Cultura

Científicos católicos: Guadalupe Ortiz de Landázuri,  doctora en Ciencias Químicas y catedrática

El 16 de julio de 1975 fallecía Guadalupe Ortiz, doctora en Ciencias Químicas y catedrática española beatificada en 2019. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Luis Felipe Verdeja·16 de julio de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos
Guadalupe Ortiz

Guadalupe Ortiz de Landázuri (12 de diciembre de 1916 – 16 de julio de 1975) inició sus estudios de Química en Madrid en 1933. Un domingo de 1944, mientras asistía a Misa, se sintió “tocada por la gracia de Dios”. Conoció a san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, quien le enseñó que a Cristo se le puede encontrar en el trabajo profesional y en la vida ordinaria. Ingresó en el Opus Dei unos meses después, viajó a México y Roma para ayudar a poner en marcha iniciativas apostólicas y educativas y regresó a España, a Madrid, en 1958. Allí impartió clases de Física en el Instituto Ramiro de Maeztu y también empezó la tesis doctoral en el CSIC bajo la dirección de Piedad de la Cierva.  

Su tesis, “Refractarios aislantes con cenizas de cascarilla de arroz”, buscaba “evitar el gasto inútil de energía térmica manteniendo alta la temperatura y reduciendo la dispersión del calor”. Concretamente se opta por utilizar un producto de la calcinación de un residuo agrícola, la cascarilla de arroz, un material más eficiente que la tierra de diatomeas, materia prima utilizada hasta entonces. Además, el empleo de la cascarilla de arroz implica dar utilizad industrial a un residuo agrícola, cerrándose así el circuito de la producción de arroz de un manera valorizable y eficiente. Es economía circular y ahorro energético a mediados del siglo XX.

Guadalupe también quería encontrar y desarrollar compuestos-moléculas orgánicos capaces de adherirse a la suciedad (las manchas en los textiles), a través de uno de los extremos de la molécula. Así se podría limpiar-eliminar los tejidos manchados, con el correspondiente ahorro de agua, detergentes y energía.

En 1967 obtuvo la plaza de catedrática en la Escuela Femenina de Maestría Industrial. Además, fue subdirectora y profesora de Química de Textiles en el Centro de Estudios e Investigación de Ciencias Domésticas (CEICID).

Su alegría, su fuerza y ​​su compromiso con todos los que la rodeaban, su fuerte amor a la Eucaristía y a la Virgen la caracterizaron. Sufrió una enfermedad cardíaca durante muchos años y murió a la edad de 58 años. Fue beatificada en Madrid en 2019 y, por lo tanto, se nos presenta como modelo para laicos en general y científicos en particular.

El autorLuis Felipe Verdeja

Universidad de Oviedo. SCS-España.

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