Serie

Herrhausen: el banquero y la bomba – Filmin: Alfred Herrhausen, presidente del consejo de administración del Deutsche Bank, fue asesinado en noviembre de 1989. Nunca se identificó a los autores del crimen, si bien se atribuyó a la Fracción del Ejército Rojo, una organización de extrema izquierda que, en los años previos, había asesinado a otros empresarios alemanes. Herrhausen resultó una figura clave para el deshielo del telón de acero y la caída del Muro de Berlín. Su política económica apostó por condonar la deuda de los países en vías de desarrollo y fomentar en la banca una mayor responsabilidad social, lo cual resultó duramente criticado por el sector capitalista. Sin embargo, estas medidas atrajeron la atención de Gorbachov, quien vio en Herrhausen a una persona de confianza para paliar la bancarrota de la Unión Soviética.
Esta miniserie de cinco episodios relata frenéticamente los acontecimientos que convirtieron a Herrhausen en un personaje clave de la Historia europea a lo largo de 1989. Frente a los archiconocidos hechos que provocaron la caída del Muro de Berlín, el espectador asiste a la intrahistoria, a numerosos actos aparentemente inocuos, pero que paulatinamente generaron un clima propicio para que Gorbachov y Occidente alcanzasen un acuerdo que superase la división. Herrhausen es retratado como un personaje carismático, un visionario, enfrentado a su consejo de administración y a la oposición política occidental.
Continuamente desfilan por la pantalla personajes secundarios sumamente conocidos, como el presidente de Alemania Helmut Kohl, el exsecretario de la CIA Henry Kissinger y los directivos del Deutsche Bank. Además, se captura muy bien el ambiente de la Guerra Fría en lo que respecta al espionaje y la desconfianza. Refleja asimismo qué motivos provocaron el asesinato de Herrhausen. Si bien detonó la bomba un grupo muy reducido, son muchos quienes alentaron y celebraron este hecho. Así, ante la imposibilidad de saber con exactitud quién provocó la explosión, la miniserie elabora sus respuestas, satisfactorias y verosímiles. Los personajes no están desarrollados con meticulosidad, y apenas hay un respiro para su evolución dramática, pues parece que importa más la acumulación de acontecimientos. Sin embargo, sí se recrea plausiblemente el ritmo frenético de 1989.