homilía, por cumplir 103 años. Schiavella fue párroco de Sant’Anna desde 1991 hasta 2006, y actualmente vive en la parroquia.
Antes del Ángelus, el Papa ha manifestado que “un día seremos llamados a rendir cuentas de cómo hemos administrado nuestra vida, nuestros bienes y los recursos de la tierra, a Dios y a los hombres, a la sociedad y sobre todo a quienes vendrán después de nosotros”.
¿Cómo administramos los bienes que Dios nos ha dado?
La parábola invita a preguntarnos: “¿cómo estamos administrando los bienes materiales, los recursos de la tierra y la vida que Dios nos ha dado?”
Podemos seguir el criterio del egoísmo, ha continuado el Papa, poniendo la riqueza en primer lugar y pensando sólo en nosotros mismos; pero esto nos aísla de los demás y esparce el veneno de una competición que a menudo provoca conflictos.
“O bien podemos reconocer que hemos de administrar todo lo que tenemos como don de Dios. Y usarlo como instrumento para compartir, para crear redes de amistad y solidaridad, para edificar el bien, para construir un mundo más justo, más equitativo y más fraterno”.
Al concluir su reflexión, ha animado a pedir “a la Virgen Santa que interceda por nosotros y nos ayude a administrar bien todo aquello que el Señor nos confía, con justicia y responsabilidad”.
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Pueden consultar también qui el texto completo en inglés de la reflexión del Papa León XIV en el Ángelus.
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