Lo que comenzó como una forma de acompañar espiritualmente a los fieles durante el confinamiento de la pandemia, se ha convertido en un proyecto de evangelización digital con miles de seguidores y gran impacto en redes sociales. Sacerdote a Bordo nació en marzo de 2020, impulsado por dos sacerdotes colombianos del Opus Dei, Santiago Villa y Luis Miguel Bravo. Ambos estudiaron periodismo en la Universidad de La Sabana y posteriormente hicieron estudios teológicos en Roma.
Ambos sintieron la necesidad de estar cerca de sus comunidades durante la pandemia, cuando el confinamiento limitó muchas de las tareas pastorales. El padre Luis Miguel explica que “dedicimos comenzar grabando pequeñas pláticas espirituales para los estudiantes de nuestros colegios. Las primeras, dedicadas a san José y a la Anunciación, fueron tan bien recibidas que, animados por muchos padres, abrimos un canal de YouTube y más tarde Instagram, gracias a la ayuda de cuatro colaboradoras voluntarias ubicadas en Colombia, Madrid y Guatemala”.
Variedad de contenidos
Desde entonces, Sacerdote a Bordo ha crecido de forma orgánica y creativa. Con un estilo cercano y flexible -que sus autores comparan con un paseo en bicicleta- han producido una amplia variedad de formatos: vídeos de calle, entrevistas en profundidad, testimonios de conversión, y participaciones en eventos como la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Han contado con invitados como la madre de Carlo Acutis, Eduardo Verástegui, o la activista provida Lupe Batallán.
Además, el canal ha desarrollado una importante línea de podcast. Entre los más populares están Meditar con Fútbol, donde se vinculan reflexiones del Evangelio con la actualidad futbolística; Meditar con Cine o Literatura; Preguntas y Respuestas sobre la Fe; y más recientemente Meditar con The Chosen, un espacio con meditaciones espirituales inspiradas en la exitosa serie sobre la vida de Jesús. Este último proyecto incluso cuenta con su propia página web y la colaboración de sacerdotes de diferentes países.
Ayudantes clave
Como explica el padre Luis Miguel, “el canal Sacerdote a Bordo no sería posibles sin la ayuda constante de cuatro colaboradoras que han estado presentes desde sus inicios en Instagram. Son mujeres jóvenes, profesionales de distintos ámbitos, que se ofrecieron voluntariamente para ayudar en tareas como el diseño gráfico, edición de videos, gestión de redes sociales y atención a los seguidores. Una de ellas, madre de cinco hijos, reside en Guatemala; otra vive en Madrid; y las dos restantes están en Colombia”. Aunque no se conocían entre sí al principio, hoy forman un equipo unido que sostiene buena parte del trabajo detrás de cámaras y ha sido fundamental en el crecimiento del canal.
Con casi 84.000 seguidores en Instagram y una comunidad creciente en YouTube y plataformas de audio, Sacerdote a Bordo es hoy un referente de cómo la creatividad, la fe y la amistad pueden dar fruto en medio de la adversidad. Su misión, aseguran, “sigue siendo la misma: ayudar a las personas a rezar con lo cotidiano y acercarse a Dios desde cualquier lugar”.



