La liturgia conmemora hoy a santa Isabel de Portugal (1270-1336), nieta de Jaime I el Conquistador y sobrina de santa Isabel de Hungría, que le sirvió de modelo. Es conocida por su dedicación a pobres y enfermos, y por su vida de piedad. También se celebra el 4 de julio al beato Pier Giorgio Frassati, que será santo a primeros de septiembre.
Isabel de Portugal fue dada en matrimonio al rey de Portugal, del que tuvo dos hijos. Fortalecida con la oración y la práctica de las obras de misericordia, soportó con paciencia y humildad infidelidades de su esposo y enfrentamientos entre familiares.
Al morir su marido, quiso retirarse a un convento de clarisas, y finalmente tomó el hábito de la Orden Tercera de San Francisco. Murió el 4 de julio de 1336, cuando viajaba tratando de establecer la paz entre su hijo y su nieto, reyes de Portugal y de Castilla respectivamente. Fue canonizada en 1625.
Santos el 7 de septiembre
El Papa León XIV ha querido inscribir en el registro de los santos el mismo día, el 7 de septiembre, a dos jóvenes de épocas diferentes y con experiencias diferentes, pero unidos por el amor a Cristo. Son los beatos italianos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, y ambos fallecieron jóvenes.
Según se relató en la web de la JMJ de Lisboa 2023, Pier Giorgio Frassati, uno de los patronos de la JMJ, nació en Turín, Italia, el 6 de abril de 1901. Era hijo de la pintora Adelaide Ametis y Alfredo Frassati, fundador y director del periódico La Stampa. Asistió a una escuela dirigida por jesuitas y desarrolló una profunda vida espiritual, uniéndose a la Congregación Mariana y al Apostolado de la Oración.
A los 17 años, se unió a la Conferencia de San Vicente de Paúl, dedicando la mayor parte de su tiempo libre a los enfermos y necesitados. También cuidaba de huérfanos y soldados. Se apoyaba en su devoción a Cristo en la Eucaristía. En estos años se inscribió prácticamente en todas las asociaciones católicas existentes para laicos. Frassati era deportista y realizaba excursiones alpinas con amigos.
Testigo alegre de Cristo
Pero poco antes de graduarse como ingeniero, Pier Giorgio enfermó de poliomielitis, y falleció el 4 de julio de 1925, a los 24 años. En 1989, tras visitar su tumba, san Juan Pablo II dijo: “Quiero rendir homenaje a un joven que supo ser testigo de Cristo con una eficacia singular en nuestro siglo”. Y en 1990 le beatificó.
Por otra parte, el Papa Francisco recordó en la exhortación ‘Christus vivit’, que “el corazón de la Iglesia también está lleno de jóvenes santos que dieron su vida por Cristo, muchos de ellos hasta el martirio”, y destacó al beato Pier Giorgio Frassati, “joven de alegría comunicativa”.