Serie

Jakov — Filmin: Radovan Jakovic, “Jakov”, es un yugoslavo recién llegado a Suecia en 1990. Es tímido, introvertido, un poco cobarde y no llama la atención. Sus familiares y compatriotas llevan varios años viviendo en Suecia. Unos ganan dinero con el tabaco de contrabando; otros, atracando bancos y con hurtos menores. Jakov no está cómodo ayudando a sus paisanos. Por otra parte, Gunn Törngren es una policía destinada a tareas superficiales y menospreciada por sus compañeros. Cuando ella descubra el negocio del tabaco de contrabando, buscará asociarse con Jakov para enjuiciar a todos los culpables. Sin embargo, Jakov dudará entre colaborar con la justicia o delatar a sus paisanos.
Esta miniserie de seis capítulos constituye un apoteósico duelo interpretativo entre dos personajes sumamente atractivos: Jakov, el gris, y la valiente Gunn. Conforme avanza el relato, cada uno tiene sus conflictos, deseos e intereses, confían uno en el otro, se pelean, persiguen sus objetivos y se esfuerzan por salvar a quienes aman. Los dos sostienen el peso del relato en un equilibrado coprotagonismo, sucediéndose las subtramas individuales y pocas veces coincidiendo ambos en el mismo plano.
Jakov nos habla del sentido de la justicia, de la ambición, de la traición y de la lealtad. También, en un segundo escalafón, del nacionalismo. Yugoslavos de Serbia y de Croacia coinciden en Suecia cuando estalla la guerra de Yugoslavia, así que la pertenencia a uno u otro pueblo configura las alianzas y las relaciones en el crimen organizado. A la vez, asistimos a la transformación de Suecia en los años noventa, mutando de un país pacífico a un nuevo entorno marcado por la violencia y el crimen a gran escala, lo cual desconcierta al cuerpo de policía.
El ritmo del relato es pausado y sosegado. Los acontecimientos se precipitan en ocasiones, hay asesinatos, pero predomina la calma y la sobriedad. De alguna manera, el ritmo es una consecuencia de la personalidad de Jakov: un perfil bajo, callado y sin aspavientos; pero que, lentamente, modifica su entorno y lo hace saltar por los aires. Quizá resulte excesiva la duración de seis capítulos, pero, aun así, mantiene el suspense hasta el desenlace, principalmente por la evolución dramática de los personajes, verdadero aliciente de esta miniserie sobre la ambición y la justicia.